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Las inversiones de litio y cobre podrían superar los u$s20.000 millones en la próxima década, y la minería transformarse en uno de los principales sectores exportadores de Argentina.Debido a la demanda que tendrán estos dos minerales en el marco de la transición energética.

Los ejecutivos de las empresas más importantes del mundo advierten de que si el país no realiza cambios en las “reglas de juego”, las inversiones seguirán frenadas.

Esas fueron algunas de las conclusiones del encuentro realizado en Arminera, una mega feria internacional sobre minería que se realiza desde este lunes y hasta el miércoles en La Rural.
 

Los empresarios de IDEA se unieron a la cámara de empresarios mineros (CAEM) y armaron una jornada sobre las oportunidades y desafíos de la industria minera en Argentina.

Con fecha del 25 de abril, ingresó a la Legislatura del Chubut el proyecto de Ley N° 19/23, anunciado como «de Soberanía Energética».

Una película que ya vimos: un gobierno, en este caso el de Chubut, impulsando sin participación ciudadana un proyecto de Ley lleno de aristas sospechosas.

El proyecto de Ley N° 19/23 apunta a acrecentar la captura de la renta eléctrica futura.

El gobierno de Chubut seguramente sabe que para las próximas décadas se espera un fuerte incremento de la demanda global de electricidad, sobre todo renovable (sabe por experiencia propia que los combustibles fósiles se están acabando; lo de que contaminan seguramente también lo sabe pero no le importa), ya sea para su consumo directo o (sobretodísimo) para la producción de vectores energéticos verdes (como el hidrógeno/amoníaco) o electro combustibles (como el e-metanol). (Las corporaciones sueñan con electrificarlo todo, y meter hidrógeno en aquello que no se pueda o sea muy difícil de electrificar.)

Definitivamente, el gobierno de Chubut no quiere perder la oportunidad que se le presenta con la llegada de la Era de la Electricidad Renovable. Pero su sueño eléctrico no tiene mucho margen: o cobra por el viento y el sol, o se asegura el monopolio del mercado eléctrico, que es lo que plantea el proyecto de Ley presentado el 25 de abril.

En efecto, el N° 19/23 propone la creación de una institución denominada Mercado Eléctrico Mayorista Regional de Chubut (MEMReCh) para promover (y regular) las relaciones comerciales entre oferentes y demandantes de energía eléctrica (Art. N° 57) (una suerte de CAMMESA provincial que reemplace a CAMMESA en el territorio provincia).

Actualmente, los grandes centros poblados del Chubut se abastecen del Sistema Interconectado, estando las distribuidoras de este sistema sujetas a la jurisdicción nacional. Pero el resto de la provincia, un 85% de su territorio, se abastece con el sistema de generación y distribución «aislado», que el proyecto de ley reconoce como obsoleto y ambientalmente oneroso. El proyecto del gobierno propone unificar el sistema.

La idea es que MEMReCh compre electricidad a las generadoras a una tarifa uniforme (basada en el costo económico del sistema) y la venda a los distribuidores a una tarifa uniforme a un costo mayor (lo que perciben los generadores más los costos de transporte desde los puntos de suministro y distribución) (Art. N° 62).

Cómo sería el mecanismo: la empresa X (ponele Genneia o YPF-Luz) que ha instalado sus parques eólicos en el norte de Chubut, le vende la electricidad generada a MEMReCh, la que a su vez se la vende a la empresa Y (ponele Fortescue Future Industries). Eventualmente, MEMReCh podrá comprar la electricidad a 10 y venderla a 20. Eventualmente también, podrá vender la electricidad a 10 y la provincia subsidiar a la empresa Y poniéndose con los otros 10. (Debemos recordar que el componente que más incide en el precio del kilo de hidrógeno verde es el coste de la energía eléctrica renovable necesaria para la electrólisis, por lo que Fortescue Future Industries estaría agradecidísima si le dan una mano en ese sentido.)

La electricidad se distribuirá (MEMReCh venderá) de acuerdo con un «Plan Electro Energético Provincial» (Art. N° 4). Y por aquí podría estar la clave. De mal pensados que somos, podemos suponer que la intención que esconde este proyecto es garantizar el abastecimiento eléctrico a la minería (hoy prohibida en la provincia) a un módico precio, sin que las empresas deban instalar sus propios parques de generación o negociar directamente a través del MATer.(De hecho, el Art. N° 6 habla de las «demandas futuras de los recursos electro energéticos».)

A propósito, ¿qué onda con el MATer de sancionarse la ley? Si no entendí mal, continuará vigente: no habrá interferencias en «los contratos libremente pactados entre las partes, entendiendo por tales a los generadores, grandes usuarios y distribuidores (mercado a término)» (inc. a, Art. N° 61). Por otra parte, el Art. N° 66 indica: «La EPECH SAPEM (la nueva empresa provincial de energía cuya creación contempla el proyecto) no impondrá restricciones a los autogeneradores que suministren energía a través de contratos libremente pactados con los demandantes, salvo que existieran razones técnicas fundadas, y canalizará ventas de saldos de este tipo de generación, en la medida que resulte económico para el sistema». (Esto resaltado es para investigar, a mí se me escapa.)

De acuerdo con esto último, nuestra empresa Y no tendría obstáculos en negociar el abastecimiento eléctrico a través de un contrato con una empresa generadora. Pero claro, quizás lo otro (comprarle la electricidad a MEMReCh a un precio subsidiado) le convenga enormemente. (Debe tenerse en cuenta que uno de los objetivos del proyecto, más o menos explícito, es el de atraer inversiones, o sea de generar condiciones de negocios: FFI, venite para Chubut)

El proyecto de Ley N° 19/23 se completa con la creación de una empresa provincial de energía para el sector eléctrico (la mencionada EPECH SAPEM), con participación accionaria de la provincia (51% de las acciones clase A, es decir con derecho a voto). De aprobarse el proyecto, la provincia transferiría a esta empresa todas las acciones que posee en las hidroeléctricas y centrales térmicas de la provincia (Art. N° 34). Mucho de lo que hay en esta ley pasa por la conformación de esta nueva empresa.

Como se ve, de soberanía energética poco y nada, más tirando a nada que a poco. Se trata solamente de manotear una renta, sin siquiera cuestionar el fondo de la cuestión: energía para qué y para quién.

Esto en el mejor de los casos. En el peor, se trata de una maniobra para beneficiar a empresarios amigos. El Caballo de Troya que denuncian las asambleas socioambientales chubutenses.

Fuente: Rio Negros Inmargen

El Presidente Alberto Fernández, hizo un enérgico pedido a Chubut para redefinir el rechazo a la minería y, en particular, sobre la posibilidad de explotar la plata en el Proyecto Navidad.

En este sentido, señaló: “A los amigos de Chubut les digo que revisen, porque tienen la segunda mina de plata más grande del mundo en la Meseta”.

El mandatario nacional se dirigió a “los chubutenses”, pero también es un mensaje dirigido a aquellos con representación política y quienes aspiran a gobernar los destinos de la Provincia, donde enfatizó que “si me dijeran que esa plata está en los bosques y en la zona turística, lo entiendo”.

En este marco, hizo alusión al yacimiento de plata conocido como “Navidad” y a la derogación de la ley que se sancionó en la Legislatura chubutense en diciembre de 2021 en medio de la movilización popular en toda la Provincia -según publica Diario El Chubut-.

Fernández pidió enérgicamente que Chubut revea su posición sobre la minería y recalcó que “no entiendo por qué no se animan a explorar esa zona”. Y ante la consulta sobre el motivo del rechazo, el mandatario nacional esgrimió: “Porque los defensores de medio ambiente dicen que eso no lo quieren”.

El Presidente precisó que “yo eso lo entiendo si eso ocurriera en la zona boscosa, en los Andes, está en el medio de la Meseta… es un desierto». Y puntualizó que “deberíamos poder buscar un modo de explotación segura, no contaminante de esa plata”.

«Los defensores del medio ambiente se oponen a la minería siendo que la meseta es un lugar desierto donde, con los cuidados necesarios no afectaría«, resaltó el mandatario nacional.

Proyecto Navidad

Pan American Silver está vinculada a ese plan desde 2010, cuando compró Aquiline Resources y desde entonces se encuentra trabajando en estudios ambientales y desarrollos de la zona en trabajo con la población, a la espera de la luz verde para comenzar a operar.

Con una extensión de aproximadamente 10.000 hectáreas, el Proyecto Navidad debe su nombre a que los primeros resultados de laboratorio se consiguieron un 25 de diciembre.

Según las proyecciones de la empresa, se obtendrán allí 7,5 millones de onzas de plata anuales en promedio de plata y a partir de su construcción, aseguran que habrá más de 2800 empleos vinculados (unos 800 directos y el resto indirectos), en una región rural donde el trabajo es realmente codiciado entre la población.

La tranquilidad del pueblo patagónico se vio sacudida en 2002 con la llegada de una multinacional minera que prometía trabajo y bienestar. Pero la población de Esquel se informó, organizó y, en una votación histórica, el 81% dijo «No a la mina». Se transformó en una referencia en la lucha contra el extractivismo. Crónica de una victoria.

Esquel no conocía de megaminería, cianuro y drenajes ácidos. Pero tuvo un curso acelerado en 2002, cuando se enteraron por el diario que la multinacional Meridian Gold pretendía explotar oro y plata en las montañas a diez kilómetros del casco urbano. El pueblo vivió una revolución, tanto que fue el primer lugar de Argentina que votó contra la magerminería y el 81 por ciento dijo «No». Ese triunfo, inédito en el país, iluminó luchas en los 5000 kilómetros de Cordillera. A veinte años de aquella gesta, Viviana Moreno, de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina de Esquel, repasa aquellos días, las dos décadas de lucha y también el futuro: «Luchamos por el agua de todos, luchamos por el agua de las generaciones futuras».

Nacida en Santa Fe y afincada en Esquel desde hace casi cuatro décadas, Moreno estuvo desde la conformación de la Asamblea No a la Mina hasta la actualidad. En esta charla aborda todos los temas: de lo personal a lo colectivo, la política partidaria y la que se hace de forma horizontal, la defensa del territorio y los entregadores, el saber popular y el conocimiento científico. Y, a cuarenta años de la recuperación de la democracia, destaca una certeza: «Si estás a favor de los derechos humanos, no podés estar a favor del extractivismo».

Crónica de una victoria: «No a la mina»

-¿Cómo recuerda ese 23 de marzo de 2003?

-Lo recuerdo con mucha alegría y con mucha emoción. Sabíamos que íbamos a ganar, pero no me imaginé que sería por el 81 por ciento de los votos porque desde el gobierno y las mineras hicieron una campaña enorme para tratar de seducir a la gente, con plata, electrodomésticos, de todo. Pero la gente recibía lo que le daban y luego iban y votaban contra la megaminería. Y siempre destaco a los barrios más humildes, donde ya había problemas de acceso al agua, que fueron muy conscientes de lo que podía implicar la megaminería y de lo importante que era defender el agua.

-¿Qué importancia le asignan, en estos veinte años, a la movilización permanente (en Esquel se marcha todos los 4 de cada mes)?

-El 23 de marzo fue felicidad absoluta. Pero algo que marcó dónde pararnos en esta lucha fue que en ese momento, que estábamos en la calle celebrando, un vecino dijo: «Miren que esto es solo una batalla». Lo entendimos de esa manera y al mismo tiempo que valorábamos muchísimo ese triunfo, seguimos trabajando para la toma de conciencia sobre el agua, la organización colectiva y el no dejar la calle.

-¿Qué la motivo, en lo personal, a sumarse a la lucha?

-Trabajaba en el hospital y recuerdo cuando vi la tapa del diario con el cerro y el anuncio de la llegada de la minera. Era 2002. Era muy notoria la desocupación y prometían puestos de trabajo, progreso. Me pareció una buena opción. Hasta que mi compañero de trabajo, bacteriólogo, me dijo: «Te voy a dar un artículo canadiense que habla sobre cómo este tipo de minería actual genera drenaje ácido (que contamina las fuentes de agua)». Y fue un viaje de ida. Confirmaron que de ninguna manera esta actividad puede resolver el drenaje ácido. Yo no podía estar de acuerdo con esa contaminación. Ahí fue muy importante también el accionar de académicos como Silvia González, Marta Sahores y Lino Pizzolón, que comenzaron a explicar los aspectos químicos y técnicos de la minería. Ahí comenzamos hablar de cianuro de sodio, detonaciones y el «no» se fue haciendo más fuerte.

-Y comenzaron las asambleas masivas…

-Todo fue muy rápido. La información comenzó a circular. La primera reunión en la que participé, que era la segunda reunión que se convocaba, ya éramos 600 personas. Y fueron cada vez más masivas.

-¿Cómo jugó la crisis social post 2001 y, al mismo tiempo, el proceso asambleario que se había dado en distintas ciudades del país?

-La crisis había aportado desocupación, empobrecimiento y eso era tierra fértil para el extractivismo. Por otro lado, ese furor social que hizo del movimiento asambleario una práctica fundamental, se aplicó en nuestro caso. Hubo una participación social activa, involucramiento. Eso también jugó a favor de la lucha. Y también, claro, estuvo la lucha de los pueblos originarios, que ya venían luchando por sus territorios.

-¿Cómo fue la participación de los pueblos indígenas?

-Los pueblos originarios participaron desde un comienzo. Puntualmente recuerdo que, en diciembre de 2002, el Pueblo Mapuche hace un trawn (gran reunión) donde se nos invitó a todos. Mucha gente de la Asamblea del No a la Mina participó. Y de ahí salió un documento (que forma parte de la muestra por los 20 años) donde toman un posicionamiento muy claro respecto al agua y por el no a la magaminería. Muchas ideas de organización surgieron de ese famoso documento del trawn.

-¿Cómo llegan de juntarse en asambleas, cada vez más masivas, a impulsar el plebiscito?

-En noviembre de 2002 comenzamos a ir al Concejo Deliberante. Para que tome partido por el proyecto minero. La primera vez éramos tantos que fue caótico. Suspendieron la sesión y la hicieron en un gimnasio. Ahí fue muchísima gente, tanto a favor como en contra. Y el Concejo Deliberante pidió 15 días para poder tomar una posición. Pero empezó el receso legislativo. Entonces se hizo una sesión extraordinaria los primeros días de febrero. Nos enteramos y fuimos cientos, con bombos y no paramos de cantar, presionar, hasta lograr lo que queríamos.

-¿Qué querían?

-Surgieron tres ordenanzas. La de prohibición de cianuro en el ejido municipal de Esquel (que a los pocos días el intendente la vetó). La segunda implicaba desafectarse de las leyes mineras nacionales. Y la tercera fue el plebiscito por «Sí» o «No» al proyecto minero. Terminada esa sesión, estuvimos horas marchando alrededor de la ciudad. Festejando ese primer triunfo, el de lograr el plebiscito. Lo logramos con la gente en la calle.

Luchas conjuntas contra la megaminería

-En 2002 no existían las herramientas de comunicación actuales. ¿Cómo llegaban a la información? ¿Qué rol jugó la relación con otros territorios?

-En ese momento la única forma de conectarnos era a través de correo electrónico. Y una de las primeras comunidades que conectamos fue Tambo Grande (Perú). Ellos tuvieron algunas sugerencias que nos parecieron importantes, entre ellas, la de que fuéramos un movimiento con muchas cabezas, no solo una. Ellos hicieron un plebiscito previo al nuestro y a su líder lo asesinaron. Entonces ellos nos decían que teníamos que ser muchos. Hubo gente de acá que pudo viajar a Tambo Grande. Y luego también fue importante Andalgalá, que vinieron y nos contaron de qué trataba la megaminería en Catamarca (ya operaba Bajo la Alumbrera), que no era nada bueno para los pueblos.

-También hicieron mucho eje en las leyes mineras...

-La información fue clave, tanto como el estudiar cómo llegó la megaminería a nuestro país. Ahí conocimos de las leyes de la década de 1990 y empezamos a identificar que la minería era sinónimo de saqueo y contaminación. Así lo definimos y fue otra forma de explicar por qué no queríamos a Meriand Gold, ni a ninguna otra empresa. Y no podemos no mencionar a Javier Rodríguez Pardo, del Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH), que fue muy importante. Era un compañero muy claro y sumó a todo un trabajo colectivo que se estaba dando en Esquel y, de una u otra manera, se sostuvo estos veinte años.

-¿Qué aprendizaje le queda del rol de los gobiernos y empresas?

-Que las empresas y gobiernos nos subestiman. Pero los pueblos tenemos una enorme potencia organizativa y de lucha. Podemos cambiar las cosas y ya no aceptamos espejitos de colores.

Esquel, dos décadas de movilización y de «No a la mina»

-¿Cómo ve hoy lo que sucedió en Esquel contra la megaminería y, también, en la provincia, por ejemplo el Chubutazo de 2021?

-Algo que aprendimos es que un pueblo dispuesto a luchar no tiene límites. Me emociona cada vez que hablo de esto. Fundamentalmente porque, por ejemplo, en el Chubutazo hubo mucha gente joven que salió a la calle. Fue el pueblo de Chubut que salió a la calle en toda la provincia. Yo creo de verdad que un pueblo unido jamás será vencido. Y fue así, era un pueblo unido por un objetivo determinado y estaba convencido. Luchamos por el agua de todos, luchamos por el agua de las generaciones futuras. Y cada uno de los que estuvieron poniéndole cuerpo a esto, a las balas, son héroes. Diciembre de 2021 fue una cacería organizada que tiraba contra todos, era tremendo, y ningún político de la provincia de Chubut se paró delante de una cámara de televisión o delante de una radio a repudiar lo que estaba pasando.

-En esos días, justo a veinte años de diciembre de 2001, se dijo que había un encadenamiento de resistencias. ¿Saben que ustedes también han inspirado otras luchas? Recuerdo Loncopué (Neuquén) con la minería y Gualeguaychú contra las pasteras y sus referencias hacia Esquel.

-Lo hemos escuchado pero creo que ni siquiera nosotros lo sabemos, quizá no somos conscientes. Imaginate una pequeña población luchando contra poderosos. Pudimos vencer a una multinacional apoyada por los gobiernos nacional, provincial y local. Me parece que el mensaje que dimos a la Argentina y a muchas otras luchas, no solo socioambientales, es que se puede. Unidos, decididos, convencidos: se puede. Creemos que los pueblos no deben estar sometidos a intereses ajenos y pueden elegir qué es lo que quieren para su presente y futuro.

-¿Cuáles son algunos de los hitos de estos veinte años?

-Siempre decimos que la embestida minera es cíclica. Ya sabíamos que puede parecer que se van pero al par de año vuelven. El oro y la plata están en la montaña e incluso ahora vale más que hace veinte años. Entonces la lucha nos enseñó que las mineras tienen mucho dinero y tiempo. Y contra eso resistimos. Una de los hechos más importantes es la conformación de la UACH (Unión de Asambleas de Chubut). Eso nos hace fuertes.

-¿Cómo fue ese proceso?

-Las asambleas de la Comarca nos acompañaron inmediatamente, desde el principio. El Bolsón, Lago Pueblo, El Hoyo, Epuyén. Estaban en nuestras marchas y ellos también hicieron, diríamos, el plebiscito con nosotros. Faltaba en ese momento el resto de la provincia. Pero la información comenzó a circular, nos fuimos conociendo y se fue fortaleciendo la lucha en la costa, con las asambleas de Madryn, Rawson, Trelew, Comodoro Rivadavia. Fue muy importante. Y después vino la Meseta (en centro geográfico de la provincia). El Gobierno en esos años decía que la minería iba a entrar por la Meseta. Y, entre todos, logramos también hacer fuerte la lucha ahí. La lucha y el «no a la minería» se provincializó, y eso es un logro enorme.

Gobiernos, organizaciones y Derechos Humanos

-En muchos de los escritos de la Asamblea queda claro la diferencia de qué es la democracia desde las asambleas y, por otro lado, cómo entienden la democracia los gobiernos, por ejemplo el actual gobernador Mariano Arcioni.

-El gobernador Mariano Arcioni siempre mostró una insensibilidad hacia el sentimiento del pueblo, sea éste un reclamo salarial o el rechazo a la megaminería. No puede o no quiere entender qué significan las luchas del pueblo. Muchas veces no actúa como un político, sino más bien como un patrón. En vez de mirarnos como el representante del pueblo votado en democracia, la mirada o la actitud para con nosotros fue siempre de patrón. Y esas actitudes son irreconciliables con la lucha socioambiental.

-¿Qué lectura hacen de los distintos gobiernos de estos 20 años?

-Desde el menimismo hasta hoy la megaminería es política del Estado y las leyes nacionales son absolutamente a favor del extractivismo. Esté quien esté, ya sea en el gobierno nacional o provincial, todos están a favor del extractivismo. En lo provincial se da que, muchas veces, apoyan la minería por conveniencias individuales, por dádivas, no por un convencimiento político. Hubo claros casos de legisladores que apoyaban la Iniciativa Popular (una propuesta de Ley impulsada por las asambleas) y, poco tiempo después, esos mismos aprobaron la zonificación a favor de la minería. Acá nos conocemos todos y también sabemos de cuestiones de dinero que circulan. Incluso el gobernador Mario Das Neves, que estaba a favor de la minería en su primer gobierno, pocos meses antes de fallecer reconoció que más importante que la minería era el agua. Contó las presiones que tenía de parte de Macri para explotar el proyecto Navidad (de la multinacional Pan American Silver) y decidió hacer una cumbre ambiental. En su discurso, que se puede ver en internet, reconoce que las mineras vienen con valijas de dinero para comprar a otros políticos.

-El 23 de marzo es una fecha histórica para Esquel y las luchas socioambientales. El 24 de marzo es una fecha emblemática para todo el país. ¿Cómo entienden que hay gobiernos, políticos, académicos y hasta organizaciones sociales, entre otros actores, que hablan de la defensa de los derechos humanos pero impulsan el extractivismo en los territorios?

-Yo lo veo como una enorme contradicción. Si vos estás a favor de los derechos humanos, no podés estar a favor del extractivismo de ninguna manera. Es muy claro que el extractivismo se impone con la violación de los derechos humanos. Latinoamérica lleva infinidad de muertos y en Chubut tuvimos criminalización y represiones. Incluso hubo servicios de inteligencia que hicieron espionaje. Y en otros lugares, como Andalgalá, se ve igual o peor, con mucha represión y decenas de judicializados. Entonces, o defendés de verdad los derechos humanos o estás con el extractivismo, no se pueden ambas cosas.

Declaró “inadmisible” un planteo de las comunidades mapuches y tehuelches de la región.

La Corte Suprema avaló un proyecto de explotación minera a cielo abierto en la provincia de Chubut, pese al reclamo en contrario de comunidades de pueblos originarios que habitan en la región.

El máximo tribunal, en una resolución de un párrafo, declaró “inadmisible” un planteo de las comunidades Mapuche Tehuelche Mallin de Los Cual, Tehuelche Chacay Oeste y Laguna Fría, Mapuche Tehuelche Los Pinos y Mapuche Lof Lefimi.

Bajo la modalidad de “amparo ambiental” y con la representación del abogado Juan Manuel Salgado, los pueblos originarios se opusieron al proyecto de explotación minera en las localidades de Gastre y Telsen.

Entre sus argumentos, adujeron que la actividad minera a cielo abierto está prohibida en la provincia y objetaron también el consumo de grandes cantidades de agua potable y el uso de cianuro en la actividad extractiva.

Organizaciones vecinales, sociales y ambientales, como la UAC Trelew y la Multisectorial No a la Mina Trelew, llevarán adelante una jornada en las calles este jueves 15 de diciembre a un año del histórico Chubutazo.

A las 17, partirá una movilización desde la Plaza Independencia de Trelew, y a partir de las 19 habrá Festival en el Anfiteatro Laguna Chiquichano.

«Nos volvemos a encontrar en las calles reivindicando la defensa del territorio y los métodos de organización y de protesta del pueblo que lograron la derogación de la Zonificación Minera resistiendo la traición de los legisladores y del gobierno, y la represión de las fuerzas de seguridad.
Súmate al festejo que se merece este pueblo que hace 20 años en todo el territorio viene resistiendo al extractivismo y al saqueo. ¡CHUBUT YA DECIDIÓ! ¡NO ES NO!», expresaron desde las organizaciones.

En el marco del aniversario del Chubutazo o Chubutaguazo, donde la lucha colectiva y resistencia del pueblo en las calles primó por sobre los intereses individuales, se armaron diferentes actividades entre vecino/as del VirCh – Valdés que queremos compartir con ustedes.

15/12 Caravana de autos desde el Banco Nación a las 17:30 hacia Trelew. Nos sumamos a la marcha en Plaza Independencia y luego al festival en la laguna Chiquichano.

16/12 Festival Provincial por el Chubutazo, a las 16 hs en Casa de Gobierno, Rawson.

17/12 Chubutazo en Puerto Madryn, a las 20 hs en el Patinódromo. Musica, feria y más.

18/12 Festival por la Agricultura de la Meseta de Chubut, a las 20 hs en el Patio de Rawson.

19/12 Charla informativa: Hidrogeno Verde – Uranio- Dragado Pto Rawson. A las 18:30 hs en la Plaza del Papa.

21/12 Emplazamiento Monumento al Chubutazo, a las 18 hs en el predio del Banco Nación, Rawson.

Este viernes se realizó en Trelew una nueva “marcha de los 4” contra la megaminería y en defensa del agua, la cual se congregó en la peatonal Gazín y desde allí se trasladó al centro de la localidad.

Previo a la movilización se realizó la lectura de un documento y luego continuó una intervención artística en referencia a la situación de las mujeres mapuches detenidas en Villa Mascardi.

Por su parte Vilma Pérez, de la asamblea de Trelew, se refirió a las actividades previstas para recordar en diciembre el primer aniversario de las masivas movilizaciones que lograron la derogación de la Ley que habilitaba la megaminería en Chubut.

Anticipó que se realizará un monumento a los vecinos y convocó a la comunidad a sumarse a la organización.

Además, recordó que a un año de la represión que sufrieron los vecinos que se manifestaron contra la “Zonificación”, hace pocas semanas se dispuso la continuidad de la investigación.

También estuvo presente en la jornada la docente y actriz, Andrea Despó, detenida en Villa Masacardi hace un mes, y agradeció a la comunidad de Trelew el acompañamiento para exigir su liberación.

La marcha de los 4 de este viernes en Esquel marcará las 2 décadas de movilizaciones en la localidad contra el extractivismo minero. En noviembre de 2002 la comunidad esquelense comenzaba a movilizarse, en un proceso que terminaría en el plebiscito que le dijo NO a la megaminería, en 2003.

Este viernes 4 de noviembre la comunidad de Esquel se movilizará nuevamente en la “marcha de los 4” contra la megaminería, en una jornada que además estará marcada por la memoria, ya que se cumplen 20 años de aquella primera movilización de los vecinos en contra del extractivismo minero.

Aquel 4 de noviembre de 2002 comenzaba en las calles un proceso social que culminaría el 5 febrero de 2003 con el plebiscito que le dijo NO a la minera que pretendía instalarse allí pero cuyo proyecto sigue ofreciéndose aún hoy por parte de nación en las ferias mineras internacionales.

En este sentido, la asamblea convocó a la comunidad a sumarse y compartió un documento alusivo a la fecha:

Conferencia de prensa

Esta marcha del 4 de noviembre y este mes en particular empezamos a transitar el aniversario de nuestra lucha que cumplió 20 años. A mediados de octubre empezamos a reunirnos en la Escuela normal, primero 60 personas que a la segunda reunión se convirtieron en 600 y fue el 24 de noviembre del 2002 que decidimos unos 1500 vecinos manifestarnos por primera vez en la calle. Sin embargo, el proceso había comenzado mucho antes cuando algunas comunidades de pueblos originarios informaban a los vecinos de Esquel que estaban preocupados por la presencia de técnicos realizando cateos en sus territorios. Luego, algunos vecinos de distintas agrupaciones a mediados del 2002, alertaban que ese proyecto extractivo de oro y plata en el Cordón Esquel traería consecuencias negativas a la vida de la comunidad.

La movilización comenzó a ser multitudinaria a partir de octubre cuando se conforma la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina de Esquel.

Si bien, con el tiempo se van olvidando los detalles, los que transitábamos las calles en aquel 2002/2003 no olvidamos todos los intentos de desacreditar nuestra información desvalorizando a los interlocutores tildándonos de fundamentalistas, de talibanes, que estábamos en contra del progreso, de “zurdos faloperos” e infinidad de adjetivos ofensivos en un intento por impedir que el pueblo nos escuche y nos crea. Pero fue en vano, las alertas que dábamos estaban fundamentadas en información científica de hechos concretos producidos por la actividad minera a gran escala en el resto del país y del mundo. En cambio, el discurso prominero se palpaba como venta de “espejitos de colores”.

La historia nos dio la razón, siempre afirmamos las mismas verdades: “la minería a gran escala que definimos como megaminería es sinónimo de SAQUEO y CONTAMINACIÓN”. En este paso, tuvimos que soportar amenazas, violencia de grupos de choque tercerizados como algunos miembros de la UOCRA, despidos, espionajes, judicializaciones, sin embargo, siempre nos mantuvimos de pie defendiendo el agua de todos. En aquel 2003, algunos empresarios afirmaban que “a estos zurditos los doblegamos con unos pesos”, no pudieron porque como afirmaba un joven militante de aquellos tiempos, “un pueblo que no se vende no se lo puede comprar”. No fue fácil, pero sí muy digna esta resistencia de 20 años.

Aprendimos a usar todas las herramientas posibles, legales, comunicacionales, sociales, para poder cumplir con el lema de que “la base de nuestra lucha es la información y la difusión”. Y así lo hicimos y logramos que la lucha se extendiera de la cordillera a la costa en una provincia donde el pueblo chubutense en la calle hace casi un año volteó la ley que habilitaba la megaminería en este territorio.

Hoy somos muchos los militantes de la Unión de Asambleas de Comunidades Chubutenses situados en 50 localidades pero también debemos reconocer que el escenario es cada vez más complejo. Una de nuestras mayores preocupaciones es que comienzan a violarse en democracia derechos básicos de los ciudadanos, hechos que podríamos asociar a los ocurridos durante la dictadura militar. Por ello, este 4 de noviembre pedimos que nos vuelvan a creer, no somos “unos loquitos” cuando les decimos a nuestros vecinos que estén muy atentos, ya no se trata sólo de la megaminería, son los extractivismos: que deforestan para extender la frontera agrícola, el fracking, los grandes intereses inmobiliarios con extranjeros que pagan fortunas por enormes territorios con fuentes de agua dulce, la explotación de petróleo en el mar con métodos devastadores, entre otros.

Detrás hay un enorme poder económico en complicidad con políticos de turno que pone en juego EL AGUA y EL TERRITORIO que muchas veces está ocupado por comunidades de pueblos originarios. Pido a los vecinos que tengan una mirada más crítica de la situación y no compren la primera versión de algunos medios de comunicación porque está en juego la vida, nuestra propia vida y la de las futuras generaciones.

Recuerden siempre vienen por el oro, viene por todo.

NI EXTRACTIVISMO, NI RACISMO.

Los esperamos desde las 17 hs en la Plaza San Martín con una radio abierta y a las 18 hs a participar de nuestra tradicional marcha.

Así lo transmitieron desde la Cooperativa “Lonko Trapial”, que trabaja en el acopio de lana de los productores y en el reciclado de residuos. Detallaron que desde Provincia “no tienen fondos” para capacitar a los vecinos, no tuvieron respuesta a pedidos de elementos de trabajo y que la Comuna de Gastre “tiene guardada” hace 1 año una prensa para los residuos. “Para ellos esto no es proyecto”, lamentaron.

Desde Gastre, la vecina Cristina Pereira, secretaria de la Cooperativa “Lonko Trapial”, detalló a Radio 3 cuales son los proyectos que impulsan desde la organización de la Meseta y transmitió las dificultades que atraviesan, principalmente por la falta de apoyo y acompañamiento tanto de la Comuna Rural como del Ejecutivo provincial.

Repasó que trabajan con cerca de 70 pequeños productores en el acopio y venta de lana, en la producción de indumentaria con esa lana y recientemente en el reciclado de residuos.

En este contexto, expuso la falta de acompañamiento oficial para capacitar a los vecinos, la falta de aportes de elementos para mejorar el trabajo y la falta de instalación de una prensa para residuos que entregó el Ministerio de Ambiente y que está en la Comuna.

Ella repasó que “hace una año tenemos reciclado y lo que pasa es que hemos asistido a la Comuna, solicitamos al jefe Genaro Pérez un espacio y una prensa que hace un montón se entregó y no está habilitada”.

Además, “tenemos el acopio de lana y hay hilanderas, que necesitan elementos y capacitación -pero- me parece que desconoce el tema el Gobernador”, sostuvo. “No sé qué proyectos quieren, solamente en minería piensan”, lamentó, ya que “para ellos esto no es proyecto”.

En cuanto al acopio de lana, la vecina repasó que se mantiene anualmente tela producción en cerca de 100 mil kilos, “acopiamos lana, se acondiciona, se manda a laboratorio en Rawson y después se saca a la venta y se oferta”.

“Desde que estamos, siempre se mantuvo la producción en cerca de 100 mil kilos por año”, detalló aunque aclaró que “hay productores de la zona que no están en la cooperativa y le venden directamente al acopiador”, sentenciando que “no es que no haya producción”.

Además, la cooperativa trabaja en la elaboración de indumentaria con esta lana, “el proyecto es usar nosotros la misma lana que producimos, poder lavarla y peinarla acá, porque cuanto más limpio mejor sería”.

Fue en este punto donde remarcó la necesidad de incorporar nueves elementos para mejorar la producción, como ruecas. “Pedimos, hicimos una nota a Provincia pero nunca tuvimos respuestas”, informó.

Expresó en este sentido que tampoco reciben asistencia en capacitaciones para desarrollar sus actividades. “Hay que pensar en el campo, que es motor de Gastre. Nosotros hicimos una reunión para conformar una máquina de esquila, se anotaron jóvenes, hicimos una nota a Producción pero nos dijeron que no había fondos suficientes para venir a capacitar a los chicos”.

“Sin capacitación tampoco se puede hacer esto porque son herramientas nuevas –incluso- habíamos conseguido las ovejas para que vengan y le enseñen a los jóvenes”, expresó.

En lo que respecta a los trabajos de reciclaje, remarcó que “ya sacamos 3 mil kilos de residuos. Ahora empezamos en mayo y tenemos mil kilos para vender”, repasó, destacando el acompañamiento y la concientización de los pobladores.

Fue precisamente en este punto donde informó que desde Provincia “se le dio a Gastre hace más de un año una prensa y no se le está dando utilidad, el Intendente quedó en bajar la trifásica y hasta hoy no lo ha hecho el trabajo”.

La prensa “la entregaron y ahí está, en la Comuna”, sentenció y puso énfasis en la necesidad de ponerla en marcha ya que “todo este tiempo hecho usado la prensa de lana, que en algún momento se va a terminar rompiendo porque no es para eso”.

“Hacemos lo que podemos -pero- la verdad es que para ellos era la minaría únicamente, nosotros vemos otras salidas pero hay que apoyar al campo”, sentenció.

“Creo que hay que apoyar al campo, que siempre fue el motor de Gastre y hay un montón de productores, no somos solo los de la cooperativa, hay casi 400 productores y hay que apoyarlos, capacitarlos”, remarcó.

El documento aborda el reclamo por la Ley de Humedales, la contaminación que genera la PTRSU de Esquel, entre otros temas de la agenta socioambiental.

La Asamblea de Vecinos y Vecinas por el No a la Mina de Esquel difundieron el boletín informativo «Vecinos/as informan a vecinos/as» del mes de septiembre.

El documento aborda las principales problemáticas socioambientales del país y la actualidad de las luchas que impulsan comunidades, organizaciones y asambleas de vecinos y vecinas.

En el boletín Nº 3, las y los integrantes de la Asamblea detallaron información sobre las quemas sobre el Río Paraná en Entre Ríos, el debate sobre la aprobación de la Ley de Humedales, la contaminación que genera la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (PTRSU) en los campos de la comunidad mapuche tehuelche Nahuelpan, entre otros temas de la agenda ambientalista.