Tag

protesta

Browsing

Tras un fin de semana largo, los manifestantes se hicieron notar con fuerza en las calles del país. En Santiago, unas 120.000 personas se juntaron en Plaza Italia. Sebastián Piñera no habla desde el jueves pasado.

Cuatro días de descanso –relativo, pues igual se registraron manifestaciones de menor envergadura- parecieron ser suficiente para que la mayoría de manifestantes del denominado“octubre chileno” volvieran con fuerza y entusiasmo a las calles. La jornada comenzó con una manifestación frente a los tribunales de justicia mientras, paralelamente, los taxistas hacían todos los esfuerzos para enfilar su larga cadena de vehículos hacia el Palacio de La Moneda, en Santiago, a pesar que Carabineros no los autorizó.

El gremio de techo amarillo se sumó por primera vez con fuerza al descontento general que vive el país. Lo hicieron apuntando sus dardos contra las plataformas digitales y pidieron la salida de la Ministra de Transportes, Gloria Hutt. El vocero de los taxistas, Claudio Morales, explicó las motivaciones de sus afiliados para adherir al movimiento social: “Ya estamos precarizados hace cinco años con las plataformas y hemos recurrido a todas las instancias – incluyendo la Corte de Apelaciones – y ahí nos dimos cuenta que las instituciones no funcionan porque fue rechazado nuestro recurso de protección”, aseveró.

Pasado el mediodía las banderas volvieron a flamear en Plaza Italia, corazón de las manifestaciones desde hace 18 días. Bajo el slogan “Súper Lunes”, la autoconvocatoria en redes sociales invitaba a volver a la calle a las cinco de la tarde, en el marco de una huelga nacional que, vale decir, tuvo escasa adhesión del sector privado. “No vamos a parar, porque si paramos no van a hacer nada”, señaló a Clarín Andrea Pérez. Precisamente, es tal la desconfianza en las instituciones y los políticos, que el llamado más común en redes sociales es no dejar de manifestarse masivamente hasta que los cambios se concreten. “La promesa no basta, queremos hechos, no promesas. ¡Si aún no se ponen de acuerdo ni entre ellos mismos!, agregó Ignacio Carrasco, de 23 años.

Más de 120.000 personas se congregaron allí. Nuevamente las consignas mayoritarias estaban relacionadas con las pensiones, la atención oportuna en salud, el costo de vida y la nueva Constitución, la discusión predilecta de los parlamentarios chilenos. En Viña del Mar, los Carabineros debieron intervenir para evitar la toma del principal shopping, el Mall Marina Arauco.

De hecho, unas horas antes, tras la reunión del comité político de gobierno (que integran el presidente Sebastián Piñera, los ministros de Interior, Hacienda, Vocería y Secretaría General más los presidentes y jefes de las bancadas oficialistas), ninguno se atrevió a descartar esa idea. «Nosotros no nos cerramos a ningún diálogo, y en particular, quiero decir que creemos en el Congreso y sus capacidades, sobre todo en un Congreso que ya, hoy día, no tiene sistema binominal, un Congreso que representa a los ciudadanos. Es un Congreso que tiene representatividad, incluso, de los partidos pequeños, donde tiene una gran capacidad de debatir cambios a la Constitución», dijo la vocera de Gobierno, Karla Rubilar.

Desde la oposición han presentado una contrapropuesta a la agenda social del gobierno. Las ideas, lideradas por el cambio de Constitución, contempla medidas como el aumento de un 50% de la pensión básica solidaria, el mejoramiento de las pensiones para la clase media, incremento del sueldo mínimo a $350 mil, ayuda a las Pymes, reducir la dieta parlamentaria ytransporte público gratuito para adultos mayores.

Quien ha estado a cargo desde el oficialismo para encabezar las negociaciones ha sido el ministro de Interior, Gonzalo Blumel. En efecto, el presidente del Partido por la Democracia, uno de los propulsores de la agenda alternativa, sostuvo esta mañana en Canal 13 de Chile que ya se comunicó con él. «Recibí ayer (domingo) una llamada del ministro que fue alentadora, pues por primera vez escuché del Gobierno la posibilidad de abrirse a las reformas y sobre todo a la posibilidad de un plebiscito para una nueva constitución», dijo el excanciller de Michelle Bachelet.

Mientras Chile continúa movilizado y el movimiento social parece no amainar, el silencio del presidente Piñera se hace notar. Las críticas por su falta de liderazgo se oyen en cada manifestación. Cabe constatar que desde el jueves pasado que no habla en público, en lo que parece ser una estrategia para darle mayor visibilidad a su joven nuevo círculo de hierro, entendiendo su baja popularidad, la que apenas alcanza el 13%.

Al cierre de esta edición, el sonido de las cacerolas resonaba en vastos sectores de la capital. Chile volvió a días laborales y, con ello, a laburar en lo que mejor ha sabido hacer en los últimos días: exigir justicia y mayor dignidad, informó Clarín.

Creció 3% en septiembre en comparación a igual mes del año anterior, completando su mejor trimestre del año. Pero tras las protestas de octubre, el escenario no es el mejor, según en Banco Central.

La economía de Chile creció 3% en septiembre en comparación a igual mes del año anterior, completando su mejor trimestre del año, pero tras el estallido social el gobierno prevé una baja en las cifras de aquí a fin de año, con una caída esperada de hasta 0,5% en el mes de octubre.

Este lunes, el Banco Central informó la última cifra oficial antes del inicio de las protestas: el Indice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de septiembre, que se expandió 3%, por debajo de las expectativas del mercado. Con ese indicador, el tercer trimestre anotó el mejor desempeño anual, con un incremento del 3,3%, consistente con la tendencia al alza que experimentaba la economía chilena.

Pero tras dos semanas de masivas manifestaciones, saqueos e incendios que sacuden al país, se prevé un fin de año completamente distinto.

«Lo que nosotros esperamos para el cuatro trimestre es una situación completamente distinta producto de los eventos que todos hemos conocido y que básicamente tienen a muchas actividades funcionando a media máquina, a muchas pymes en problemas y que van marcar una disminución de la actividad económica», dijo a periodistas el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, tras la difusión de los datos oficiales.

Briones asumió el cargo hace una semana, tras el cambio de gabinete que realizó el presidente Sebastián Piñera como una forma de desactivar la crisis.

Para octubre, el gobierno prevé una caída de hasta el 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), que cerraría el año en un rango de entre el 2% y el 2,2%, desde una proyección oficial que lo situaba hasta en un 2,6%, ya impactado por la crisis global que hizo caer el precio internacional del cobre, el motor de la economía chilena.

«Estamos esperando para el mes de octubre un Imacec que está en un rango de 0 y -0,5%, esa es nuestra estimación preliminar en el Ministerio de Hacienda», afirmó Briones.

Pero otras estimaciones son aún más pesimistas. Un reporte del Scotiabank corrigió a la baja la expansión del PIB de todo 2019, a un rango de entre 1,5% y 1,8%, «explicada por la poca velocidad en el margen, así como por los efectos de los recientes acontecimientos a nivel nacional y una lenta recuperación de la jornada productiva en lo que resta del año».

El comercio y el turismo aparecen hasta ahora como los sectores más golpeados por la crisis social. Por cerca de 10 días, la mayoría de los centros comerciales de Santiago permanecieron cerrados y hasta hoy la mayoría funciona hasta más temprano, principalmente por la reducción de los horarios del transporte público.

La cancelación del encuentro de líderes de APEC y la cumbre mundial del cambio climático COP-25, que se iban a realizar en pocas semanas en Santiago, golpea especialmente al sector turístico. La menor llegada de extranjeros -solo para la COP-25 se esperaban unos 25.000 delegados- sumará pérdidas por unos 40 millones de dólares, según advirtió la Federación de Empresas de Turismo de Chile, Fedetur.

«El turismo es una industria muy sensible y ya se ha caído aproximadamente el 50% de las reservasen estas últimas dos semanas. Y lo más complejo para esta industria es que no habrá nuevas reservaciones hasta que no se estabilice la situación del país», dijo este fin de semana la subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett.

La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) afirmó este lunes que el 46% de las empresas del sector consultadas por ellos ha sufrido daños directos y la totalidad ha enfrentado costos por menores ventas.

«En algunos segmentos la situación es dramática, afectando su viabilidad económica y las fuentes laborales de sus trabajadores. En los últimos días el pequeño comercio ha sufrido nuevas bajas: al 23 de octubre las Pymes del sector encuestadas por la CCS reportan un 32% de sus locales cerrados, cifra que hacia fines de mes se elevó hasta un 37%», señaló la institución en un reporte.

En su último reporte de estabilidad financiera, el Banco Central afirma que en estas dos semanas los sistemas de pagos «han experimentado disrupciones menores», mientras que el sistema financiero «ha mantenido continuidad operacional», informó AFP.

La gente volvió a agruparse en el centro, hubo una manifestación de luto por los muertos y contra la represión y se intento llegar a La Moneda pero los carabineros lo impidieron.

A pesar de ser fin de semana largo (en Chile el jueves y viernes fueron feriados), el movimiento social completó su día quince de movilización con una alta y transversal concurrencia.

La jornada comenzó con una marcha donde cerca de 10.000 personas, completamente de negro y con una rosa blanca en la mano, realizaron “la marcha del silencio” para protestar contra la violencia de las fuerzas policiales y las acusaciones de abusos por parte de efectivo policiales contra una decena de mujeres.

Ya por la tarde, una verdadera peregrinación de pancartas se percibió en cada una de las vías que confluyen en Plaza Italia, el epicentro de la movilización ciudadana. Nuevamente no aparecieron las banderas políticas, haciendo evidente el divorcio de la ciudadanía con su dirigencia, desde la izquierda a la derecha. Llegaron 80.000.

El momento más emocionante se produjo cuando una columna de 60 manifestantes, que caminaron desde Limache a 126 kilómetros de Santiago, marchó por la Alameda hacia Plaza Italia para reunirse con la multitud que los esperaba. En el trayecto hicieron un alto frente a La Moneda por siete minutos.

Manifestantes aislados mantuvieron en reiteradas ocasiones enfrentamientos con la policía en los sectores de Parque Bustamante y donde nace la Alameda, lo que no mermó el entusiasmo del resto de los asistentes que protagonizaron distintos actos culturales.

Cerca de las 19:30 horas, una considerable cantidad de asistentes comenzó a caminar desde la plaza hacia la sede del poder ejecutivo. Fueron detenidos por Carabineros, a través de sus carros lanza-gases y lanza-aguas, a la altura de la Universidad de Chile, a unos 300 metros de la casa de Gobierno.

Otro incidente se reportó en la Mutual de Seguridad, ubicada a un costado del monumento de Carabineros. Rápidamente los bomberos concurrieron al lugar, siendo aplaudidos por los asistentes quienes han hecho popular el canto de “Bombero, amigo, el pueblo está contigo” cada vez que se ha producido una barricada o incendio en la ciudad, informó Clarín.

Suman al menos 1.400 millones de dólares lo perdido en saqueos y destrucción de negocios. También influye la cancelación por parte de turistas internacionales, la suspensión de dos grandes cumbres internacionales y la inactividad comercial.

El subterráneo demorará un año en recuperarse y los supermercados perdieron un cuarto de sus salas de venta. El turismo sufre por la suspensión de las cumbres.

Es viernes en el Paseo Huérfanos, pleno centro de Santiago. Una joven de unos 20 años le cuenta por teléfono a su mamá que ha perdido el trabajo. El negocio donde laburaba no ha podido vender hace dos semanas. El estallido social tiene a Chile operando a media capacidad, el comercio lo resiente y las pérdidas en infraestructura pública son millonarias. La billetera comienza a dolerle al Estado y a los privados.

El transporte se ha visto fuertemente resentido. A pesar de recuperar más de la mitad de sus estaciones y mantenerlas en funcionamiento en horario acotado (de 7 am a 8 pm), el subterráneo chileno reporta pérdidas en inmuebles y trenes por $376 millones de dólares. 18 estaciones fueron parcialmente incendiadas, siete totalmente destruidas y 93 vandalizadas. A ello se suman siete trenes quemados y 10 parcialmente destruidos. Se demorarán un año en volver a la normalidad, según información entregada por Metro S.A.

Los microbuses del sistema RED, que opera en la capital de Chile, también han sido objeto de actos de violencia y desmanes en sus paradas. Desde la Dirección de Transporte Público Metropolitano (DTPM), señalan que los daños ascienden a seis millones de dólares, con 25 buses quemados, 2767 con daños y 12 terminales atacados por manifestantes.

Distintos municipios de Santiago (no existe alcalde para toda la ciudad, sino por barrios) han sufrido la pérdida de parte del mobiliario público, como semáforos, señaléticas y equipamiento. “Los daños inmediatos ascienden a los 20 millones de dólares. Yo espero que parte de esos recursos comencemos a transferirlos a partir de noviembre. Hay todavía una holgura presupuestaria para seguir ayudando aún”, señala el Intendente de la Región Metropolitana, Felipe Guevara.

Si la destrucción en infraestructura pública ya es millonaria, los rubros y gremios del país también reportan pérdidas de gran envergadura. Los supermercados, agrupados en una asociación nacional, se vieron afectados –según datos preliminares- en 372 salas de venta de las casi 1.400 que existen. 379 fueron saqueados, 37 incendiados y 35 con daños.

“Son cifras preliminares porque también existen supermercados que no son parte de nuestra asociación. No ha habido problemas de abastecimiento, sino que el único factor imperante para operar los locales es la seguridad de los trabajadores y clientes”, declaró Catalina señaléticas, presidenta de la Asociación de Supermercados a Clarín. Según la consultora Colliers, la pérdida total fluctuará entre 450 y 500 millones de dólares.

El anuncio de cancelación de las cumbres de APEC y COP25 significó que otro rubro se viese fuertemente afectado. La industria del turismo chileno, agrupada en FEDETUR, estima que el perjuicio de la cancelación de estos dos eventos, sólo como impacto directo por pérdida de ingreso de divisas al país, es de aproximadamente US$40 millones.

Esto, sin contar que un 80% de los hoteleros del país declara haber recibido alguna cancelación. Helen Kouyoumdjian, presidenta de la Federación, hace un llamado a que los turistas viajen al Chile: “la actividad turística se está desarrollando con normalidad. Los destinos turísticos emblemáticos están funcionando. El aeropuerto de Santiago, que es nuestra puerta de entrada, también funciona. El llamado es hacer un turismo responsable e informado”, afirma.

Desde la Cámara de Comercio de Santiago cifran en 500 millones de dólares lo que el comercio ha dejado de vender sólo por cierre de tiendas u horarios restringidos de atención. Agregan que, de los 25.000 locales comerciales saqueados o destruidos en el país, 10.000 son pequeñas o medianas empresas.

Este viernes, tras reunirse con el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, el presidente de la Corporación Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas (CONAPYME), German Dastres, señaló que la situación es “catastrófica” y la crisis social llevará a las Pymes al “despeñadero”.

“Ojalá lo antes posible se normalice la economía del país porque el sector más perjudicado en este momento son los trabajadores, conjuntamente con las pequeñas empresas. Hay algunas que no han sido afectadas por saqueos, pero han sido afectadas igual porque hace dos semanas no tienen ventas” sostuvo el dirigente gremial tras salir de la reunión.

El denominado “octubre chileno” significará un fuerte golpe a la economía. En efecto, las consultoras de mercado se han atrevido a señalar que el país podría enfrentar un decrecimiento de hasta un 0,5% de su economía durante el mes de octubre, informó Clarín.

Organizaciones sociales realizarán hoy un ‘polentazo’ frente a las oficinas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Buenos Aires y una marcha hacia el Ministerio de Desarrollo Social, en lo que serán las primeras protestas tras las elecciones del domingo que consagraron presidente a Alberto Fernández.

Con la consigna «Fuera el FMI de Argentina y de América Latina», integrantes del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el Frente Popular Darío Santillán y el MTD Aníbal Verón -entre otros- se concentrarán a las 11 en la esquina de las avenidas 9 de Julio e Independencia para marchar al mediodía a las oficinas del organismo multilateral frente a la Plaza Libertad.

Allí, realizarán un ‘polentazo’ contra «el desastre social producido por el gobierno de Mauricio Macri y el FMI».

En ese marco, reclamarán «frente a la asunción del nuevo gobierno del Frente de Todos» que se tomen «medidas de fondo que ataquen la raíz del problema».

Por otro lado, las organizaciones sociales del Frente Piquetero marcharán a las 11 hacia el ministerio de Desarrollo Social, en Avenida 9 de Julio y Avenida Belgrano, para denunciar el «incumplimiento de la ley de emergencia alimentaria» y pedir que el tema esté presente en las conversaciones entre los equipos de Mauricio Macri y Alberto Fernández, en el marco de la transición.

La marcha partirá desde la esquina de las avenidas 9 de Julio e Independencia y confluirá en la sede de la cartera que conduce Carolina Stanley, donde los organizadores ya avisaron que realizarán una permanencia hasta obtener una reunión con las autoridades del ministerio.

Los nuevos hechos de violencia se repitieron en las ciudades de Valparaíso y Concepción. Este lunes, el presidente Sebastián Piñera cambió a ocho de sus ministros.

En el décimo día de protestas Chile, volvieron a repetirse los episodios de violencia en las inmediaciones de la Casa de Gobierno, en Santiago.  Los incidentes, que se concentraron en la capital, y se repitieron en las ciudades de Valparaíso y Concepción, empezaron a la hora en que el presidente Sebastián Piñera anunciaba un nuevo gabinete y la tensión fue aumentando durante la tarde.

Miles de manifestantes atendieron a convocatorias por redes sociales para protestar este lunes y martes en la tarde frente al palacio de La Moneda, sede de la presidencia, que fue acordonado en un amplio cinturón de seguridad en el centro de Santiago.

Detonaciones de gases lacrimógenos y lemas contra los carabineros -policías- y militares se escuchaban en todo el centro, donde también se registró el saqueo de una farmacia en momentos en que aumentaba la tensión.

Piñera removió este lunes a ocho ministros, incluido el cuestionado titular de Interior, Andrés Chadwick, integrando a su gabinete a una nueva generación de políticos en un intento por acallar las protestas que mantienen una pulseada en las calles.

Al mismo momento en que Piñera anunciaba los cambios en su gabinete -en el mayor en sus 20 meses de gobierno– un millar de personas se enfrentaron con la policía delante del palacio presidencial.

«Chile no es el mismo que el que teníamos hace un par de semanas atrás. Chile cambió y el gobierno también tiene que cambiar y enfrentar estos nuevos desafíos y estos nuevos tiempos», repitió en la juramentación de los nuevos ministros Piñera, remecido por el desplome de su popularidad a un 14%.

Este estallido sin precedentes en Chile,el más grave en casi 30 años desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), ha dejado 20 muertos, unos mil heridos y 900 millones de dólares en pérdidas materiales.

Diez días después de su inicio como un movimiento heterogéneo y sin liderazgo identificable, las protestas representan un claro desafío para el reconocido modelo económico de mercado abierto de este país, donde los manifestantes sin color político exigen un pedazo más grande de la prosperidad que hizo de este país uno de los más estables de América Latina, informó AFP.

El presidente chileno aseguró que escuchó “el mensaje” de ese más de un millón de personas que colmaron la calles de la capital trasandina.

El presidente chileno Sebastián Piñera aseguró este viernes que escuchó «el mensaje» de ese más de un millón de personas que colmaron las calles de Santiago de Chile para protestar contra su Gobierno y que de aquí en adelante se abren «grandes caminos de futuro y esperanza».

«La multitudinaria, alegre y pacífica marcha hoy, donde los chilenos piden un Chile más justo y solidario, abre grandes caminos de futuro y esperanza», destacó Piñera en twitter.

Y agregó: «Todos hemos escuchado el mensaje. Todos hemos cambiado. Con unidad y ayuda de Dios, recorreremos el camino a ese Chile mejor para todos».

Fueron sus primeras palabras después de una movilización histórica, la más importantes desde el regreso de la democracia en ese país. Piñera y su gobierno fueron el blanco de todas las consignas en la céntrica Plaza Italia.

Piñera se mostró conciliador y optó por mirar hacia adelante, cuatro días después de haber señalado que estaban «en guerra».

El jefe de Estado ya había pedido«perdón» al pueblo trasandino por no haber podido «reconocer» la magnitud de la crisis y «dio a conocer una batería de medidas en beneficio de los sectores más vulnerables».

Sin embargo, las protestas siguieron, al igual que el toque de queda por las noches, y este viernes 1,2 millones de personas colmaron las calles para protestar contra su gobierno, informó El Clarín.

La movilización fue denominada la “Marcha más grande de Chile”. Es el octavo día de protestas en las calles y el ejército ratificó un nuevo toque de queda desde las 23 en la región metropolitana.

Más de medio millón de personas se manifiestan este viernes en la Plaza Italia de Santiago de Chile exigiendo reformas de un sistema económico que consideran desigual y coreando lemas contra el gobierno de Sebastián Piñera por afrontar con militares el peor estallido social en tres décadas.

«Nuevo reporte de Carabineros de Chile informa una concentración por sobre las 500 mil personas (y en aumento)», indicó la Intendencia de Santiago en Twitter.

Entonando canciones que fueron populares durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90), saltando y con banderas chilenas y mapuches, los manifestantes se congregaron en anchas avenidas de la capital para atender el llamado de la «Marcha más grande de Chile», una semana después de que uno de los países más estables de América Latina quedara sumido en su peor crisis social.

A una semana del inicio del conflicto, son 19 los muertos que reportó el Gobierno. El alza en el precio del pasaje del metro de Santiago fue el detonante de un estallido social sin precedentes en el país, que motivó al Gobierno a decretar el estado de emergencia para confiar la seguridad al Ejército y a establecer toques de queda cada noche, informó El Clarín.

Agrupados en la Coordinadora de Defensa de la Democracia convocaron a mantener la presión en las calles contra el “fraude ” de Evo Morales.

Los opositores bolivianos agrupados en la Coordinadora de Defensa de la Democracia convocaron este jueves a la ciudadanía a mantener las movilizaciones pacíficas hasta lograr que se llame a una segunda vuelta electoral, al ratificar sus denuncias de un «gigantesco fraude» en favor del presidente Evo Morales.

La recientemente creada coordinadora presentó a los nuevos rostros que en las últimas horas se le sumaron en una comparecencia ante los medios en La Paz, en la que el candidato opositor y ex presidente Carlos Mesa leyó la primera resolución de esta entidad.

Los opositores resolvieron «convocar a la ciudadanía, a organizaciones sociales, instituciones y personalidades a sumarse» a esa iniciativa y «mantenerse movilizada pacíficamente, hasta lograr el respeto de la voluntad popular».

Asimismo, exigieron la «convocatoria inmediata» a una segunda vuelta electoral que sea administrada «de manera idónea, independiente e imparcial», según el documento leído por Mesa.

Políticos opositores, defensores de los derechos humanos, líderes cívicos y sectores que han resistido ciertas políticas gubernamentales en las calles, como los médicos bolivianos, son parte de la coordinadora.

A los apoyos anunciados en la víspera por Mesa, entre los que destacan el también candidato Óscar Ortiz, el alcalde de La Paz, Luis Revilla; el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas; y el opositor Samuel Doria Medina, se han sumado otros en esta jornada.

Como el expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga, la candidata a la Vicepresidencia, Shirley Franco, compañera de fórmula de Ortiz; la activista Loyola Guzmán, que fue miembro de la guerrilla de Ernesto Che Guevara en la década de 1960; o los alcaldes de Tarija, Rodrigo Paz Pereira, y de El Alto, Soledad Chapetón.

El recuento de votos al 99,16 % da al Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales un 46,96 % de los sufragios y a Mesa el 36,59 Estos porcentajes dan al presidente los votos que necesita para ganar la reelección en primera vuelta.

El sistema electoral de Bolivia considera vencedor al candidato con el 50 por ciento más un voto, o con el 40 por ciento y diez puntos sobre el segundo.

De no darse estos porcentajes los dos más votados van a segunda vuelta, que en este caso serían Morales y Mesa en una nueva ronda electoral en diciembre.

La coordinadora insistió en sus denuncias de que el oficialista MAS «ha ejecutado un gigantesco fraude» para evitar la segunda vuelta y que el proceso electoral estuvo «plagado de irregularidades, tal como lo ha visibilizado el informe» de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA).

«Estamos en el inicio de una crisis que afectará la estabilidad social, política y económica, que de prolongarse podría asfixiar al país», dijo a The Associated Press Jorge Dulón, analista político de la Universidad Católica en La Paz.

Por su parte, Morales compareció nuevamente ante los medios esta mañana en La Paz para proclamarse ganador de las elecciones en primera vuelta, aunque comentó que iría sin temor a una segunda ronda si fuera necesario.

El presidente lanzó duras críticas hacia quienes protestan contra su reelección, cargando sobre todo contra Mesa, a quien tildó de «cobarde» y «delincuente».

Más tarde, en un acto en la central Cochabamba, el mandatario ratificó sus denuncias de un «golpe de Estado» que supuestamente están gestando quienes no quieren reconocer su triunfo en las elecciones del domingo.

A su juicio, la entidad impulsada por Mesa «es una coordinadora en defensa del fraude» y les cuestionó «por qué tienen que tener miedo a que se acabe el computo» electoral.

En el poder casi 14, años, Morales de 59 años, condujo al país por la estabilidad económica y política gracias a una recha de buenos precios de las materias primas hasta 2014, pero escándalos de corrupción y su afán de reelegirse pasando por alto un referendo que rechazó esa posibilidad, mermaron su popularidad, informó El Clarín.

La medida de fuerza se cumple este lunes en medio de las protestas por el aumento del subte. Fue convocada por más de veinte organizaciones luego de que los estudiantes llamaran a movilizarse.

Multitudinaria movilización en el centro de Santiago

Miles de manifestantes comenzaron a concentrarse este mediodía en las plazas de Santiago en el marco de la huelga general convocada por organizaciones sociales y sindicatos para apoyar el reclamo de los estudiantes en contra del aumento del boleto del metro. «Que se vayan los milicos» y «¡Chile despertó!», gritaban a coro los manifestantes en la céntrica plaza Italia, frente a los Carabineros dispuestos en un gran operativo de seguridad en el centro de la capital chilena, que continúa bajo estado de emergencia.

La nueva huelga general fue convocada después de un fin de semana de manifestaciones violentas y con la ciudad completamente militarizada. Más de veinte organizaciones sociales convocaron a manifestarse en apoyo el reclamo estudiantil y denunciar “la represión y el uso de la fuerza desmedida” ejercida por los Carabineros. La cifra de víctimas fatales se elevó a diez el domingo por la noche tras el hallazgo de dos cuerpos calcinados en el incendio de un supermercado de productos industriales.

El segundo toque de queda ordenado por el presidente Sebastián Piñera terminó este lunes a las 9 de la mañana, con un enorme despliegue policial y militar en las calles de la ciudad. El metro de Santiago abrió parcialmente una de sus líneas luego de estar totalmente paralizado desde el viernes cuando comenzaron las protestas por la suba del pasaje.

Si bien desde el Gobierno anunciaron que además de la Línea 1 del metro, que recorre de este a oeste la capital chilena, se dispondrían micros municipales e interurbanos para satisfacer la demanda de transporte, las organizaciones sociales convocaron a una huelga general enfatizando que el llamado es no ir a trabajar para poder “luchar y marchar junto a los jóvenes”.

“Porque no es solo por les estudiantes, es por nuestros padres y madres. Por nuestros abueles. Es por todos los abusos y las violaciones a los derechos humanos, por la represión contra la lucha justa del pueblo, por la dignidad de la vida, decimos fuerte y claro #PiñeraRenuncia”, sostuvieron desde la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.

Anoche Piñera había dicho que su gobierno estaba «en guerra contra un enemigo poderoso», razón por la cual el mandatario decretó el estado de emergencia en la ciudad de Santiago y otras nueve regiones del país. Por la presión social el presidente tuvo que dar marcha atrás con el aumento de la tarifa del metro que subió de los 800 pesos a los 830 (1,7 dólares).

La convocatoria a la huelga general

La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) llamó a la movilización de este lunes para exigir “transporte público digno y de calidad” y expresar “que no aceptaremos más abusos”.Los jóvenes, reunidos tanto en la Confederación como en otras entidades estudiantiles, y con el apoyo de organizaciones sociales y sindicales, llamaron a “copar y evadir” nuevamente las estaciones de metro.

Pese a que el disparador de las protestas fue la suba del boleto del metro, el estallido social desencadenó el repudio generalizado contra las políticas económicas del gobierno de Piñera.“Gran parte de nuestras familias deben vivir con el ingreso mínimo”, sostuvieron los estudiantes ante la nueva convocatoria, quienes remarcaron a su vez la grave situación de los jubilados con “pensiones indignas” otorgadas bajo el sistema de AFP.

“Se hace difícil para nuestras familias soportar alzas injustificadas en el sistema de transporte, el cual no otorga condiciones dignas al viajar hacinados, posee pésima conectividad especialmente en zonas rurales y zonas extremas del país, no existe una frecuencia coherente con la demanda y entrega pésimas condiciones laborales”, afirmaron los estudiantes.

La convocatoria a la huelga de este lunes también remarca que en los últimos años movilizarse por el territorio nacional “se ha vuelto cada vez más caro producto de las constantes alzas en los peajes” en las rutas que son concesionadas y “amasan grandes fortunas con este robo amparado por los gobiernos”.

Por últimos, la Confech repudió la represión y el uso de la fuerza “desmedida” ejercida durante el fin de semana por los carabineros, que tiraron gases lacrimógenos dentro de las estaciones del metro. Los estudiantes se sumaron también al reclamo de los trabajadores del metro que piden estatizar el servicio y retirar a los Carabineros de las estaciones, informó Página 12.