Las autoridades portuguesas desarticularon una operación internacional de narcotráfico al interceptar un submarino con 1,7 toneladas de cocaína que cruzaba el Atlántico con destino a la península ibérica
El operativo, realizado con apoyo de agencias de Reino Unido y Estados Unidos, culminó con siete detenidos y la incautación del cargamento.
La policía de Portugal confirmó que el submarino fue localizado a unas mil millas náuticas (1.852 kilómetros) de la costa de Lisboa, tras un seguimiento conjunto entre el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas (MAOC), la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido y la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA).
El buque semisumergible, utilizado habitualmente para el transporte de drogas desde América del Sur hacia Europa, fue interceptado en condiciones climáticas adversas. Según informó la armada portuguesa, el submarino no pudo ser remolcado a tierra debido a su frágil estructura y terminó hundiéndose en alta mar.
Detenidos de diversas nacionalidades
Las fuerzas de seguridad detuvieron a siete personas involucradas en la operación, entre ellas dos ecuatorianos, un venezolano y un colombiano. Todos fueron puestos en prisión preventiva tras comparecer ante el tribunal de las Azores.
Vítor Ananias, jefe de la unidad antidrogas de Portugal, explicó que la diversidad de nacionalidades de los implicados refleja el carácter transnacional de la red criminal. Según detalló, la organización operaba desde distintos países y contaba con una logística sofisticada para el envío del estupefaciente a Europa.
Un golpe al narcotráfico transatlántico
El Centro de Análisis y Operaciones Marítimas (MAOC) había recibido alertas sobre un sumergible cargado de cocaína rumbo a Europa días antes del hallazgo. La información permitió coordinar el operativo con las agencias internacionales y actuar con precisión.
El decomiso de 1,7 toneladas de cocaína representa uno de los mayores golpes recientes al narcotráfico transatlántico. Las autoridades europeas subrayaron que este tipo de operativos refuerza la cooperación internacional frente a las redes criminales dedicadas al contrabando marítimo.
El operativo refleja el creciente uso de embarcaciones semisumergibles para el tráfico de drogas y la importancia de la colaboración entre naciones para frenar el avance de las organizaciones criminales que operan entre América y Europa.




