El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió con «consecuencias graves» si percibe un intento de cambiar los resultados del balotaje presidencial en Honduras, donde su candidato apoyado, Nasry Asfura, mantiene un empate técnico con Salvador Nasralla.
En una inusual intervención pública en asuntos electorales de otro país, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó este lunes a Honduras con recortar la cooperación bilateral si no se consolida la victoria del candidato conservador Nasry Asfura. Los comicios del domingo, que decidirán el sucesor de la izquierdista Xiomara Castro, arrojan un resultado extremadamente ajustado, con apenas 515 votos de diferencia a favor de Asfura tras el escrutinio parcial.
La amenaza pública en redes sociales
A través de su plataforma Truth Social, Trump lanzó una advertencia directa: «Parece que Honduras está tratando de cambiar los resultados de su elección presidencial. ¡Si lo hacen, habrá consecuencias graves!». El mandatario estadounidense ha mantenido un papel activo durante la campaña, expresando abiertamente su apoyo a Asfura, empresario de 67 años del Partido Nacional.
Trump también descalificó al otro candidato con chances, Salvador Nasralla del Partido Liberal, tildándolo de «casi comunista» por haber ocupado un cargo en el gobierno de Castro. Nasralla, por su parte, atribuyó las declaraciones a una «desinformación malintencionada» de sus adversarios políticos.
Un balotaje en suspenso y acusaciones cruzadas
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras se encuentra inmerso en un minucioso proceso de escrutinio. Tras el conteo digital del 57% de las actas, que otorga una ventaja mínima a Asfura (39.91% vs. 39.89%), el organismo inició el recuento manual sin dar un plazo concreto para su finalización, solo pidiendo «paciencia» a la ciudadanía.
Mientras Asfura se manifestó confiado en que «los números van a hablar por sí solos», Nasralla declaró que solo podría perder la elección si le hacen «trampa». La tensa espera ocurre en un país con un largo historial de acusaciones de fraude electoral y una profunda desconfianza en la clase política.
El contexto geopolítico: narcotráfico, indultos y alianzas
La intervención de Trump trasciende lo electoral y se enmarca en una compleja trama geopolítica para la región. El presidente estadounidense anunció recientemente que indultará al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado en EE.UU. a 45 años de prisión por narcotráfico.
Este perdón, que Trump justifica como la reparación de un «montaje» de la administración Biden, contrasta con la ofensiva antidrogas que su gobierno lleva adelante en el Caribe y genera críticas. La candidata izquierdista Rixi Moncada, que quedó tercera, denunció que el indulto a este «capo de la droga» fue «tramitado» por las élites locales.
Tanto Asfura como Nasralla basaron sus campañas en un discurso antiizquierdista, prometiendo alejar a Honduras del eje de Venezuela y Cuba y acercarse a Taiwán, en detrimento de los lazos con China.
La amenaza pública de Donald Trump introduce un factor de presión internacional inédito en el proceso democrático hondureño. Mientras el CNE trabaja para definir un resultado que la población espera sea limpio y transparente, la sombra de una posible retaliación económica de Estados Unidos planea sobre el país más pobre de Centroamérica. El desenlace de este balotaje no solo definirá el rumbo político interno, sino que también reconfigurará las alianzas internacionales de Honduras en un momento de alta tensión geopolítica en la región.
Esta nota fue elaborada con información de la agencia internacional de noticias DW.




