Autoridades francesas abrieron una investigación contra la gigante china de moda rápida por la venta de muñecas con rasgos de menores. El caso también involucra a AliExpress, Temu y Wish.
La empresa Shein vuelve a estar en el centro de la polémica tras revelarse que en su plataforma se comercializaban muñecas sexuales con aspecto infantil, un hecho que derivó en una investigación judicial en Francia. La noticia generó indignación en Europa y amplificó las críticas hacia la firma asiática, ya señalada por prácticas comerciales cuestionadas y denuncias laborales.
Según informó Noticias Argentinas, las autoridades francesas también investigan a AliExpress, Temu y Wish, plataformas acusadas de permitir el acceso de menores a contenidos pornográficos.
Shein responde: prohíbe la categoría de adultos y promete cooperar
En un intento por controlar el daño a su reputación, Shein aseguró que retiró los productos implicados, prohibió la venta de muñecas sexuales y eliminó la categoría de artículos para adultos. La compañía también afirmó estar dispuesta a colaborar con la justicia y entregar los nombres de los compradores si se lo solicitan.
Sin embargo, el gesto no bastó para frenar la ola de críticas. Este nuevo escándalo se considera un duro golpe a la imagen global de la empresa, que ya venía enfrentando controversias en torno a su modelo de negocio y prácticas de marketing.
Europa aumenta la presión sobre Shein
Shein ya se encuentra bajo la lupa de la Unión Europea (UE) por presuntas prácticas engañosas. La Comisión Europea y la organización de consumidores BEUC denunciaron a la firma por el uso de “patrones oscuros” en su sitio web: tácticas de manipulación para inducir compras impulsivas, descuentos falsos y etiquetas que distorsionan la percepción del precio real.
Estas maniobras forman parte del creciente escrutinio que enfrentan las plataformas de comercio electrónico asiáticas, acusadas de afectar a los consumidores europeos y de eludir estándares de control de calidad y sostenibilidad.
Un modelo cuestionado por su impacto ambiental y laboral
El éxito de Shein se ha construido sobre un esquema de producción ultrarrápida, con precios muy bajos y lanzamientos diarios de miles de prendas. Este modelo ha sido duramente criticado por su alto impacto ambiental, ya que genera toneladas de residuos textiles cada año.
Además, organizaciones de derechos humanos han denunciado el posible uso de algodón proveniente de Xinjiang, una región china señalada por el trabajo forzoso de minorías étnicas. Shein rechaza categóricamente estas acusaciones, aunque la falta de transparencia en su cadena de suministro mantiene abierta la polémica.
Crisis de imagen y presiones financieras
La compañía, que hace tres años llegó a estar valorada en 100.000 millones de dólares, enfrenta hoy una pérdida acelerada de confianza. Según medios internacionales, Shein evalúa trasladar nuevamente su sede de Singapur a China para facilitar una salida a bolsa en Hong Kong, luego de los fracasos en Nueva York y Londres.
Mientras tanto, la presión de competidores como Temu y la creciente vigilancia regulatoria en Europa ponen en jaque el futuro de la empresa.




