El Gobierno iraní anunció la suspensión de su acuerdo de cooperación nuclear con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en respuesta a la reimposición de sanciones internacionales impulsadas por potencias occidentales.
La decisión marca un nuevo punto de tensión en la ya frágil relación entre Teherán y la comunidad internacional.El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, confirmó este domingo la cancelación del “Acuerdo de El Cairo”, firmado el pasado 9 de septiembre, según información publicada por el medio El Economista.
Araqchi explicó que la medida responde al mecanismo de sanciones “snapback” reactivado por el grupo E3 —integrado por Francia, Reino Unido y Alemania—, que restablece penalizaciones levantadas tras el acuerdo nuclear de 2015.
“El acuerdo de El Cairo ya no puede ser la base de nuestra cooperación con el OIEA. En breve presentaremos una nueva propuesta para redefinir esta relación”, afirmó el canciller iraní durante un acto con diplomáticos en Teherán.
El funcionario sostuvo que Irán siempre buscó una “solución justa y equilibrada”, pero que las demandas occidentales resultaron excesivas e irracionales.
Críticas a Europa y advertencias diplomáticas
Araqchi apuntó directamente contra los países europeos por confiar en un mecanismo que, a su entender, “solo ha complicado la diplomacia”. Según el ministro, la activación del “snapback” no solo ha sido ineficaz, sino que ha debilitado el rol europeo en las futuras negociaciones nucleares.
“Es innegable que el protagonismo de los países europeos será menor”, señaló, al tiempo que insistió en que la diplomacia no está muerta, aunque su formato y actores “han cambiado”.
El contexto internacional, sin embargo, se muestra cada vez más complejo. Las recientes acciones militares de Israel y Estados Unidos contra objetivos iraníes han deteriorado aún más el clima de diálogo, generando un escenario de desconfianza y tensión en Medio Oriente.
Ataques cruzados y alto el fuego frágil
La crisis diplomática se vio acompañada por un repunte bélico. El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra Irán, que respondió con misiles y drones sobre territorio israelí. Días después, Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares —Fordo, Natanz e Isfahán—.
Aunque desde el 24 de junio rige un alto el fuego, las hostilidades podrían reanudarse en cualquier momento si las negociaciones no avanzan.
Araqchi, no obstante, mantuvo un tono prudente:
“Si las partes actúan de buena fe y consideran los intereses mutuos, será posible continuar las conversaciones”, aseguró, subrayando que Teherán está dispuesto a cooperar siempre que se respeten sus derechos soberanos y se garantice la naturaleza pacífica de su programa nuclear.
Un futuro incierto para el pacto nuclear
El acuerdo suspendido representaba un esfuerzo por reconstruir los canales de diálogo entre Irán y el OIEA, tras años de desconfianza provocados por la salida unilateral de Estados Unidos del pacto en 2018.
Sin embargo, las nuevas sanciones y la presión militar occidental amenazan con romper definitivamente cualquier posibilidad de entendimiento.
Con esta decisión, Teherán busca redefinir su papel en la arena internacional y enviar un mensaje claro: no aceptará imposiciones externas que vulneren su soberanía.




