La última semana de 2025 deja un panorama económico complejo para el gobierno nacional.
El cierre del año está marcado por la urgencia de conseguir dólares para pagar vencimientos de deuda, avances políticos parciales y una actividad económica que no termina de despegar, según Noticias Argentinas.
La cuenta regresiva: USD 2.400 millones por conseguir para enero
El frente financiero es el más apremiante. En enero, Argentina debe afrontar vencimientos de deuda por un total de USD 4.225 millones. Sin embargo, según los datos oficiales, aún resta cubrir una brecha de USD 2.400 millones.
El ministro de Economía, Luis Caputo, descartó tajantemente volver al financiamiento internacional mediante nuevos bonos. Ante esta limitación, el gobierno evalúa un menú acotado de alternativas para reunir los fondos. Entre ellas se encuentran el uso de líneas de crédito REPO con la banca local, colocaciones en el mercado doméstico de deuda y la posibilidad de utilizar una parte de los aproximadamente USD 700 millones que ingresarán por las recientes concesiones de centrales hidroeléctricas otorgadas a empresas privadas.
Coyuntura política: un triunfo presupuestario y una reforma postergada
En medio de esta presión financiera, el gobierno logró una importante victoria legislativa. Tras intensas negociaciones lideradas por Patricia Bullrich y Diego Santilli, el Presupuesto Nacional 2026 obtuvo sanción definitiva en el Senado. Este logro, sin embargo, requirió mayores concesiones de las inicialmente previstas.
En contraste, otro de los pilares del programa económico oficial, la reforma laboral, quedó estancada y su debate fue postergado. La resistencia opositora, bien organizada tanto en el Congreso como en las calles con protestas sindicales, obligó al gobierno a posponer su tratamiento al menos hasta marzo de 2026. La iniciativa, que busca flexibilizar el mercado de trabajo y reducir costos laborales, es rechazada por la oposición y los gremios, que la califican de «regresiva y precarizadora».
Actividad económica: luces bajas para cerrar el año
Mientras se buscan soluciones financieras, los indicadores de actividad real muestran un bajo dinamismo. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró en octubre una caída mensual del 0.4%, con debilidad particular en el sector industrial.
El cuarto trimestre del año se perfila con bajo impulso, aunque algunos analistas observan señales de mejora hacia el mismo cierre de diciembre. Un dato positivo, aunque considerado transitorio, es el superávit comercial récord registrado en noviembre, impulsado por exportaciones excepcionales.
Este contexto de transición, entre presiones de corto plazo y reformas pendientes, define un escenario de alta complejidad para el inicio del 2026.




