Una denuncia del Hospital Italiano de La Plata desencadenó la investigación de la peor tragedia sanitaria reciente en Argentina.
El opioide adulterado con bacterias, distribuido a cientos de hospitales, está vinculado a 173 muertes mientras la Justicia avanza contra los responsables de los laboratorios productores.
La denuncia que destapó una red de fallas y ocultamientos
En abril de 2025, el Hospital Italiano de La Plata alertó a las autoridades tras hallar dos bacterias peligrosas (Klebsiella pneumoniae y Ralstonia spp) en ampollas de fentanilo. Según Noticias Argentinas (NA), que tuvo acceso al expediente judicial, este hallazgo fue la punta del iceberg de un sistema de fallas catastróficas.
La causa quedó a cargo del Juzgado Federal Nº3 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak, con la participación de la ANMAT. El 8 de mayo, el organismo sanitario emitió una alerta nacional contra el lote 31202 del laboratorio HLB Pharma. De las 154.530 ampollas distribuidas a más de 300 hospitales, el 27.5% ya había sido administrado a pacientes.
La investigación: un laboratorio fuera de control y un Estado ausente
Las pericias judiciales y los informes del Cuerpo Médico Forense de la Corte Supremadeterminaron que el fentanilo contaminado “fue clave en el desenlace fatal” en 38 de 40 muestras analizadas.
La investigación, que incluyó allanamientos, reveló un escenario dantesco: una montaña de ampollas de fentanilo abandonada en el patio del laboratorio Ramallo S.A. (donde se fabricó el lote) y un camión completo de medicamentos de HLB Pharma almacenado en una empresa de cables de un familiar.
Se comprobó que los directivos sabían de la contaminación, pero omitieron actuar para no perder ventas. Un informe final de una Comisión Especial del Congreso presentado en diciembre fue contundente: el Estado no garantizó la trazabilidad ni el control, los hospitales ocultaron casos y los organismos actuaron tarde y de forma deficiente. Concluyó que las muertes no fueron un accidente, sino el resultado de una cadena de fallas evitables y ocultamientos.
Detenciones, procesamientos y un reclamo de justicia que persiste
Frente a la magnitud de la tragedia, el juez Kreplak ordenó en agosto la detención y el procesamiento del dueño de los laboratorios, Ariel García Furfaro (allegado a la familia Kirchner), sus familiares, accionistas y personal técnico.
A García Furfaro se lo considera coautor penalmente responsable de la adulteración que provocó la muerte de al menos 20 personas. Mientras los imputados permanecen detenidos, algunos con prisión domiciliaria, los familiares de las 173 víctimas continúan su lucha.
Han realizado marchas en La Plata y Rosario para mantener viva la memoria de sus seres queridos y exigir que todos los responsables enfrenten una condena por lo que definen como la peor crisis sanitaria ligada a un medicamento en la historia del país.




