Caputo lanza bono en dólares para afrontar deuda y calmar mercados.
El Gobierno argentino, a través del Ministerio de Economía que encabeza Luis Caputo, se prepara para emitir su primer bono en dólares en siete años. Esta estrategia busca captar hasta US$1500 millones con el fin de afrontar parcialmente los importantes vencimientos de capital de deuda en enero, a la vez que se evalúa el impacto de esta medida en el riesgo país y las futuras relaciones con los mercados internacionales.
El regreso al mercado y la meta de US$1500 millones
La inminente licitación de un nuevo bono en dólares, prevista para el miércoles 10 de diciembre, ha generado grandes expectativas en el mercado financiero.
Según cálculos de analistas, la operación podría permitir al Gobierno captar entre US$1200 y US$1500 millones. Este monto será crucial para cubrir parte del vencimiento de capital de deuda que se presenta el 9 de enero, correspondiente a los bonos AL29 y AL30, lanzados en la reestructuración de 2020. En total, el Gobierno debe afrontar US$4300 millones, de los cuales cerca de US$2700 millones son capital.
Estrategia financiera ante los desafíos de enero
El ministro Caputo anunció esta «vuelta al mercado de deuda» como una pieza clave en la estrategia para afrontar los compromisos sin recurrir al Banco Central. Además de la emisión del bono, el Gobierno contempla otras fuentes de financiamiento.
Entre ellas, un préstamo de bancos internacionales (un «repo» con ofertas de hasta US$7000 millones), los US$700 millones que ingresarían por la privatización de cuatro represas del Comahue antes de Navidad, y el uso de swaps con EE.UU. y China. Según informó TN, el anuncio oficial de este nuevo bono en dólares parece apuntar a un camino hacia la acumulación sostenible de reservas mientras se cumplen los compromisos pendientes, un punto sensible ante el Fondo Monetario Internacional que insiste en el cumplimiento de las metas de reservas.
Impacto en el riesgo país y futuras emisiones
El nuevo bono en dólares, con vencimiento en 2029, pagará un cupón de 6,5% TNA con intereses semestrales y un único pago de capital al vencimiento. La operación, abierta a inversores locales y extranjeros, será una prueba fundamental para futuras emisiones y el verdadero retorno de Argentina al mercado internacional.
El riesgo país, que se ha mantenido por encima de los 600 puntos, es un indicador clave en este escenario. Desde Analytica, consultora económica, plantearon que «un ingreso considerable de inversores extranjeros a la licitación podrá ser leído como la simulación del regreso a los mercados internacionales de deuda», lo que «mejoraría las expectativas sobre la Argentina y contribuiría a una comprensión adicional del riesgo país, reduciendo aún más el costo de financiamiento hacia adelante».
Algunos analistas, como los de PPI, incluso especulan con que los Bonar 2029 podrían ser utilizados en futuras operaciones de «repo» con bancos privados internacionales. Con esta emisión, el Gobierno busca no solo cumplir con sus obligaciones más inmediatas, sino también sentar las bases para una mayor confianza y estabilidad financiera, abriendo la puerta a un camino más favorable para el financiamiento del país en el mediano plazo.




