Acuerdo clave con EE.UU. en suspenso: la firma espera fecha y agendas.
A casi un mes del resonante anuncio del acuerdo marco de comercio e inversiones entre Argentina y Estados Unidos, la expectativa por su firma se mantiene en vilo.
La posibilidad de que el presidente Javier Milei y Donald Trump rubricaran el pacto durante un viaje cancelado a Washington se diluyó, y hoy, 25 días después de la comunicación inicial, aún no hay precisiones sobre cuándo se concretará este importante paso para las relaciones bilaterales. El proceso, que implica exhaustivas revisiones legales y validación de traducciones por ambas administraciones, avanza por “carriles normales”, pero sin una fecha definida para la tan esperada fumata blanca.
La demora en la rúbrica: razones detrás del aplazo
El 13 de noviembre se anunció el acuerdo, generando una fuerte expectativa sobre su rápida formalización. Sin embargo, la cancelación del viaje que el presidente Milei tenía previsto a Washington para el 5 de diciembre, en medio de una pulseada con Claudio Tapia (AFA), desechó la oportunidad inicial.
Fuentes cercanas a las negociaciones, consultadas por La Nación, señalaron que la fecha tentativa del 5 de diciembre era «muy difícil» de cumplir debido a los acotados plazos para las revisiones legales y la validación de las traducciones. Además, el feriado de Acción de Gracias en Estados Unidos también contribuyó a la ralentización del proceso, que desde el Gobierno argentino aseguran que “no corre riesgos” y está “todo en camino”.
Agendas presidenciales: el escollo para la firma
Una vez finalizado el trabajo técnico en Washington y Buenos Aires, el último paso será coordinar las agendas de los presidentes Donald Trump y Javier Milei. Desde el lado argentino, se reconoce que encontrar un hueco en la ajetreada agenda de Trump, especialmente cerca de las fiestas de fin de año, representa un desafío considerable, y «nadie controla eso».
Aunque Milei ha viajado frecuentemente a Estados Unidos —con el viaje cancelado hubiese sido su decimoquinta visita desde diciembre de 2023— y tiene otra pautada para marzo a Nueva York, la decisión de la Casa Blanca ha sido que todos los acuerdos globales los firme directamente su presidente. Esto implica que la rúbrica final deberá ser en un encuentro presencial entre ambos mandatarios.
Contenido confidencial y aplicación futura del acuerdo
El contenido específico del acuerdo marco, es decir, su «letra chica», permanecerá confidencial hasta el momento de la firma presidencial, cuando se hará público.
Diversos sectores en Argentina, como los laboratorios, han manifestado su ansiedad por conocer los detalles y alcances de lo pactado. Una vez firmado, se espera que el acuerdo tenga un alcance provisorio que permita aplicar algunas de sus disposiciones de inmediato.
No obstante, la entrada en vigor de ciertos artículos o párrafos podría requerir la aprobación parlamentaria de ambos países, mientras que otros aspectos podrían implementarse a través de órdenes ejecutivas del presidente Trump o reformas de leyes específicas.
Los protagonistas argentinos en la mesa de diálogo
En las negociaciones, el equipo argentino contó con una participación activa de figuras clave. Entre ellos se destacan Luis Kreckler, secretario de Relaciones Económicas Internacionales y jefe negociador; Pablo Lavigne, secretario de Coordinación de Producción; el canciller Pablo Quirno; Alejandro Cacace, secretario de Desregulación; y el embajador argentino en Estados Unidos, Alec Oxenford, junto a su equipo diplomático en Washington.
Por el lado norteamericano, Jamieson Greer, representante comercial, tuvo un rol central, especialmente en la etapa final de las conversaciones. A pesar de la incertidumbre en las fechas, el optimismo se mantiene entre los negociadores, confiando en que este acuerdo marcará un hito importante en la relación comercial y de inversiones entre Argentina y Estados Unidos.




