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Los mismos serán habilitados para regresar a ciudadanos argentinos desde el exterior y para llevar a extranjeros hacia esos destinos, informaron fuentes de la compañía de bandera.

Aerolíneas Argentinas anunció nuevos vuelos especiales con destino a Asunción, Santiago de Chile, San Pablo y Cancún, que serán habilitados para regresar a ciudadanos argentinos desde el exterior y para llevar a extranjeros hacia esos destinos, informaron fuentes de la compañía de bandera.

El primero de los vuelos partirá el próximo miércoles 15 hacia Asunción; el 25 saldrá otro avión hacia Santiago de Chile y al día siguiente será el turno de un vuelo más hacia San Pablo.

Todos estos servicios serán operados con aviones Embraer 190 con capacidad para 97 pasajeros, mientras que el 30 de julio partirá desde Buenos Aires un avión Airbus 330, con capacidad para 270 pasajeros, que llevará hacia Cancún a residentes mexicanos en Argentina y traerá de regreso a argentinos que aún se encuentran allí.

En todos los casos, los pasajeros podrán comprar sus tickets de manera directa mediante la web de la compañía y sin necesidad de inscripción previa a través los consulados argentinos en el exterior.

Por su parte, hoy arribó al país un vuelo proveniente de Shanghái que trajo insumos médicos para el combate contra la pandemia del coronavirus y para mañana por la noche está partiendo el vuelo especial AR1302 con destino a la ciudad de Miami.

Al momento, Aerolíneas ha realizado un total de 120 vuelos especiales a 16 países, en los cuales han podido regresar casi 30.000 argentinos.

Además, la compañía lleva realizados 34 vuelos hacia Shanghái, República Popular China.

Las compañías aéreas Air France, KLM e Iberia, confirmaron que realizarán un vuelo especial por semana entre Buenos Aires y Europa durante de julio y agosto, luego de la autorización recibida por parte de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para realizar esas operaciones con pasajeros en los tramos de ida y de vuelta.

Aerolíneas Argentinas ya anunció esta semana dos nuevos vuelos especiales hacia Madrid para el 15 y el 29 de julio, habilitados en su tramo de ida para trasladar residentes españoles y pasajeros con pasaporte de la Comunidad Europea con conexiones a otros destinos dentro de las 24 horas de arribado al aeropuerto de Barajas.

Por otra parte, fuentes de Air Europa indicaron que solicitaron autorización para dos vuelos para el 22 y el 29 de julio, pero no recibieron aún el aval para confirmarlos.

Ayer, el vicepresidente para América de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Peter Cerda, elogió la posición del gobierno argentino de autorizar estos vuelos e instó a otros países de la región a tomar una medida similar, dado que se mantiene la conectividad y las operaciones de las compañías.

Esta mañana, el Grupo Air France/KLM anunció en conferencia de prensa, un nuevo programa de 34 vuelos especiales entre la Argentina y Europa para julio y agosto, para unir Buenos Aires con París y Ámsterdam y conexiones.

Los vuelos Buenos Aires-Ámsterdam partirán desde Ezeiza a las 20.55 y arribarán a las 15.25 del día siguiente; en tanto que los retornos desde Ámsterdam tienen prevista su partida a las 10 y llegada a las 18.55.

Estos trayectos se programaron para el tramo Buenos Aires-Amsterdam 1, 8, 15, 22 y 29 de julio y 5, 12, 19 y 26 de agosto, y, en el sentido Ámsterdam-Buenos Aires, 7, 14, 21 y 28 de julio y 4, 11, 18 y 25 de agosto.

Los vuelos entre Buenos Aires y París despegarán a las 13.30 hacia el aeropuerto Charles De Gaulle, donde arribarán a las 7.40 del día siguiente; mientras que los regresos saldrán a las 23.40 y llegarán a las 8.10 del día siguiente.

Estos viajes se realizarán desde Buenos Aires a París el 5, 14, 21 y 30 de julio y 6, 13, 20 y 27 de agosto, y, en el sentido París-Buenos Aires, 2, 11, 18 y 27 de julio y 3, 10, 17, 24 y 31 de agosto.

Mientras las fronteras en Europa y en Argentina permanezcan cerradas a los no residentes, estos vuelos podrán ser abordados por personas que estén autorizadas a ingresar a su destino final, por razones de residencia, trabajo o estudios.

Nathalie Larivet, gerente general de Air France/KLM para la Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, señaló que están “muy contentos por la cooperación con las autoridades argentinas, que hicieron posible este programa especial de vuelos. De esta manera, se dará mayor visibilidad a las personas que necesitan viajar, o se encuentran varados, acerca de las opciones de vuelos a su disposición”.

Fuentes de KLM/Air France señalaron que, si bien aún no está decidida la programación para después de septiembre, y que “es probable” que en las primeras semanas no se mantengan los dos vuelos diarios entre Argentina y Europa, no descartaron que se sostenga la propuesta de una conexión diaria con el viejo continente, operando alternativamente con ambas compañías.

En tanto, fuentes de Iberia confirmaron a Télam que también tienen programados vuelos semanales para julio y agosto, solamente para casos especiales y que recién retomarán sus operaciones regulares a partir de septiembre, pero aún no está definido el cronograma.

Por la crísis del coronavirus, la aerolínea de bandera en conjunto con Austral confirmaron que suspenderán a la mayoría de los empleados y que aplicarán una baja en los salarios de los alcanzados por la medida.

En el día de mañana, Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas estaría anunciando que avanzaría con suspensiones al personal bajo los términos del art. 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, en línea con lo realizado en distintos sectores de la economía tras el acuerdo CGT – UIA.

Según trascendió, serian un total de 8.000 trabajadores los que serán suspendidos, acompañado de una baja en sus salarios.

El objetivo de la iniciativa es impulsar las exportaciones de la industria vitivinícola aprovechando los vuelos que Aerolíneas realiza a China para traer insumos sanitarios.

El ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá, rubricó este lunes un convenio con el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, y el titular de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), José Zuccardi, para que los vuelos sanitarios con destino a China transporten vinos argentinos a ese destino.

El objetivo de la iniciativa es impulsar las exportaciones de la industria vitivinícola aprovechando los vuelos que Aerolíneas realiza a China para traer insumos sanitarios en el marco de la emergencia por la pandemia del coronavirus.

“El acuerdo potencia una vinculación estratégica entre la aerolínea de bandera, la bebida nacional y las sedes de Cancillería en el exterior para posicionar al país y sus productos en los mercados mundiales”, indicaron desde Cancillería.

La propuesta constará de un acceso a tarifas preferenciales para el envío de productos vitivinícolas a China.

Además, se contempla la difusión de contenidos generados por Coviar en medios audiovisuales, vuelos y espacios físicos de Aerolíneas Argentinas.

El convenio también dispone a futuro el desarrollo de promociones y tarifas especiales en vuelos relacionados con destinos enoturísticos y en tarifas de envío de productos vitivinícolas a los destinos que vuela la empresa estatal.
El presidente de Aerolíneas, Pablo Ceriani, resaltó que “este acuerdo con la vitivinicultura es un muy buen ejemplo de lo que se puede hacer tanto con las economías regionales como con la interacción entre Cancillería y nuestra entidad”.

Por su parte, Zuccardi consideró como un gran aporte para la industria vitivinícola que «Aerolíneas Argentinas, que cumple un rol fundamental en la interconexión con los destinos de enoturismo en el país, empiece a trabajar con esta sinergia para nuestras actividades».

El trabajo permitirá responder cuáles son las características del SARS-CoV2 que circula en el país y a futuro verificar si las vacunas que se desarrollan en otras partes del mundo servirán aquí, informó a Télam la viróloga Mariana Viegas, coordinadora de la investigación.

Científicas argentinas lograron identificar la secuencia genética del coronavirus de 26 pacientes, lo que permitirá responder cuáles son las características del SARS-CoV2 que circula en el país y a futuro verificar si las vacunas que se desarrollan en otras partes del mundo servirán aquí, informó a Télam la viróloga Mariana Viegas, coordinadora de la investigación.

El trabajo, desarrollado por un equipo conformado por mujeres, se realizó en el Laboratorio de Virología del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez como integrante del “Consorcio interinstitucional para la Secuenciación del genoma y estudios genómicos de SARS-CoV2” creado por el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y cuyo objetivo es estudiar unos mil genomas de todo el país.

Télam: ¿En qué consiste el trabajo que realizaron?

Mariana Viegas: Lo que hicimos fue secuenciar el genoma de cepas de 26 pacientes de Argentina. Y lo que identificamos fueron cuatro linajes diferentes del virus que ya habían sido descritos, con sus características particulares del país.

T: ¿Qué significa ‘secuenciar el genoma’ de un virus?

M.V.: El material genético es la información que tienen todos los organismos sobre cómo está hecho ese organismo y cómo debe comportarse. Ese material está ‘codificado’ en el genoma, en los seres humanos está en los cromosomas y se traduce en proteínas y otras funciones, lo que se llama ADN. En el caso de este virus esta información está en el ARN (ácido ribonucleico), y nos va a decir cómo este virus es estructuralmente y cómo va a funcionar en un organismo.

La lectura de este genoma nosotros lo traducimos en letras, que combinadas entre sí dan el genoma y que depende de esa combinación van a dar una información.

Entonces, secuenciar un genoma implica poder leer cada una de esas letras que codifica la información de ese virus.

T: Mencionabas al principio las palabras cepas y linaje, ¿podrás explicar estos conceptos?

M.V.: La cepa es el virus que se sacó o aisló de un paciente. Cada cepa es única porque corresponde a esa persona, ahora bien las características genéticas de esa cepa pueden ser exactamente iguales a las de otra persona. No es una clasificación. La cepa también se puede “aislar” de un cultivo viral, es decir, de un virus que cultivás en un laboratorio.

Para entender qué es un linaje hay que hablar de mutaciones, que son cambios en los genomas y es algo que hacen todos los virus constantemente. Esto implica que en la descripción que uno hace con las letras de un virus (secuenciación) hay variaciones, es decir, en una cepa tenés una letra en un lugar y en otra cepa tenés otra letra en el mismo lugar.

Esa letra puede cambiar sin producir nada en el virus, eso se llama mutación sinónima, o bien puede implicar un cambio en una proteína del virus y entonces es una mutación no sinónima; éstas son las que tienen importancia para entender el comportamiento del virus.

Ahora bien, para poder clasificar los virus, quienes nos dedicamos a esto, establecemos criterios. Entonces decimos, por ejemplo, cuando los cambios se dan en esta proporción se categorizan así y de ahí viene lo que denominamos linajes genéticos. Entonces, los científicos decimos tales virus que tienen tales cambios son del linaje A, tales del B, etc. Y a la vez fijamos sublinajes dentro de estas ramas: A1, A2, etc.

T: ¿Qué está pasando con el nuevo coronavirus en el mundo a nivel de mutaciones?

M.V.: Hasta hoy el virus ha cambiado poco, pero cambió. Sin embargo, hasta el momento no han habido cambios genéticos de tal magnitud que uno pueda pensar que para cuando esté lista la vacuna ya no va a servir. Igual nada es hoy cien por ciento seguro porque se trata de un virus que tiene sólo cuatro meses de historia en el ser humano.

T: ¿Cuántos linajes identificados del SARS-Cov-2 existen?

M.V.: Hay dos linajes A y B, cinco sublinajes del A y nueve del B hasta el momento. El B, que es el que nosotros encontramos, es el que tiene mayor circulación actual en todo el mundo.

T: Decía que aquí encontraron cuatro linajes diferentes…

M.V.: Si, encontramos B1, B1.1, B1.3 y B1.5. Nosotros estudiamos tres grupos de pacientes: uno con personas que habían venido de viaje, otro de personas que estuvieron en contacto con viajeros confirmados, por ejemplo, un personal de salud que dijo que se había contagiado de alguien que llegó de viaje, y el tercer grupo de personas que adquirieron la infección por transmisión comunitaria.

Lo que vimos fue que del primer grupo la secuencia del genoma de los virus era similar a la que se habían reportado en otras partes del mundo de dónde esos pacientes habían viajado. En el caso del personal de salud, el virus era igual al de la persona que dijo que se había infectado, con lo cual comprobamos que era ese el nexo epidemiológico.

Y en el tercer grupo encontramos cepas que se asociaban entre sí pero que no se asocian con otras que circulan en el resto del mundo, lo que podría mostrarnos cuáles son las cepas que están circulando localmente, pero se necesitan analizar muchas más cepas para definirlo.

T:¿Cuál es el objetivo de la secuenciación genética?

M.V: Con esa información se pueden analizar muchas cosas. Por ejemplo, mapas de cómo el virus se mueve de un lugar a otro; también nos puede permitir estudiar si el virus de una persona que tiene un cuadro más severo tiene alguna característica particular, o si analizamos muchas muestras nos puede servir para saber si el virus va mutando rápido; cuáles se adaptaron a nuestra población.

Por ultimo conocer las características de las cepas locales permitirá saber si una vacuna que se produzca en otra parte del mundo será efectiva aquí.

Es incertidumbre todo lo que rodea al coronavirus, no sólo porque no se sabe cuándo terminará la cuarentena, cuándo saldrá la vacuna para detener el virus y tampoco, con cuántos muertos más acabará el covid en la Argentina. En materia económica pasa lo mismo: nadie sabe cómo se podrá salir de esta profunda crisis económica que se agravó con la llegada de la enfermedad y que ya está mostrando sus efectos.

En ese contexto, según un informe publicado por el Centro de Economía Regional y Experimental (CERX), ocho de cada 10 familias argentinas “quedó debiendo algo en abril”, consecuencia de la parálisis económica generalizada que dejó el decreto de la cuarentena preventiva y obligatoria para frenar los contagios por la pandemia.

El estudio contempla que el 80,8% de los hogares “quedó debiendo algo” en abril, y detalla que las deudas bancarias sumaron $1,2 billones y las “no bancarias” llegaron a $504.000 millones. Así, la deuda de las familias alcanzó los $1,7 billones al 24 de abril, según informó el CERX.

La estimaciones surgen de cruzar datos del Banco Central con una encuesta realizada por CERX en 5.980 hogares entre el 17 y el 24 de abril. “De ese monto, el 30% ($503.574 millones) es deuda no bancaria que afectó a 10,8 millones de hogares. La principal causa es mora en el pago de servicios, luego por impuestos impagos, y endeudamiento contraído con prestamistas”, detalla el estudio.

“La deuda total de las familias alcanzó los $1,7 billones al 24 de abril, afectando a 11,1 millones de hogares, que equivalen al 80,8% de los hogares del país. En promedio cada familia adeudaba a esa fecha $149.406 pesos”, describen.

Y agregan: “Ese monto no incluye los costos asociados a moras y retrasos, que fueron en incremento con los días en cuarentena y podrían incrementar en más de 50% ese stock”.

Por su parte, en abril, la deuda “no bancaria” más frecuente fue el atraso en el pago de gas, agua, luz, cable, teléfono, internet o expensas, lo que afectó al 70% de los hogares. En promedio, la deuda fue de $10.585 por familia y representó el 20,3% de la deuda no bancaria ($102.207 millones).

Por su parte, el BCRA aseguró que la deuda bancaria alcanzó los $ 1.159.933 millones al 22 de abril y el monto se reparte entre deudas con tarjetas de crédito ($ 535.881 millones), préstamos personales ($ 404.919 millones) y créditos hipotecarios y prendarios ($ 218.000 millones).

“Se trata de un paso más en la consolidación del federalismo de nuestro país”, manifestó el gobernador Mariano Arcioni luego del anuncio realizado por ministro de Trasporte de Nación, Mario Meoni, y el titular de la línea de bandera nacional, Pablo Cerani, al presentar su nueva red de cabotaje.

La Provincia del Chubut mantendrá como vuelo estacional el trayecto que une Trelew – Córdoba, cuya continuidad peligraba para 2020 o 2021. Así lo anunció este jueves el ministro de Trasporte de Nación, Mario Meoni, junto al presidente de Aerolíneas Argentinas, en el marco de la conferencia de prensa por el anuncio del nuevo plan de red de cabotaje de la línea área albiceleste.

Luego del anuncio, el gobernador de la Provincia, Mariano Arcioni, manifestó que el recupero del vuelo Trelew-Córdoba era “muy esperado por los chubutenses”, y sostuvo que “esta ruta estacional permitirá más conectividad en Chubut. Un paso más en la consolidación del federalismo de nuestro país”.

De esta manera, la ruta Trelew – Córdoba volverá a operar de manera estacional, entre septiembre de 2020 y marzo de 2021 con dos frecuencias semanales.

Es por la decisión del presidente Bolsonaro de importar 750 mil toneladas de trigo por fuera del Mercosur. Sucede en medio de los cruces con el presidente electo, Alberto Fernández.

En la semana que pasó, dos estocadas del gobierno de Jair Bolsonaro contra su futuro par argentino al mando de Alberto Fernández agitaron los avisperos a ambos lados de la frontera, donde se instaló el temor de que una posible escalada de la tensión pueda afectar los negocios y el futuro del bloque.

Primero fue el «anuncio» de Bolsonaro de que tres empresas radicadas en la Argentina cerraban sus plantas para mudarse a Brasil. Se trataba de una fake news. Pero luego vino un decreto bien real: el gobierno del país vecino estableció un cupo para importaciones de trigo por fuera del Mercosur.

De este lado, los empresarios industriales y agropecuarios coincidieron en la preocupación con el escenario que se abre después del cruce de mensajes, mientras que los mercantiles creen que el contrapunto será transitorio y que las aguas bajarán en un futuro no muy lejano.

Del lado brasileño, lamentaron la polémica y advirtieron sobre un creciente proceso de reprimarización de la economía en la era Bolsonaro que empieza a generar desconfianza en el ambiente fabril.

Fuego amigo

El jueves pasado, el sector agropecuario argentino se sumó a la dirigencia fabril que venía poniendo el acento en las declaraciones del presidente vecino. Bolsonaro pasó de la advertencia a la acción concreta y subió a 750 mil toneladas el límite de las compras sin arancel de trigo por fuera del Mercosur, una medida que afecta directamente a las empresas rurales argentinas.

El presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, reconoció a Tiempo los temores de un incremento del malestar bilateral. «Nos preocupa que haya una escalada de crispación y de desentendimiento. Es cierto que lo de las 750 mil toneladas está dentro de los parámetros de lo que se puede comerciar por fuera del Mercosur, pero hay una relación tensa y esto afecta al productor argentino», dijo.

Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, señaló a FM Millenium que la producción que dejará de comprar Brasil puede incidir en el precio interno. La decisión, aseguró, «es un disparate» y «nos tomó por sorpresa porque fue absolutamente unilateral».

En esa línea, apeló a la intervención del gobierno de Mauricio Macri cuando planteó que «hay una situación política muy complicada. El Mercosur se venía fortaleciendo en la negociación con la Unión Europea, un proceso en el que se crearon muchas expectativas, sobre todo en el sector agroindustrial, y Argentina tiene que estar muy firme para hacer cumplir lo pautado», remarcó.

El líder de Coninagro subrayó la cuestión económica: «Argentina es el mayor exportador de trigo y lo que hizo Brasil puede redundar en un perjuicio: la producción que no tiene destino puede pesar en la oferta y la demanda e incidir en el precio interno porque no es fácil colocar esa producción en otro lado».

Achetoni agregó: «Desde la política hay que tratar de bajar las tensiones y los decibeles y dar paso a una relación diplomática que no significa bajar una bandera sino dejar de echar más leña al fuego». Y advirtió: «No es un tema solo de la política argentina sino de cada lado. Porque puede ser solo un show mediático pero si no se para la mano, esto puede escalar. Hay mucha preocupación de los socios de la FAA».

El gobierno eligió cambiar el eje de la discusión en línea con el discurso de las grandes empresas. En una entrevista con CNN Radio el ministro de Agroindustria y ex presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, consideró que la decisión de Brasil en favor de Estados Unidos «es un desafío» para el país y que «es muy importante» que el gobierno de Alberto Fernández «tenga buena relación con sus socios comerciales».

El presidente de la cámara olivícola riojana, José Hilal, acompañó esa idea: «A pesar de la pérdida de mercado que hemos tenido, y de la presencia de la mercadería egipcia y de otros mercados como el español, Brasil sigue siendo nuestro principal cliente. Y no nos podemos pelear con Brasil», sentenció.

Por más reformas

Frente al alboroto del campo, la dirigencia mercantil adoptó un perfil moderado. El tesorero de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Víctor Dosoretz, bajó el tono de la polémica al mínimo. En contacto con este medio confió en que el Mercosur «va a trascender esta coyuntura» y en que «se encontrarán los momentos del diálogo más constructivo y la situación tenderá normalizarse». Brasil y Argentina, argumentó, «se necesitan más allá de los cambios políticos» y a la vez minimizó los cruces verbales de los dirigentes nacionales: «Por ahora no hubo planteamientos oficiales, sólo fueron declaraciones periodísticas», finalizó.

Muchas empresas piensan que un estallido de las relaciones puede dinamitar los pacientes esfuerzos que se hicieron en los últimos años por instalar reformas de fondo. El fantasma de las reformas estructurales es el caballito de batalla de las grandes corporaciones, que pese a la derrota del proyecto de Cambiemos renovaron sus gestiones en favor de cambios en las regulaciones laboral, previsional y tributaria que consideran claves para mejorar la competitividad de las empresas locales.

En una entrevista con Ambito Financiero, el presidente de la multinacional automotriz General Motors, Carlos Zarlenga, definió la relación con Brasil como «una suerte de carga geográfica» y abogó por «poner el objetivo en la apertura y empezar a trabajar en acuerdos» también con el país limítrofe. Ese enfoque, sostuvo, «es positivo pero si no hacemos las tareas que debemos hacer, la competitividad no vendrá sola. Si alineáramos la carga fiscal, el régimen laboral y la estructura logística, seríamos competitivos».

La industria automotriz es el sector fabril más estrechamente vinculado a Brasil. Además de las grandes empresas, es muy importante la dinámica del segmento pyme de la industria nacional, que es uno de los eslabones más impactados por la crisis que afectó al sector durante los días del macrismo en el poder.

A diferencia de las grandes, que dominan el negocio a nivel global, las pequeñas y medianas empresas argentinas dependen de la relación con el vecino y ven con preocupación el tono del debate entre el presidente de Brasil y su futuro par local.

«Los empresarios brasileños pensaron que Bolsonaro era una suerte de Donald Trump pero ahora temen que se parezca más (al ex presidente Fernando) Collor De Melo, que abrió la economía totalmente y terminó perjudicando a la industria», explicó a Tiempo Aldo Lo Russo, industrial metalúrgico del sector autopartista.

«Hoy, la percepción es que desde Brasil se está forzando la tensión al extremo», sumó Lo Russo, que tiene clientes más allá de la frontera y conoce el clima de primera mano: «Lo del trigo es una señal política para nosotros, pero en Brasil la lectura también es negativa porque ven que el mercado interno no repunta y que el presidente se mete de lleno en la guerra comercial».

La búsqueda de socios por fuera del Mercosur

La tendencia de Brasil a afianzar lazos comerciales por fuera del Mercosur no es nueva. En los últimos años, a partir del cambio político operado en ese país y del achicamiento del mercado argentino para colocar sus productos, Itamaraty buscó nuevos destinos para las exportaciones brasileñas.

Según datos oficiales, en 2018 las ventas brasileñas a China aumentaron un 32% con relación al año anterior. Los envíos a la Unión Europea crecieron un 20,1% y los que tenían como destino Estados Unidos lo hicieron en un 6,6%. Hubo rubros diversos: desde acero semielaborado a productos agrícolas, pasando por derivados del petróleo, repuestos de aviación y carne vacuna.

La intensificación de la relación con otros mercados coincidió con el letargo del Mercosur. Las exportaciones de Brasil hacia la Argentina cayeron un 15,5%, principalmente por la disminución en la venta de automóviles. Mientras tanto, las importaciones de Argentina (que se abarataron debido al derrumbe del peso) subieron un 16,7 por ciento.

Hace un par de meses, las autoridades brasileñas iniciaron un proceso de acercamiento con la Alianza del Pacífico, compuesta por Chile, Colombia, México y Perú. «Conversamos de manera muy profunda, constatamos una afinidad de visiones y convergencia de intereses muy clara», dijo el canciller Ernesto Araújo, tras una reunión con su colega de Chile. Ambos países suscribieron el año pasado un acuerdo de libre comercio que todavía no fue refrendado por los respectivos congresos. Además, hay planes para un corredor bioceánico que conectará el sur de Brasil con los puertos del norte chileno y que podría facilitar la salida de las exportaciones hacia los países asiáticos.

El Caribe, Brasil, Europa y muchos otros puntos turísticos, cada vez más lejos del alcance de las familias argentinas. La subida del dólar provocó una caída de las ventas de paquetes al exterior y las ciudades turísticas del país parecen volver a ser la mejor opción.

En años anteriores, los destinos elegidos por varias familias argentinas de clase media se ubicaban en el exterior. Se popularizaron localidades como Buzios, en Brasil; Punta Cana, en República Dominicana, o Montevideo en Uruguay.

Ahora, con la crisis cambiaria que afecta al país, el panorama para los vacacionistas ha cambiado drásticamente. Un viaje al exterior por una semana para una familia tipo –madre, padre y dos hijos- llega a costar unos 5.000 dólares, en su momento, con el dólar a 45 pesos, el precio en pesos rondaba los 225mil. A pesar de la elevada cifra, la cercanía con los precios de puntos turísticos locales inclinaba la balanza a favor del viaje al exterior.

Pero con el último disparo del dólar que lo terminó llevando a los 60 pesos, la ilusión de las vacaciones afuera parece haber terminado. Es que, el precio en pesos del viaje al exterior para una familia tipo escaló a los 300mil pesos argentinos, sumado a la inflación que atora día a día a los habitantes, que se terminan inclinando por unas vacaciones en “modo ahorro”. Por lo que eligen localidades cercanas o, en muchos casos, no viajar y quedarse en su ciudad.

Las familias que elijan viajar estas vacaciones, se estima, elegirán localidades dentro del país. Por lo que en la cordillera y la zona de playas de nuestra provincia esperan con esperanzas un repunte en la cantidad de turistas que elijan Chubut para vacacionear.

En 2019 la mayoría de los mercados financieros cosechan ganancias, pero las compañías nacionales pierden un promedio de 46% en dólares. En 2018 habían perdido 51%.

Este año es favorable para los negocios financieros internacionales. Eventos de la política internacional, como la “guerra” comercial entre los EE.UU. y China y el complejo acuerdo por el Brexit generaron incertidumbre en los mercados que, pese a ello, se repusieron y cosecharon beneficios.

La economía internacional se desacelera, pero sigue en la senda de crecimiento. Un recorte de las tasas de interés dispuesta por la Fed también contribuye a incentivar la actividad debido al menor costo del dinero.

Argentina, en tanto, no encuadra en esta lógica. La economía nacional está sumergida en su propia crisis y ni siquiera consigue acoplarse a la dinámica de los países de la región. En recesión, al borde del default y con una moneda que se devalúa día a día, el país además carece de brújula política ante la inminencia de las elecciones presidenciales, preludio de cambios que se prevé serán drásticos.

En ese contexto, INFOBAE manifiesta que las compañías argentinas son, por segundo año consecutivo, las que mayor pérdida de valor reflejaron en su cotización bursátil. Desde los máximos a inicios de 2018, la baja en dólares promedió el 75 por ciento.

El panel líder S&P Merval de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos) terminó en 2018 en los 30.292 puntos. Ahora, en torno a los 32.000 puntos, exhibe una ganancia en pesos de 6 por ciento. No obstante, con una inflación ya próxima a 40% en algo menos de diez meses transcurridos en el año, la pérdida es más que amplia en términos reales.

Si se toma la evolución del dólar oficial (subió 55% en 2019), el Merval medido en moneda “dura” muestra una pérdida promedio de 31% que ya arroja al mercado local al fondo de la tabla de posiciones de las bolsas globales.

Pero en la plaza financiera el tipo de cambio de referencia es hoy el “contado con liquidación”, porque desde septiembre en la Argentina se impuso un control de cambios parcial que escindió las cotizaciones del dólar en variantes oficiales, bursátiles y también la informal del “blue”.

El “contado con liqui” es el cociente entre la cotización en pesos de la acción de una empresa y su precio en dólares en el exterior. Según el derrotero de los ADR de compañías argentinas en Wall Street, este dólar bursátil está cerca de los $75, con una brecha de 28% con el oficial.

Por eso, el Merval en dólares, según el “liqui”, arrastra una pérdida en 2019 del 45,6%, que exime de cualquier comparación con la evolución exhibida por los indicadores de los mercados centrales y los principales de países emergentes.

Para entenderlo fácil, las Bolsas de Santiago de Chile (-2,8%) y Turquía (-1,4%), son de las pocas que registran caídas este año –medidas en dólares-, y éstas, muy moderadas. Asimismo, los principales mercados europeos suman ganancias entre 12 y 19%, a excepción de Londres, que avanza un 7,66%, lastrado en parte por la dilación del Brexit.

En Wall Street, las principales referencias van a la par, con un Dow Jones de Industriales que acopia beneficios de 15,1% en el año; el S&P 500, un 18,3%, y el tecnológico Nasdaq, un 20,7 por ciento.

Desde los máximos a inicios de 2018, la pérdida en dólares promedió el 75% para los papeles argentinos.

Para los títulos que cotizan en la Bolsa de Shanghái, China, la disputa del gigante asiático en los EEUU por la imposición de aranceles cruzados no hizo mella: ganan en promedio un 14,3% en dólares en 2019.

La pésima performance de precios de las acciones argentinas obedece básicamente a los problemas domésticos. Basta observar los precios de aquellas empresas argentinas con negocios diversificados en otros países y que cotizan en el exterior pero no en la plaza porteña, para ilustrar que es el “riesgo local” el que espanta a las apuestas de los fondos financieros y decanta en una caída exagerada de los valores de los activos.

Así, el ADR de Mercado Libre sostiene en Wall Street una ganancia en dólares de 88% desde que empezó 2019, Tenaris resta un 3%, mientras que Despegar pierde un 17%, una baja sensible pero bastante inferior al promedio nacional.