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La funcionaria calificó a los asaltantes de “violentos agitadores” que “socavaron los legítimos derechos de la primera enmienda (de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión) de los muchos miles de personas que hicieron oír sus voces pacíficamente en el Capitolio”.

“Lo condenamos, el presidente y esta administración, en los más enérgicos términos posibles”, porque lo ocurrido ayer es “inaceptable” y los responsables “deben ser castigados con todo el peso de la ley”, subrayó la vocera en conferencia de prensa en la Casa Blanca.

McEnany aseguró que el presidente y sus colaboradores lamentaban la muerte de cuatro personas en los disturbios, agradeció la labor desempeñadas por los “valientes” policías y sostuvo que “ahora es el momento de que Estados Unidos se una para rechazar la violencia”.

“El valor esencial de nuestra administración es la idea de que cada ciudadano tiene el derecho de vivir en paz, en seguridad y en libertad”, agregó, según las agencias de noticias Europa Press y Sputnik.

Donald Trump grabó un mensaje de un minuto de duración que subió a Twitter, tras los incidentes de esta tarde en el Capitolio. El presidente norteamericano llamó a sus seguidores a desmovilizarse tras el copamiento de la sede del Poder Legislativo, lo cual obligó a suspender la sesión de ambas cámaras del Congreso que debía certificar la victoria de Joe Biden como nuevo presidente.

«Entiendo su dolor y que estén dolidos. Tuvimos una elección que nos robaron. Fue una gran victoria y todos lo saben, sobre todo del otro lado. Pero ahora se tienen que ir a casa. Necesitamos paz», dijo Trump desde los jardines de la Casa Blanca, a muy pocos kilómetros de un aquelarre sin precedentes.

«Necesitamos paz y orden y respetar a los agentes del orden. No queremos a nadie lastimado. Es un período de tiempo muy difícil, nunca ha habido algo así, en que pasara algo como esto y nos roben a mí, a ustedes, al país», siguió Trump, quien resaltó que «esta elección fue fraudulenta, pero no debemos caer en esto». «Necesitamos paz», agregó.

Trump dijo a sus simpatizantes que «los amamos, son muy especiales. Han visto lo que pasó y ven cómo se trata a otros, de manera tan mala y cruel, así que entiendo cómo se sienten. Pero váyanse a casa y háganlo en paz».

El video que Trump publicó en Twitter fue acompañado de la leyenda que acompaña casi todos los tuits del presidente en los que se refiere al resultado electoral e insiste en haber sido víctima de fraude. Twitter no adhiere a la teoría del fraude y por eso no permite que esos mensajes, este video incluido, puedan ser retuiteados ni recibir favs.

Fuente: Pagina 12

Se trata de un perro rescatado, adoptado por Joe Biden quien, con su familia, se mudarán a la casa presidencial en enero de 2021.

Joe Biden había incorporado a su familia a Champ, un ovejero, al asumir la vicepresidencia con Obama en 2008, pero recibió algunas críticas por haber comprado el animal. Luego decidió sumar otro cuadrúpedo a su familia y esta vez optó por uno rescatado; así fue como conoció a Major.

Fue su hija Ashley quien dio la noticia de la adopción del nuevo integrante que, el próximo año, junto a toda la familia se mudará a la Casa Blanca y será el primer perro rescatado en vivir en la sede presidencial, también será la primera vez luego de cuatro años en que ingrese un perro a esa casa.

Obama había sido acompañado en su estadía allí por sus dos mascotas Bo y Sunny, ambas de la raza portuguesa de agua.

El secretario general de la Casa Blanca, Mark Meadows, dio positivo por coronavirus, confirmaron dos funcionarios a CNN.

Meadows le dijo a la gente después de las elecciones que tenía coronavirus, pero no era claro cuándo dio positivo por primera vez, según las fuentes. Había viajado con el presidente Donald Trump el domingo y el lunes.

También estuvo en la fiesta electoral de la Casa Blanca el martes y entró en estrecho contacto con miembros de la familia del presidente.

Los funcionarios de la Casa Blanca ahora están alarmados, dado que Meadows ha estado cerca de otros miembros del personal mientras es potencialmente contagioso, le dijo un asistente a CNN.

Bloomberg fue el primero en informar sobre la prueba positiva de Meadows.

El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, acumuló ya más votos de los que logró Barack Obama en las elecciones de 2008, en las que obtuvo su primera victoria electoral, superando así el récord establecido por quien fuera el primer presidente negro de Estados Unidos.

Según el recuento que ofrece la cadena Fox News, Biden recabó hasta ahora más de 69,77 millones de votos, frente a los 69,49 que obtuvo Obama en sus primeras elecciones, en las que se impuso al republicano John McCain, que sumó 59,94 millones.

En opinión de Nate Silver, director del portal Five Thirty Eight, especializado en asuntos electorales, es muy probable que Biden termine obteniendo «en torno a los 80 millones» si la participación total es de unos 155 millones.

Unas 101 millones de personas votaron por correo o de forma anticipada, citó la agencia de noticias Europa Press.

A su vez Trump, que según la cadena Fox News cuenta con 67,16 millones de votos, podría terminar con «entre 73 y 75 millones», escribió Silver en su Twitter, pronosticando que así ambos terminarían batiendo el récord de Obama.

No obstante, ser el candidato más votado no significa ser elegido Presidente, puesto que la elección en Estados Unidos es indirecta y el sufragio de los ciudadanos va para sus representantes en el Colegio Electoral, que es el que finalmente elige al mandatario.

En la historia de Estados Unidos hubo cinco candidatos que llegaron al poder sin haber ganado el voto popular.

El último de ellos fue el propio Trump.

En 2016, la demócrata Hillary Clinton obtuvo casi 2,9 millones de votos más que el republicano Trump, pero éste superó los 270 delegados necesarios en el Colegio Electoral.

Un influyente modelo de coronavirus actualizó su pronóstico para enero, anticipando un escenario «más probable» de 415.090 muertes en Estados Unidos, EEUU, durante ese mes.

«La nueva proyección de 415.000 muertes en Estados Unidos para el 1 de enero representa más del doble de las muertes en los últimos seis meses», dijo el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington, en su último pronóstico.

En el peor de los casos, los fallecimientos podrían llegar a más de 600.000 para el 1 de enero, dijo el IHME.

Según la Universidad Johns Hopkins, se han registrado casi 6,4 millones de casos de covid-19 en EE.UU. y han muerto más de 191.000 estadounidenses. En el mejor de los casos planteados por el IHME, poco menos de 300.000 personas morirán.

«Pero el uso de las máscaras en EE.UU. va en la dirección equivocada. Actualmente, sólo seis estados tienen un 50% de uso de mascarillas: California, Texas, Virginia, Hawaii, Florida y Alaska», dijo el IHME.

Un tiroteo en los alrededores de la Casa Blanca dejó este lunes un herido, dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El mandatario abandonó de manera abrupta un encuentro ante los medios y minutos después retornó para explicar el incidente.

«Hubo un tiroteo fuera de la Casa Blanca y alguien fue llevado al hospital», señaló el mandatario de vuelta frente a los periodistas.

Luego Trump añadió que el atacante fue quien resultó herido y trasladado a un centro hospitalario.

El presidente estadounidense agradeció la «rápida» intervención del Servicio Secreto en el incidente.

«¿Qué está pasando?»

En mitad de un encuentro con la prensa, uno de los asesores de Trump se acercó y le susurró algo al oído.

De inmediato, el presidente salió rodeado por personal de la Casa Blanca sin dar mayor explicación a los periodistas.

Lo único que se le escuchó decir fue «¿qué está pasando?» en el breve intercambio de palabras con el agente que se acercó para informarle.

Nueve minutos después, el mandatario reapareció y dio una breve explicación de lo sucedido a los periodistas.

«Todo está bajo control», dijo antes de señalar que fue escoltado al Despacho Oval mientras se neutralizaba el tiroteo.

Señaló que no cree que el atacante haya superado la zona perimetral de la Casa Blanca.

El tiroteo se produjo cerca de la valla que restringe el paso a los jardines del lugar, afirmó.

El Servicio Secreto, encargado de la seguridad del presidente, confirmó que un agente estuvo envuelto en un tiroteo.

«Un varón y un agente fueron trasladados a un hospital local», informó en Twitter el servicio secreto, que agregó que en ningún momento el sospechoso estuvo dentro del perímetro de la Casa Blanca y que ninguna persona dentro estuvo en peligro.

Trump dijo que desconocía si el sospechoso tenía alguna mala intención en su contra.

«Es una desgracia que éste sea el mundo, pero el mundo siempre ha sido un lugar peligroso, no es algo único», restó importancia Trump.

El departamento de bomberos del Distrito de Columbia, donde se ubica la capital estadounidense, dijo que un hombre había sufrido lesiones graves, posiblemente críticas.

El presidente estadounidense, Donald Trump, celebraba hoy el Día de la Independencia con un saludo a la nación y un despliegue de fuegos artificiales en Washington que congregaba a miles de personas, ignorando recomendaciones de funcionarios de salud de evitar festejos masivos en medio del mayor repunte del coronavirus en el país en dos meses.

El «Saludo a Estados Unidos» de esta tarde incluía un discurso del mandatario desde la Casa Blanca para celebrar la historia y tradición del país, así como un sobrevuelo de aviones de guerra y una gran batería de fuegos de artificio en el National Mall, la zona de jardines rodeada por museos, monumentos y memoriales ubicada en el Monumento a Washington y el Capitolio.

El presidente abrió las celebraciones anoche con un discurso en el estado de Dakota del Sur al pie del famoso Monte Rushmore, donde están tallados en la montaña los rostros de los expresidentes George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt, cuatro de los mayores próceres de la nación.

Para el evento, al que asistieron miles de personas, la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Neom, una aliada del mandatario, dijo que no era necesario guardar distancia social y que el uso de barbijo era opcional.

En un comunicado emitido hoy por el 244 aniversario de la adopción de la Declaración de la Independencia, Trump admitió que «en los últimos meses, el espíritu estadounidense sin duda fue sometido a prueba por muchos desafíos», en una alusión al coronavirus y a una ola de protestas contra el racismo tras el crimen de un afroestadounidense, George Floyd, a manos de un policía blanco.

La participación del presidente en grandes concentraciones de personas va a contramano de la decisión adoptada por autoridades de muchos estados o localidades de prohibir los fuegos artificiales y otras tradiciones por el Día de la Independencia, o de cerrar playas y parques para evitar aglomeraciones.

El objetivo de estas medidas es tratar de contener el fuerte aumento de los casos de coronavirus, el mayor en dos meses, que están registrando entre 36 y 40 de los 50 estados del país luego de reabrir sus economías tras superar sus anteriores picos de contagio.

Por tercer día seguido, Estados Unidos registró ayer más de 50.000 casos del nuevo coronavirus, 51.842, según la base de datos de la Universidad Johns Hopkins.

El país, el más afectado por la pandemia, ya suma más de 2,81 millones de contagios y más de 129.000 muertes.

El repunte de la Covid-19 afecta sobre todo a estados del Sur y el Oeste, como California, Arizona, Texas y Florida, que marcaron récord de casos diarios varias jornadas de esta semana.

Florida comunicó hoy nuevo récord de contagios diarios con 11.458 registrados en la última jornada, casi 2.000 más que ayer, mientras que el total de infectados asciende a 190.052.

Esta tendencia a la alza en el número diario de casos ahondó los temores de un colapso hospitalario, lo que llevó a numerosos municipios a reforzar el uso de tapabocas -en algunos de forma obligatoria- y decretar el cierre de playas durante este fin de semana festivo para frenar el avance del brote.

En Miami-Dade, el condado floridano más afectado por la Covid-19, las autoridades decidieron incluso volver a imponer ayer un toque de queda entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana.

El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, se resiste a dar marcha atrás en la reapertura del estado, iniciada en mayo, y por el momento sólo restringió la venta de alcohol en bares como medida preventiva.

El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ha advertido que las grandes concentraciones de personas como la planeada para esta tarde en Washington podrían potenciar la propagación del coronavirus.

En busca de su reelección en noviembre, Trump ha estado haciendo todos los esfuerzos posibles por retornar el país a la normalidad, presionando a favor de reaperturas con mayor premura que la mostrada por autoridades de muchos grandes estados y ciudades.

Antes de la llegada del coronavirus, los buenos indicadores económicos eran uno de los argumentos más explotados por Trump a la hora de hacer campaña, pero el impacto de la crisis de la Covid-19 ha perjudicado al magnate republicano.

En un intento de paliar esta situación, el presidente firmó hoy una extensión por cinco semanas de un programa federal de préstamos a Pymes, que había sido aprobado esta semana por el Congreso.

Esta iniciativa es considerada como uno de los cimientos del paquete de ayuda económica de 2,2 billones de dólares aprobado en marzo como medida de emergencia ante la crisis desatada por la pandemia.

Tras haber minimizado originalmente la gravedad de la enfermedad, Trump también se ha resistido a usar barbijo en público, como recomienda su Gobierno, y como le han pedido legisladores de su Partido Republicano.

Sin embargo, cada vez más personas del entorno presidencial son diagnosticadas por coronavirus.

La última fue la novia del hijo mayor del presidente, una de las principales integrantes del comité de recaudación de fondos para la reelección del líder republicano, quien dio ayer positivo antes de asistir al homenaje en Dakota del Sur.

Tanto Kimberly Guilfoyle como el hijo del presidente, Donald Trump Jr, quien dio negativo, se aislaron y suspendieron todos sus actos públicos, reportó la cadena CNN.

Funcionarios del Departamento del Interior dijeron que se repartirán 300.000 tapabocas para el evento de hoy en Washington.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, que no puede cancelar las celebraciones porque se realizarán en tierras federales, advirtió ayer de los obvios peligros de un acto tan multitudinario.

La Casa Blanca ordenó hoy, por pedido de Donald Trump, que todo el personal use barbijo o tapabocas cuando no esté en su oficina o escritorio como precaución por los recientes casos positivos de coronavirus en el gobierno, una medida que, sin embargo, no se aplica por ahora al mandatario o a su vice, Mike Pence.

«Requerimos que cualquiera que entre en el Ala Oeste (donde está la oficina del presidente) lleve un barbijo o algún recubrimiento facial», instruyó un memo interno, citado primero por el diario The Wall Street Journal, y luego confirmado por el propio Trump en una breve conferencia de prensa.

«A no ser que necesiten absolutamente entrar en el Ala Oeste por trabajo, les pedimos respetuosamente que eviten visitas innecesarias», agregó el texto.

La orden interna se informó luego que tanto un asistente personal del mandatario como la vocera del vicepresidente, Katie Miller, dieran positivo por coronavirus.

Ante la prensa, sin embargo, Trump aclaró que nunca se sintió en peligro o vulnerable en la Casa Blanca y calificó de «soprendente» que el número de infectados no sea mayor en la sede de gobierno, dada la cantidad de personas que entran y salen diariamente.

En la conferencia de prensa, dos asesores del presidente hablaron con barbijos, mientras el mandatario se mostró, una vez más, sin ningún tipo de protección.

Los medios estadounidenses que difundieron el memo interno de la Casa Blanca confirmaron con fuentes del gobierno que la obligación de taparse la nariz y la boca no correrá ni para el mandatario ni para su vicepresidente.

Pence, el funcionario que lidera el equipo especialmente creado para enfrentar la pandemia, no participó de la conferencia de prensa esta vez y tuvo su reunión diaria en una sala aislada y sin barbijo, según la agencia de noticias EFE.

En tanto, dos miembros destacados de su equipo, Robert Redfield, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y Stephen Hahn, jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), no pudieron participar de la reunión porque están bajo estricto aislamiento.

El principal epidemiólogo del gobierno, Anthony Fauci, por su parte, participó de manera remota desde su casa, donde cumple una una cuarentena «parcial».