Estados Unidos confirmó este domingo la destrucción de otra embarcación narcotraficante en el océano Pacífico, en un operativo que dejó tres presuntos «narcoterroristas» muertos.
El ataque, que se produjo el sábado, forma parte de la polémica Operación Lanza del Sur que la administración Trump lleva adelante en aguas cercanas a Venezuela y Colombia. Según la información de la agencia DW, de la cual se extrae este reporte, el operativo se produce mientras el portaaviones más grande del mundo se suma al despliegue militar en la región.
El Ataque Cinético en Aguas Internacionales
El Comando Sur de Estados Unidos detalló a través de sus redes sociales que el ataque se realizó «por orden del secretario de Guerra, Pete Hegseth», y fue ejecutado por la Fuerza de Tarea Conjunta Lanza del Sur. La operación, calificada como «un ataque cinético letal», tuvo lugar en aguas internacionales del Pacífico y resultó en la muerte de «tres narcoterroristas hombres», aunque las autoridades estadounidenses no precisaron la nacionalidad de las víctimas. Este modus operandi se ha vuelto frecuente en los últimos meses dentro del marco de la ofensiva antidrogas.
El Refuerzo Militar con el Portaaviones Más Grande
En un claro mensaje de despliegue de fuerza, el portaaviones USS Gerald R. Ford -el más grande del mundo- llegó este domingo al Caribe para unirse a la operación militar ordenada por el presidente Donald Trump. La incorporación de esta nave insignia de la armada estadounidense representa una escalada significativa en las capacidades militares desplegadas en la región, aumentando la capacidad de proyección de poder de Washington en aguas cercanas a las costas venezolanas y colombianas.
Tensiones Crecientes con Venezuela y Colombia
Las operaciones estadounidenses han generado crecientes tensiones diplomáticas con los gobiernos de la región. Desde que comenzó la Operación Lanza del Sur en septiembre, Estados Unidos ha destruido más de 20 narcolanchas en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas fallecidas según recuentos de la agencia AFP. Esta situación ha elevado las preocupaciones en Caracas y Bogotá sobre la posibilidad de que el siguiente paso de Washington sea un ataque terrestre, profundizando la crisis geopolítica en la región.




