La Unión Europea alcanzó un histórico acuerdo para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% para el año 2040, en comparación con los niveles de 1990.
El compromiso, logrado tras maratónicas negociaciones, llega justo antes del inicio de la Cumbre del Clima COP30 que organiza Naciones Unidas en Belém, Brasil, según informó DW.
Un Acuerdo con Concesiones y Flexibilidades
El pacto se concretó después de casi 24 horas de intensas negociaciones en Bruselas y incluye significativas flexibilidades para los estados miembros. Los países podrán descontar créditos de carbono hasta por un 10% del objetivo total, y la meta también considerará la evolución de los «sumideros de carbono» como bosques y humedales. Esto significa que si estos ecosistemas absorben menos CO₂ del proyectado debido al cambio climático, los países no estarán obligados a compensar ese déficit en otros sectores económicos.
El Camino Hacia 2035 y las Posturas Divergentes
El acuerdo establece también objetivos intermedios para 2035, con una reducción de entre el 66,25% y el 72,5% de las emisiones. El texto fue aprobado por mayoría cualificada, pero no contó con el apoyo unánime: Eslovaquia, Hungría y Polonia expresaron su voto en contra durante la sesión pública del Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE.
Un Mensaje para la COP30 de Brasil
El ministro alemán de Medio Ambiente, Carsten Schneider, celebró el pacto. Para él, el acuerdo demuestra que la UE puede actuar con firmeza y es confiable. «Alemania ya tiene su propia meta climática vinculante para 2040. Ahora, actuando juntos, conseguimos que toda la Unión Europea también la tenga», declaró a los periodistas. Con esta posición consolidada, el bloque reforzará el rol de liderazgo que anhela para la próxima cumbre internacional del clima.
El acuerdo marca un hito en la política climática europea, aunque todavía deberá ser negociado con el Parlamento Europeo para su definitiva implementación. La UE espera cerrar estas tratativas antes de que finalice el año, consolidando su transición hacia una economía baja en carbono.




