Son tres mujeres y siete hombres, prácticamente todo un turno de una comisaría de Trelew. El caso, que tomó estado público en las últimas horas; es el de un joven atacado brutalmente por varios policías dentro de un departamento de las Mil Viviendas, al que los agresores ingresaron violentamente sin orden de un juez.
Los policías señalados tienen prohibición de acercamiento a la víctima y a los testigos que van a declarar en la causa, por disposición de la Justicia y las diligencias procesales que ya han comenzado a efectuarse están a cargo de la Policía Federal.
Los hechos ocurrieron hace unos días en el sector “D” del barrio Constitución y llama poderosamente la atención, sobre todo a los denunciantes y a algunas organización de Derechos Humanos de la zona, que todavía ni el ministro de Seguridad de la provincia Federico Massoni, ni el jefe de Policía Miguel Gómez hayan salido a hablar públicamente del caso.
Al menos comprometiéndose a poner a disposición de la Justicia todo lo que sea necesario para que se clarifique lo que pasó y que los responsables reciban el castigo que se merecen.
A raíz de la impresionante cantidad de denuncias por excesos y violencia, la imagen que ha trascendido de la Policía del Chubut hacia afuera de la provincia, actualmente, no es buena.
De hecho; un organismo internacional como Amnistía ha expresado hace poco su preocupación “por la difusión de imágenes, videos y testimonios de personas que habrían sido víctimas de malos tratos, tratos degradantes y de detenciones arbitrarias durante el aislamiento por el coronavirus en Chubut”. Y, pareciera que esto a Massoni y a Gómez no los inquieta en lo más mínimo. Es como si con su silencio estuvieran reafirmando que lo denunciado fuera todo mentira.
El caso de las Mil Viviendas es un hecho gravísimo; a juzgar por lo que contó la víctima. Allí por haber sido testigo involuntario de una persecución a tiros de unos supuestos usurpadores, el joven termina siendo blanco de un salvaje ataque de varios policías dentro de un departamento, al que se metieron sin ninguna autorización.
En ese domicilio había un hombre mayor durmiendo, un joven matrimonio con una criatura de 3 años y una muchacha, además del denunciante al que golpearon y amenazaron con un arma, obligándolo a arrodillarse delante de ellos y a pedirles perdón.
Así las cosas, ahora está actuando la Justicia y es la jueza Penal María Tolomei quien ha autorizado la realización de las primeras diligencias, como lo fue, por ejemplo; el allanamiento que se hizo el fin de semana pasado en la comisaría a la que pertenecen los empleados policiales señalados.
En esa diligencia se secuestró el libro parte diario en el que debería estar asentada toda la actividad que hubo la madrugada en que ocurrieron los hechos y los nombres de los policías que trabajaron esa noche. Todo indica que a este paso pronto va a haber novedades.