Un fallo judicial en Córdoba ordenó a Flybondi indemnizar a un pasajero por reprogramar tres veces su vuelo y obligarlo a resolver, por su cuenta, una conexión internacional
El caso se originó cuando un pasajero debía volar desde Córdoba hacia Buenos Aires para continuar rumbo a Israel. Sin embargo, la aerolínea low cost reprogramó el vuelo en tres oportunidades, lo que impidió al usuario completar el itinerario previsto, la información fue extraída del medio La17..
Ante la falta de alternativas por parte de la compañía, el viajero tuvo que comprar un boleto en Aerolíneas Argentinas por $246.950, monto que la Justicia reconoció como daño emergente.
Una cifra inédita para resarcir el daño emocional
El Juzgado Federal N°1, a cargo del magistrado Carlos Arturo Ochoa, fue más allá y dictaminó un resarcimiento de $1.300.000 por daño moral, contemplando el estrés y la incertidumbre generados por la falta de información y asistencia adecuada.
El juez sostuvo que la aerolínea no cumplió con su deber de comunicación ni con la obligación de reubicar al pasajero en otra empresa disponible, aun cuando la última reprogramación no superó el límite legal de cuatro horas.
Posible impacto en futuros reclamos
La sentencia es observada con atención en el ámbito aerocomercial, ya que podría convertirse en precedente para otros casos en los que las demoras y cancelaciones afecten viajes internacionales o situaciones especialmente sensibles.
Especialistas señalan que, si esta tendencia se consolida, las compañías deberán reforzar su asistencia al pasajero, mejorando la comunicación, la reubicación y la prevención de perjuicios adicionales.
Mientras tanto, la ANAC avanza en sistemas de supervisión y reclamos, pero el mensaje del fallo es contundente:
El daño emocional también importa y debe ser reparado.
En un año marcado por tensiones operativas, la resolución subraya que la experiencia del pasajero vuelve a ser un eje central y abre la puerta a nuevos planteos judiciales por mal servicio.




