Puerto Madryn enfrenta una situación alarmante en materia de seguridad vial.
Durante la última semana, los controles viales detectaron 32 alcoholemias positivas, la cifra más elevada registrada desde que se implementaron estos operativos, superando ampliamente el récord anterior de 27 casos.
Un récord que preocupa a las autoridades
Las estadísticas oficiales revelan un crecimiento sostenido en la cantidad de personas que conducen bajo los efectos del alcohol. Según informó La17, el jefe de la Unidad Regional confirmó que esta tendencia preocupante llevó a ampliar los dispositivos de prevención tanto en el centro de la ciudad como en los accesos más transitados. Lo más inquietante para las autoridades es que se registraron numerosos positivos en controles vespertinos, indicando un cambio peligroso en los hábitos de conducción.
Conductores con el doble del límite permitido
Los operativos nocturnos de la última semana arrojaron resultados especialmente graves. Los conductores demorados presentaban un promedio cercano a 1 g/l de alcohol en sangre, valor que duplica el límite permitido por ley. Este nivel de alcoholemia implica una pérdida significativa de reflejos y capacidad de reacción, aumentando dramáticamente el riesgo de siniestros viales graves. Durante los controles, incluso se registró un incidente con un conductor que se resistió a realizar la prueba, siendo contenido rápidamente por el personal policial.
Refuerzo de operativos y campañas de concientización
Frente a esta crítica situación, las autoridades anunciaron que los operativos de control continuarán con mayor frecuencia y presencia en distintos puntos de la ciudad. Paralelamente, se insistirá en profundizar las campañas de conducción responsable para revertir una problemática que pone en riesgo a peatones, ciclistas y otros automovilistas, buscando generar un cambio cultural en la comunidad madrynense.
Con 32 alcoholemias positivas en solo siete días, Puerto Madryn evidencia una problemática de seguridad vial que requiere atención inmediata. La combinación de controles más estrictos y educación vial se presenta como la estrategia fundamental para reducir estos números récord y proteger la vida de todos los usuarios de la vía pública.




