La organización internacional revisó sus proyecciones y anticipa un año con menos expansión económica y más presión inflacionaria.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) difundió su nueva actualización de perspectivas globales y recortó de forma significativa sus previsiones para la economía argentina. Según informó TN, el organismo redujo en 1,3 puntos porcentuales su estimación de crecimiento del PBI local para 2026 y anticipó un escenario en el que la inflación continuará siendo un desafío persistente.
De acuerdo con el informe, el país crecerá 3% en 2026, lejos del 4,3% que la propia entidad proyectaba en septiembre. Para este año también corrigió sus cálculos: ahora considera que la economía cerrará con un avance menor al inicialmente estimado.
En materia inflacionaria, prevé que el índice de precios finalizará 2025 en 41,7% y se ubicará en 17,6% el año siguiente, una variación al alza frente a su reporte anterior.
Una corrección que refleja debilidad económica y tensiones macro
La revisión a la baja para el PBI y al alza para la inflación se explica, según la OCDE, por el deterioro reciente de algunos indicadores y por las presiones cambiarias que expusieron vulnerabilidades estructurales.
El organismo advirtió que la política monetaria deberá mantenerse enfocada en sostener la caída de la inflación, mientras que una recuperación más sólida dependerá del avance en reformas regulatorias, ampliación de la competencia interna, impulso al comercio internacional y mejor capacitación técnica y profesional.
Pese al diagnóstico, la OCDE espera que en 2027 la economía local retome un ritmo más firme y alcance un crecimiento del 3,9%, con un repunte sostenido en inversión y exportaciones.
Un escenario externo que también condiciona al país
En materia del sector externo, el informe proyecta un déficit de cuenta corriente de 1,7% del PBI para finales de 2025, cifra que se reduciría al 1% en 2026.
La organización también ajustó sus previsiones globales: estima que el crecimiento mundial se desacelerará del 3,2% en 2025 al 2,9% en 2026, aunque volvería a repuntar a 3,1% en 2027.
Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, remarcó que ante un contexto internacional frágil, los países deben reforzar el diálogo y trabajar para reducir tensiones comerciales y la incertidumbre sobre políticas públicas.
La inflación: el desafío que persiste en las proyecciones
La OCDE elevó sus previsiones de inflación para la Argentina: calcula que el IPC será de 41,7% en 2025 y descenderá a 17,6% en 2026, aunque sigue por encima de sus cálculos previos.
En el análisis, el organismo destaca que la inflación muestra señales de desaceleración y que el ordenamiento fiscal ha avanzado, pero advierte que el crecimiento se debilitó y que las presiones sobre el tipo de cambio reflejan incertidumbres políticas y macroeconómicas persistentes.
El reporte señala que podrían reaparecer episodios de volatilidad debido al nivel de reservas, la inflación aún elevada y la necesidad de nuevas reformas estructurales. No obstante, sostiene que si continúa el actual impulso reformista, se podrían lograr mejoras superiores a las esperadas en productividad, competitividad y sostenibilidad fiscal.
Qué espera la OCDE para 2027: inversión, consumo y exportaciones en alza
Mirando hacia adelante, la entidad proyecta que tanto el consumo privado como la inversión comenzarán a fortalecerse en 2027, acompañados por condiciones financieras más estables y un entorno regulatorio más favorable.
El organismo confía en que sectores como el energético y el minero mantendrán un rol determinante en la dinamización de la economía, junto con un marco de reglas más claro para las empresas.




