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La cotorra argentina, catalogada como una especie exótica invasora en España, es transmisora de enfermedades como psitacosis, gripe aviar o salmonelosis.

Autoridades de Medio Ambiente y Movilidad de Madrid manifestaron su preocupación por el aumento de la presencia de cotorras argentinas en parques de esa ciudad española y afirmaron que son «una amenaza al ecosistema y a la salud de las personas», mientras que especialistas argentinos coincidieron hoy en que deben ser controladas para evitar la expansión.

Borja Carabante, delegado del Ayuntamiento de Madrid, informó ayer que «el censo de la cotorra argentina en los parques de Madrid indicó que la población ha crecido un 33% en los últimos tres años, pasando de las 9.000 registradas en 2016 a 12.000 contabilizadas este año», según un informe elaborado por la red internacional BirdLife International, dedicada a la conservación de la naturaleza.

La cotorra argentina, catalogada como una especie exótica invasora en España, es transmisora de enfermedades como psitacosis, gripe aviar o salmonelosis, además de «ejercer un efecto muy negativo sobre la biodiversidad al competir por el alimento con otras especies, por su actividad depredadora y por la modificación de los hábitats y los daños provocados sobre los tallos y brotes tiernos de la vegetación que emplean para hacer sus nidos», destacaron.

En España, desde 2011 es ilegal tener o adoptar especies invasoras, como la cotorra argentina. Las personas que poseen esta especie como mascotas antes de esa fecha están obligadas a mantenerlas hasta su fallecimiento a riesgo de cometer un delito al soltarlas, explicó el Ayuntamiento de Madrid en su página web.

Para combatir la invasión, funcionarios madrileños analizaron poner en práctica un plan integral «que incluirá la captura de ejemplares que amenacen la biodiversidad en las zonas verdes de la capital para, posteriormente, sacrificarlos de forma ética y controlada en centros especializados».

Peinados, vestuario y ambientaciones de época. Actrices y otras caras conocidas de la cultura posan ante la lente del documentalista Sebastián Naón: Luisa Kuliokse convierte en Juana Azurduy y Alejandra Darín, con estola de piel y collar de perlas, es Alicia Moreau de Justo. Eleonora Wexleresculpe la piedra recordando a Lola Mora y Anita Co embebe las letras de Alfonsina Storni. No actúan para una película. Son los rostros de la exposición Mujeres Inmortales.

La muestra recorre el papel de la mujer argentina desde el período colonial hasta la actualidad y cuenta con la participación de 57 retratadas, en su mayoría intérpretes. Dentro de los actos del centenario de la Asociación Argentina de Actores, la muestra se inaugurará el próximo jueves -en su sede de la calle Alsina 1762-, con 60 imágenes evocadoras de distintos momentos históricos.

El proyecto analiza el rol de la mujer en las oleadas migratorias, la lucha obrera, el voto femenino, la píldora anticonceptiva en los 60, la dictadura, la patria potestad compartida en los 80, la Ley de Cupo Femenino en los 90 y las organizaciones feministas del siglo XXI.

Sebastián Naón, fotógrafo, escritor y docente, ideó la iniciativa con el afán de «plasmar los cambios en usos y costumbres, la impronta social y laboral, cómo la mujer fue despegando de las tareas hogareñas y logrando una conciencia individual y de encuentro con otras mujeres en pos de una lucha más visible sin mirar a lo que hacía o decía el hombre». Con su trabajo, el documentalista busca «inmortalizarlas por lo que dejaron, a pesar de las trabas para recibirse, trabajar o usar minifalda».

A través de retratos que ponen el foco en miradas e intenciones, el relato visual comienza con una mulata. «Esto nos habla del mestizaje envuelto en un romanticismo que en realidad era abuso sexual hacia esclavas o nativas», señala el autor. En tiempos de la independencia, Leonor Manso encarnará el rol invisible de la mujer, «que solo podía cruzar una mirada o unas palabras en misa, abocada a las tareas hogareñas o acompañando al hombre».

Viviana Puerta será Martina Céspedes, la heroína criolla defensora de las invasiones inglesas del Río de la Plata. Anamá Ferreyra, la Difunta Correa; Malena Narvaez, la médica Petrona Eyley; Celeste Pisapia, la luchadora por los derechos laborales Carolina Muzzilliy, y, entre las librepensadoras, junto a Storni o Mora, Jorgelina Aruzzi se pondrá en la piel de Julieta Lanteri, la primera en votar en Argentina, en 1911.

Con la gran oleada migratoria llega al país la prostitución y la trata de personas, con organizaciones como la Zwi Migdal. Candela Vetrano y sus hermanas, Julieta y Paulina, representan a chicas de esta red sometidas a su madama, Mirta Wons.

En los años 20, Patricia Sosa y su hija Marta Mediavilla son retratadas en una escena alusiva a la posguerra europea, «cuando las mujeres empiezan a lograr una independencia, a trabajar y a frecuentar a otras mujeres en reuniones de lectura y charlas profundas», con cambios en la vestimenta: ropa más suelta y ligera, pelo corto a lo garçon y el despegue del corsé.

Laura Azcurra interpretará el rol laboral de la mujer en los 30, bajo la tutela del marido, aunque luego la misma actriz vive una especie de liberación en la narración al interpretar a una integrante de la UAM, Unión Argentina de Mujeres, que surge de la mano de Victoria Ocampo.

Una década después, Thelma Fardin escuchará la Ley 13010 del Sufragio Femenino sancionada en 1947 y Mirta Busnelli será una trabajadora de la Fundación Eva Perón. Anabel Cherubito escenificará la llegada de la píldora anticonceptiva; Ana María Picchio, el psicoanálisis de los 60, y Melody Llarens, la trata de personas.

Entre otras tantas evocaciones y figuras reales como la jugadora Macarena Sánchez o Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo, Fátima Flórez es Eva Perón y la cantante Daniela Herrero, Felicitas Guerrero.

Hacia el final del relato, junto a fotografías de las organizaciones feministas actuales, Romina Fernandes representa el hoy. Frase como «un largo camino hasta decidir, hasta soñar» recorren su cuerpo con bodypainting como símbolo «de una lucha que no termina». La última imagen, a modo de puntos suspensivos, abre la puerta a lo que vendrá.

PARA AGENDAR

Mujeres inmortales.Exposición de fotografías de Sebastián Naón, con la participación de actrices argentinas. Desde el jueves, en la Asociación Argentina de Actores, Alsina 1762, informó La Nación.

Gabriela Urtiaga en el MOLAA (en Los Ángeles, Estados Unidos), Inés Katzenstein (1970) como curadora de Arte Latinoamericano en el MoMA de Nueva York, Ana Longoni (1967) como responsable del área de Actividades Públicas en museo Reina Sofía de Madrid. El arte argentino puede ser marginal en el gran mercado del arte pero hoy hay tres curadoras argentinas proyectadas en tres de los más significativos espacios internacionales. Curadoras: responsables de lo que se exhibe y cómo, de pensar las muestras y darles sentido. El alma de un museo.

Gabriela Urtiaga. Del CCK a Los Ángeles. / Juano Tesone

Gabriela Urtiaga. Del CCK a Los Ángeles. / Juano Tesone

Son innegables las capacidades personales que cada una de estas curadoras ha sabido desarrollar para conquistar esos espacios, pero la sincronía de sus derroteros es llamativa e invita a reflexionar.

¿Qué es lo que hace de la curaduría argentina algo atractivo a los ojos del mundo?

Ana Longoni. Fue al Reina Sofía de Madrid. / Andrés D'Elia

Ana Longoni. Fue al Reina Sofía de Madrid. / Andrés D’Elia

Algo se hace evidente a la hora de mirar el currículum de las tres elegidas: tienen una sólida formación universitaria en investigación e Historia del Arte. Algo que, de cara a un arte contemporáneo cada vez más complejo, y a las actuales mega-exposiciones que implican meses (y hasta años) de relevamientos, estudios y trabajos de archivo, podría ser un factor a destacar.

Sobre esa base se han asimilado cada una de sus formaciones, para dar perfil singular. Ese que hoy las ubica en distintos puntos del globo, acaso haciendo que en el mapa de las artes, Argentina quede un poquito menos lejos.

La empresa recibió subsidios por casi 200 millones de dólares.

Aerolíneas Argentinas tuvo fuertes pérdidas en 2018, aunque el Gobierno mantuvo el nivel de subsidios.

La empresa estatal cerró el año pasado con un quebranto de $21.800 millones, frente a los $6.400 millones que perdió el año anterior.

«Ambas cifras están expresadas en valores constantes», aclararon fuentes de la compañía, para que sean comparables, lo cual muestra el notable incremento en las pérdidas que tuvo el año pasado Aerolíneas.

Pese a ello, fuentes oficiales señalaron que el subsidio del gobierno fue de US$198 millones en 2018, apenas por debajo de los US$197 que aportó el Estado el año anterior.

Las cifras están siendo presentadas en este momento por directivos de la compañía aérea de propiedad estatal.

 

Clarin

La depreciación de los bonos y la suba del Riesgo País impactan en los papeles bancarios. El congelamiento de tarifas golpea a las energéticas.

En la Argentina no hay operatoria financiera este jueves por el feriado del Jueves Santo, pero en el exterior se negocian acciones y bonos con una tendencia definida a la baja.

El «castigo» para las valuaciones de activos domésticos no se corresponde a la tendencia general del mercado. El índice Dow Jones de Industriales avanza 0,3%, hasta los 26.541 puntos, no muy lejos del máximo histórico de 26.486 enteros del 3 de octubre pasado.

Las acciones argentinas que se negocian en las bolsas de Nueva York a través de los certificados ADR (sigla en inglés de American Depositary Receipt) operan con mayoría de pérdidas, con bajas en torno al 7% en dólares para los bancos, y entre 3 y 7 por ciento para las empresas ligadas al sector energético.

En el primer caso, el descenso de precios de los bonos soberanos, que integran buena parte de la cartera de los bancos, así como la extendida tenencia de Letras de Liquidez (LELIQ), pieza importante en el actual de modelo de negocios de las entidades, lleva a caídas contundentes de las valuaciones en dólares para Grupo Galicia (-7,9%), BBVA Francés (-7%), Banco Supervielle (-5,7%) y Banco Macro (-5,6%).

Para los títulos del sector energético, la ola vendedora tiene que ver con el anuncio de congelamiento de tarifas dispuesto hasta fin de año por el Gobierno nacional, con el objetivo de quitarle impulso a una inflación más alta que lo previsto en los cálculos oficiales. En un 54,7% anual, es la más elevada desde enero de 1992, mientras que el alza de 4,7% del mes de marzo anticipa un número próximo al 4% para abril.

Transportadora Gas del Sur, que ya había resignado 6% el miércoles, cede ahora otro 7,3 por ciento. Le siguen Pampa Energía (-4,4%), Edenor (-3,5%) y Central Puerto (-0,8%).

Para Eduardo Fernández, analista de Rava Bursátil, el paquete que lanzó el Gobierno para bajar la inflación y reactivar el consumo «es solo un paliativo para el corto plazo (…) Es que para el mediano plazo, existen muchas dudas acerca de la viabilidad de estas medida».

 

Infobae