El OIEA confirmó que el escudo de la central de Chernobyl quedó debilitado tras un ataque con drones y ya no garantiza su capacidad total de confinamiento
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) emitió una advertencia crítica sobre la seguridad en la central nuclear de Chernobyl, luego de que un ataque con drones registrado en febrero provocara daños que comprometen la función de confinamiento del escudo protector instalado sobre el reactor siniestrado en 1986. Según Canal26, aunque no hubo liberación radiactiva, la estructura perdió su capacidad plena de seguridad.
El ataque que reactivó la preocupación mundial
El episodio ocurrió en febrero, cuando drones explosivos —atribuidos por Ucrania y Rusia de manera cruzada— impactaron sobre el exterior del “Nuevo Confinamiento Seguro” (NSC), la gigantesca estructura de acero construida para impedir la fuga de material radiactivo del reactor accidentado hace casi cuatro décadas.
El impacto generó un incendio en el revestimiento exterior y, aunque las inspecciones posteriores no detectaron daños internos ni fallas en los sistemas de medición, los especialistas del OIEA confirmaron que el escudo “ya no cumple sus funciones principales de seguridad”.
Reparaciones temporales y riesgo de degradación
Tras el ataque, se realizaron reparaciones provisorias en el techo, pero el organismo alertó que no son suficientes para garantizar estabilidad a largo plazo.
Rafael Grossi, director general del OIEA, remarcó la necesidad de una restauración completa y urgente para evitar que el daño avance y comprometa la integridad del NSC. También recomendó controles de humedad, mejoras en el sistema de monitoreo y un plan actualizado para evaluar la corrosión.
Próximos trabajos y apoyo internacional
Para 2026 se espera un nuevo paquete de reparaciones temporales financiado en parte por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), mientras que la restauración total deberá esperar al final del conflicto bélico.
El OIEA mantiene un equipo permanente en la zona, que continúa bajo control ucraniano desde su recuperación tras la ocupación temporal rusa al inicio de la guerra.
La advertencia del OIEA reaviva la preocupación global sobre una de las regiones más sensibles del planeta. Aunque la estructura principal sigue en pie, los daños y la imposibilidad de garantizar su función de confinamiento recuerdan que la seguridad nuclear continúa siendo un desafío urgente, especialmente en un territorio atravesado por un conflicto armado.




