Planificar las vacaciones del próximo año requerirá un presupuesto significativo.
Un estudio académico detalla los costos para una familia tipo, mostrando que el turismo interno mantiene su demanda a pesar de los valores elevados, mientras que algunos destinos internacionales se vuelven relativamente más accesibles. Según La100.
Los números del turismo nacional: estabilidad con precios altos
Según un informe del Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), una familia tipo (integrada por dos adultos y dos niños) necesitará en promedio $3.880.488 para vacacionar en destinos argentinos durante la segunda quincena de enero de 2026.
Esta cifra equivale a 2,38 salarios medios. A pesar de la magnitud del monto, el análisis señala una situación de estabilidad: el poder adquisitivo para el turismo y la relación entre costos y salarios se mantuvieron prácticamente sin cambios respecto al mismo período del año anterior. Esto indica que el turismo interno continúa siendo un consumo que las familias priorizan y logran sostener.
Cariló a la cabeza: los destinos más caros dentro del país
El relevamiento permite identificar los destinos nacionales con los costos más elevados para una familia:
-
Cariló se posiciona como el más caro, con un presupuesto estimado de $10.665.172 (una suba interanual del 3.75%). Este valor es cinco veces mayor que el necesario para vacacionar en Villa Gesell y, según el informe, es equivalente a viajar a Miami.
-
Le siguen Pinamar ($8.026.847) y Mar de las Pampas ($4.848.778), completando el podio de los destinos premium de la costa atlántica.
Turismo internacional: una opción que se vuelve relativamente más accesible
Para quienes consideran salir del país, el presupuesto familiar promedio asciende a $10.334.454(6,10 salarios medios), haciendo que los viajes al exterior sean 2.7 veces más caros que los nacionales.
Sin embargo, el estudio de la UADE identifica un fenómeno relevante: el salario medido en dólares oficiales creció casi un 50% interanual, lo que hizo que varios destinos internacionales se volvieran relativamente más accesibles en comparación con los locales. Por ejemplo, el esfuerzo económico para viajar a Santiago de Chile es menor que el requerido para 13 de los 25 destinos nacionales evaluados. No obstante, los analistas advierten que esta tendencia es frágil y podría revertirse con ajustes cambiarios o una aceleración de la inflación.




