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Lo hicieron un grupo de senadores la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Acusan a las fuerza de seguridad reprimir de manera desmedida.

Congresistas colombianos y diversas ONG pidieron este domingo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investigue la «grave situación» de los derechos humanos. durante las protestas que desde el jueves se realizan contra las políticas del presidente Iván Duque.

El senador de izquierda Iván Cepeda, del Polo Democrático Alternativo (PDA), y Antonio Sanguino, del partido Alianza Verde, informaron al organismo «sobre la grave situación de derechos humanos que se presenta en el marco de las movilizaciones del paro nacional».

«En el día de hoy hemos enviado un comunicado al secretario ejecutivo de la CIDH y a varios relatores de derechos humanos de esa misma instancia interamericana con el propósito de informar oficialmente sobre la serie de hechos que se vienen presentando con relación a las grandes movilizaciones que se están dando en Colombia», afirmó Cepeda a periodistas.

En el documento, firmado también por el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, se señala que la protesta «ha dejado heridos de especial gravedad y un significativo número de personas detenidas arbitrariamente».

El jueves pasado decenas de miles de colombianos coparon las calles del país por primera vez para expresar su rechazo a las políticas sociales y económicas del Gobierno, jornada que terminó con brotes de violencia y un espontáneo cacerolazo que se extendió por toda la capital y otras ciudades.

Esa jornada se repitió este viernes y se convirtió en el preludio de una ola de violencia que se desató en el sur de la capital, donde encapuchados se enfrentaron con la Policía, mientras que el sábado un ambiente festivo con música, baile, velatones y antorchas se apoderó de varias ciudades.

De igual forma, los congresistas y las ONG pidieron que «cese la intervención» del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD) y que se inste al Estado colombiano a «garantizar el derecho a la protesta» en todo el país.

Lo anterior debido a que en la tarde del sábado en una manifestación en el centro de Bogotá, Dylan Cruz, de 18 años, fue herido de gravedad en la cabeza al ser alcanzado por una bomba aturdidora disparada por el ESMAD, por lo que fue ingresado en el Hospital San Ignacio, donde se encuentra estable y en cuidados intensivos.

«Esperamos que la Comisión Interamericana reaccione y observe detalladamente lo que está ocurriendo en Colombia para que garantice los derechos humanos a través de una comunicación con el Gobierno colombiano», concluyó Cepeda.

Sin dictaduras militares como las del pasado en países del Cono Sur, aunque con un conflicto armado de medio siglo y la embestida del narcotráfico, las marchas multitudinarias no han sido regla en Colombia. Y mucho menos lo ha sido que se mantengan por días con miles en las calles, como ha sucedido desde el 21 de noviembre (21N).

La del jueves agrupó a cientos de miles. Según el gobierno, fueron más de 250.000 personas. Los promotores afirman que fueron más de un millón, cifra que solo tiene un antecedente reciente: la marcha contra la exguerrilla FARC en 2008 que reunió a millones.

Tampoco han sido típicos los cacerolazos, una forma de manifestar indignación ideado por la derecha en Chile para reclamar al gobierno del socialista Salvador Allende hace más de cuatro décadas, y que se ha repetido en Argentina, y replicado en Venezuela contra Nicolás Maduro.

Desde el jueves se ha convertido en la forma predilecta y espontánea para reclamar al ejecutivo conservador de Colombia, donde no ocurrían cacerolazos masivos desde mediados de 1990, durante la presidencia de Ernesto Samper, cuestionada por el ingreso de dinero del narcotráfico en la campaña que lo llevó al poder.

Los participantes y las razones de la marcha son tan variados como una baraja de naipes. Las centrales obreras la convocaron desde octubre en reclamo de iniciativas oficiales para flexibilizar el mercado laboral y el sistema de pensiones, que el gobierno niega.

Desde entonces se sumaron universitarios que exigen más recursos para la educación pública, que aqueja falta de financiamiento, y el cumplimiento de acuerdos pactados con Duque el año pasado.

También los indígenas, que piden protección tras el asesinato de 126 aborígenes desde que Duque llegó al poder en agosto de 2018, según cifras de la Organización Nacional Indígena de Colombia. La mayoría han muerto en zonas con narcocultivos, que son disputadas por grupos armados tras el desarme de la exguerrilla FARC.

A ellos se han sumado los partidos de oposición, incluido el de las FARC, que condenan el asesinato de 170 combatientes que firmaron la paz, así como ambientalistas y artistas, informó Clarín.

Carabineros presentó un informe sobre detenciones desde que comenzaron las protestas

El coronel Julio Santelices, vocero del Departamento de Comunicaciones, entregó un balance con un total de 8000 detenciones por desorden y 4258 por saqueos.

Un total de 154 personas fueron detenidas en las últimas 24 horas por provocar desórdenes y 26 por saquéos, informó hoy Carabineros en un balance.

El coronel Julio Santelices, vocero del Departamento de Comunicaciones de Carabineros entregó un balance de las últimas 24 horas a nivel nacional y de los 35 últimos días de manifestaciones en medio de la crisis social.

En esa línea, el vocero policial planteó que con las 154 detenciones por desorden de anoche ya rondan un total de 8.000 por esta razón, en tanto que con los 26 nuevos detenidos por saquéos se redondean 4.258 detenciones en total

Santelices agregó que de estos 4.258 detenidos «el 54,8% registran antecedentes y detenciones previas en Carabineros de Chile (…) y 420 de ellos presentaban 10 o más detenciones anteriores y 6 de ellos presentaba más de 50 detenciones por delitos de robo, hurto, o tráfico de drogas». «En los últimos 35 días se han registrado más de 5.800 eventos y más de 15 mil personas detenidas por diversos delitos», sostuvo. Además, calificó la jornada de anoche como «violenta».

El funcionario policial, citado por el portal del diario santiaguino El Mercurio, cifró en 120 los carabineros lesionados a nivel nacional, lo que contabiliza más de 2.000 funcionarios lesionados a la fecha. De ellos, 178 son carácter menos graves y 134 de gravedad.

Por último, Santelices detalló que también se atacaron 6 cuarteles, lo que suma más de 147 desde el inicio de las manifestaciones, informó Télam.

Dieron a conocer un comunicado en el que piden «avanzar» en las transformaciones «que demanda el país».

Más de 500 organizaciones sociales reclamaron al gobierno colombiano que inicie un diálogo con los promotores de las protestas de los últimos días para «avanzar» en las transformaciones «que demanda el país».

«Reclamamos al Gobierno el respeto al derecho a la protesta, cesar las acciones represivas y convocar de inmediato un espacio de diálogo con los convocantes del paro y las organizaciones defensoras de derechos humanos para definir una agenda concreta que nos permita avanzar en los cambios que la gente reclama», afirmaron en un comunicado.

El comunicado conjunto fue divulgado por la Alianza de Organizaciones Sociales y Afines; la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos; la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, y la Cumbre Agraria Campesina, Étnica y Popular, consignó EFE.

Este reclamo de diálogo se produce a horas de que el gobierno de Iván Duque anunciara el viernes por la noche que la próxima semana iniciará un diálogo nacional con todos los sectores políticos y sociales para mejorar su gobierno.

«A partir de la próxima semana daré inicio a una conversación nacional que fortalezca la agenda vigente de política social; trabajando así, de manera unida, en una visión de mediano y largo plazo, que nos permita cerrar las brechas sociales», dijo ayer el jefe de Estado en una alocución televisada.

En su comunicado, las organizaciones sociales también manifestaron su respaldo a las protestas pacíficas contra la política económica y social del gobierno colombiano, que comenzaron el jueves con un paro general y se tornaron violentas ese día en Cali y este viernes en Bogotá, principalmente en barrios del sur, donde encapuchados dañaron estaciones del transporte público, bloquearon avenidas y saquearon comercios.

Los sindicatos y movimientos sociales reclaman «un proceso de diálogo amplio que permita avanzar en las transformaciones que demanda el país» y se suman al rechazo a los asesinatos de líderes sociales y lo que consideran violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno de Duque, informó Télam.

El ex presidente también cuestionó a Jeanine Áñez y dijo que “no encabeza un gobierno, sino una dictadura”.

El ex presidente boliviano Evo Morales acusó este jueves al Gobierno provisorio de Jeanine Áñez de «crear un montaje» para encarcelarlo y, según denunció, «detener los avances» del país.

Desde México, donde está asilado, Morales sostuvo que la intención es hacerle «un juicio internacional», y destacó que apelan «a la manipulación judicial para encarcelar a líderes antiimperialistas, de izquierda y progresistas es algo que ya hicieron con Lula, Cristina y Correa».

«Denuncio al gobierno de facto en Bolivia por crear un montaje con intención de hacerme un juicio internacional. Apelar a la manipulación judicial para encarcelar a líderes antiimperialistas, de izquierda y progresistas es algo que ya hicieron con Lula, Cristina y Correa», lanzó Morales.

Y agregó: «Lo único que quieren es detener los avances del pueblo. Al igual que en esos países hermanos, en Bolivia la verdad triunfará».

Más temprano, y en relación con el inminente llamado a elecciones, Morales consideró que tiene «derecho a presentarse», pero que está dispuesto a «renunciar» si eso favorece la «pacificación del país».

«Tengo derecho a presentarme, pero si esto va en detrimento de la pacificación del país, renuncio», explicó Morales, que recibió asilo político en México, en una entrevista publicada en el sitio web del semanario alemán Der Spiegel.

Bolivia está sacudida desde hace un mes por una grave crisis, a raíz de la controvertida elección de un cuarto mandato de Evo Morales, que desde entonces dimitió y abandonó el país.

Consultado sobre cuándo regresará a su país, Evo fue terminante: «Si fuera posible, ahora mismo. Extraño mucho mi casa. Extraño mi trabajo… Trabajaba todos los días desde las cinco de la mañana hasta las diez u once de la noche».

«Ahora es probable que las generaciones futuras tengan que continuar esta lucha», añadió Morales.

Según opinó, la administración encabezada por Jeanine Áñez «no es un gobierno de transición, es una dictadura». Y apuntó: «Si quieren demandarme, que lo hagan, me las arreglaré. Pero no pueden encarcelarme porque soy inocente».

La presidenta interina envió el miércoles un proyecto de ley al parlamento para organizar nuevas elecciones presidenciales y legislativas, un mes después de los comicios del 20 de octubre, que marcaron el inicio de la violenta crisis política.

El texto, que debe ser aprobado por el parlamento, donde el Movimiento hacia el Socialismo (MAS) de Morales es mayoritario, anularía aquellas elecciones, informó Clarín.

La compañía estadounidense argumenta que Chile incumplió con “su deber de garantizar el orden y la seguridad pública”. Tuvieron que cerrar 105 supermercados por daños.

A un mes del comienzo de las protestas en Chile, la poderosa cadena estadounidense Walmart demandó al Estado chileno por «incumplir con su deber de garantizar el orden y la seguridad pública» tras los saqueos que se produjeron en medio del estallido social.

La compañía presentó seis recursos de protección contra el Estado de Chile después de que tuvieron que cerrar por daños 105 de los 384 supermercados que operan en el país. 

La compañía interpuso acciones en las cortes de Apelaciones de Arica, Puerto Montt, Concepción, Chillán, Temuco y Valdivia. En estas últimas tres los recursos fueron declarados admisibles. En uno de ellos, se ofició al Consejo de Defensa del Estado para que emita un informe acompañando todos los antecedentes que al respecto obren en su poder.

«Desafortunadamente, el Estado de Chile ha incumplido con su deber de garantizar el orden público y la seguridad pública interior afectando las garantías constitucionales del derecho de propiedad y el derecho de ejercer libremente una actividad económica, garantías consagradas por nuestra Constitución Política de la República», señaló en un comunicado la multinacional, según consigna hoy el Diario Financiero.

«Es un hecho público y notorio queel país se encuentra sumido en una crisis social y política de proporciones. Como también es de público conocimiento que diversos locales de mis representadas han recibido graves ataques por parte de masas de individuos que los han saqueado y/o incendiado, produciendo graves daños a su infraestructura y destruyendo y/o robando los productos exhibidos en sus salas de venta, así como los almacenados en sus bodegas», argumentaron los abogados que representan a la gigante norteamericana.

El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, afirmó que «hay que dejar que las instituciones funcionen», al ser consultado por los requerimientos, que dijo desconocer aún, Clarín.

Esta miércoles por la mañana, el Frente de Jubilados reclama ser recibidos en comisión por las autoridades respectivas, mientras que a la par, los trabajadores del edificio reclaman el pago de los haberes.

Un ruidazo se lleva a cabo este miércoles por la mañana dentro del edificio de la Legislatura en Rawson, por parte de empleados legislativos que reclaman el cobro de sus haberes y el Frente de Jubilados, que pide ser recibidos en comisión por las autoridades, informó Diario El Chubut.

Los incidentes vuelven a focalizarse en la capital, donde los manifestantes se enfrentan con carabineros.

Nuevos incidentes se registraban este viernes en Chile , donde los manifestantes volvían a enfrentarse con los carabineros. Además, se repetían los saqueos y los ataques para incendiar varios edificios, entre ellos, una universidad.

Según reportó la prensa de ese país, un grupo de personas saqueó la histórica Parroquia de La Asunción, ubicada en el centro de Santiago, y utilizaron los bancos, los confesionarios y los cuadros para provocar quemas en la calle que impidan el avance de las fuerzas de seguridad.

Y en el medio de la movilización se producía un incendio en al Universidad Pedro de Valdivia. 

Decenas de miles de manifestantes participaban de la  llamada tercera marcha más grande de Chile, en la céntrica Plaza Italia de Santiago, que a tres semanas de un estallido sin precedentes rebautizaron con un enorme lienzo «Plaza de la Dignidad».

Otra marea de manifestantes, en su mayoría jóvenes, desfiló frente al palacio de la presidencia La Moneda, entonando lemas contra el mandatario Sebastián Piñera, reclamando su renuncia e insultando a los policías que resguardaban el edificio.

«Vine para derribar mitos de que estas son protestas violentas«, dijo a la AFP Cristian, un estudiante de 27 años que asistió a la convocatoria de esta gran marcha por redes sociales tras escuchar el jueves el último mensaje del presidente, donde anunció nuevas medidas de seguridad, en un intento por solventar esta crisis como un tema de desorden público.

«El último mensaje de Piñera de ayer fue una abierta provocación, no entiende nada», agregó. 

«La tercera marcha más grande de Chile» o «La tercera es la vencida«, fueron las consignas para este viernes en la tarde, cuando diversas agrupaciones se sirven de Whatsapp, Facebook e Instagram para convocar a marchas pacíficas que buscan rivalizar con los 1,2 millones de personas que el 25 de octubre se reunieron históricamente en el centro de Santiago, y con otra no tan multitudinaria del 1 de noviembre.

Los incidentes violentos, liderados por encapuchados que se suceden desde el 18 de octubre también han desinflado algunas de las convocatorias, informó Clarín.

El ex presidente Carlos Mesa pide designar un nuevo órgano electoral que convoque a otros comicios, luego de que una auditoría señalara graves irregularidades.

Mientras crece la presión sobre el presidente de Bolivia luego de que una auditoría oficial detectara una cantidad de irregularidades en el proceso electoral en el que Evo Morales obtuvo una nueva reelección, el mandatario se mantiene firme: «No voy a renunciar», aseguró este viernes.

Las protestas contra el gobierno se extienden por el país y el líder opositor Carlos Mesa exige el llamado a nuevas elecciones.

El mandatario, quien se impuso en las cuestionadas elecciones del 20 de octubre y debe iniciar un nuevo mandato de cinco años en enero, respondió por adelantado a una carta que planea entregarle el lunes el líder del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, en la que le pide la renuncia.

Morales criticó a la oposición, que ahora ya no pide una segunda vuelta, «ni siquiera otras elecciones», sino que solo buscan «que se vaya Evo». «Seguramente sueñan que nos vayamos porque no se trata de Evo, se trata de este pueblo, y este pueblo no se va a ir del gobierno», remarcó, durante un acto en Desaguadero, en la frontera con Perú.

No nos ha temblado la mano para nacionalizar los RRNN. Por eso tenemos estabilidad económica para estas grandes obras. Ahora defenderemos pacíficamente la democracia y la paz social ante la arremetida golpista de grupos que fomentan violencia y enfrentamientos entre hermanos. pic.twitter.com/eba4mU8vAF

— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 8, 2019

“La derecha que dice, ‘Evo tiene que renunciar’, quiero decirles a ustedes, hermanos, a Bolivia y al mundo, no voy a renunciar, somos electos por el pueblo, respetamos la Constitución, vamos a defender nuestro proceso», afirmó el presidente. Y desafió: «Convoco a todos nuestros movimientos sociales, a todos los sectores, profesionales, que están por la vida, igualdad, paz, justicia social, a defender nuestro proceso de cambio, nuestra revolución democrática-cultural y vamos a defender, hermanos y hermanas”.

Además, insistió en que lo que está haciendo la oposición «es un golpe de Estado».

La carta opositora

Camacho, líder del Comité Cívico de Santa Cruz -que reúne a empresarios y líderes sociales de la esa rica región que ha sido siempre un bastión opositor a Evo Morales-, llegó el miércoles a La Paz para entregar a Morales una carta, después de un primer intento fallido el martes, cuando manifestantes oficialistas lo cercaron en el Aeropuerto Internacional de El Alto y lo obligaron a regresar a Santa Cruz.

En las últimas horas, Camacho informó que el lunes irá al Palacio de Gobierno para entregar personalmente la carta. «Y no nos vamos a mover hasta que sea aceptada y el presidente renuncie», aseguró, en declaraciones recogidas por la prensa boliviana.

Su idea es ir acompañado por diferentes sectores opositores. Así, en una reunión celebrada el jueves en La Paz, se acordó que el resto de comités cívicos y el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (CONADE) trasladarán sus movilizaciones a la capital.

Carlos Mesa reclama nuevas elecciones

En tanto, el ex presidente y principal candidato opositor en las elecciones del 20 de octubre, Carlos Mesa, exigió este viernes que el Congreso designe un nuevo órgano electoral que convoque a repetir las elecciones, tras la difusión de un informe que lo describió como «viciado de nulidad».

Mesa le envió una carta al vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, quien está al frente del Congreso, para que «pida a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley de emergencia para la reorganización del Tribunal Supremo Electoral».

El ex mandatario, que gobernó entre 2003 y 2005, hizo este pedido tras el crítico informe de la consultora panameña Ethical Hacking, contratada por el mismo TSE para hacer una auditoría informática a las cuestionadas elecciones del 20 de octubre.

«Mucho de lo que se encontró sustenta que el proceso electoral está viciado de nulidad», dijo el director de la compañía, Álvaro Andrade, citado por el diario Página Siete.

Mesa dijo en conferencia de prensa que «a lo largo de las últimas semanas se han hecho públicas investigaciones y evidencias muy claras del fraude. Pero, sin duda, la prueba más reveladora de lo afirmado es el informe de auditoría contratado por el Tribunal Supremo Electoral, a cargo de la consultora Ethical Hacking».

Según el ex presidente,«la conclusión final de la empresa Ethical Hacking es demoledora» y «cambia de manera dramática el escenario electoral, en cuanto hace a la auditoría de la propia OEA».

Una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) está haciendo una auditoría de los comicios, que fue rechazada por la oposición boliviana porque fue acordada con el gobierno de Evo Morales de manera «unilateral».

Mesa justificó su pedido de nombrar a siete nuevos vocales para el TSE «al haberse convertido el órgano electoral en el factor determinante de la convulsión y violencia social con grave daño para la paz y concordia».

Indicó además que los nuevos vocales del TSE deberían organizar de inmediato una nueva elección para que el próximo presidente asuma el  20 de enero, cuando concluye el actual mandato Morales, en el poder desde 2006.

Las protestas en Bolivia estallaron la misma noche de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre por la suspensión repentina de la transmisión de los resultados oficiales justo cuando mostraban una distancia de 7 puntos entre Morales y el candidato de la alianza de centroderecha Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa. Esa diferencia obligaba, según las leyes bolivianas, a una segunda vuelta electoral.

Pero cuando se retomó, casi 24 horas después, esa diferencia se había ampliado hasta los 10 puntos, lo que le daba a Morales la victoria en primera vuelta. Mesa denunció entonces un «fraude gigantesco». Ambos llamaron a la movilización de sus seguidores. Las marchas fueron pacíficas en un comienzo pero derivaron en enfrentamientos y violencia. Desde entonces murieron tres personas, más de cien quedaron heridas y más de 190 han sido detenidas, informó Clarín.

El ministro de Defensa advirtió que en cualquier momento empiezan a contar los muertos por docenas.

La crisis en Bolivia sigue escalando en medio de un clima de fuerte polarización, con violentos enfrentamientos entre opositores y oficialistas que ya dejaron tres muertos, 346 heridos y 220 detenidos. El ministro de Defensa, Eduardo Zavaleta, alertó sobre la gravedad de la situación al señalar que el país está a “un paso” del descontrol total, y que en cualquier momento empiezan a “contar los muertos por docenas”.

La jornada de ayer fue la más violenta desde los comicios del pasado 20 de octubre, con 97 heridos y un muerto en Cochabamba, una región del centro de Bolivia donde se vivió una ola de disturbios durante gran parte del día. Los otros dos fallecidos se produjeron el 30 de octubre en la ciudad oriental de Montero, en enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente Evo Morales.

Los afines a Morales defienden su triunfo en las urnas para un cuarto mandato consecutivo, mientras que los contrarios al presidente denuncian fraude electoral, que renuncie al poder y se convoquen nuevas elecciones.

La gran mayoría de los heridos son producto de los choques entre civiles, sectores fanatizados de ambos bandos. Hay un amplio despliegue de efectivos policiales en La Paz, así como en las principales ciudades del país, aunque sólo intervienen cuando los choques se tornan violentos.

“Estamos a un paso de que esto se descontrole totalmente y comencemos a contar los muertos por docenas. Ahora lo que debería interesarnos a todos nosotros es que esto no termine en una sangría”, sostuvo Zavaleta al diario El Deber, en referencia al nivel de ferocidad que se registra tanto en los partidarios de Evo como en los de la oposición.

Este martes murió un joven de 20 años, identificado como Limbert Guzmán, en Cochabamba. Participaba de las manifestaciones contra Morales y sufrió un fuerte golpe durante enfrentamientos con partidarios del mandatario. Hay cuatro detenidos por el hecho, aunque aún es bastante confuso. El miércoles pasado habían muerto otros dos opositores en Montero, también a causa de los choques callejeros.

El otro hecho que conmocionó a Bolivia fue el de la alcaldesa de Vinto, una localidad vecina a Cochabamba. Patricia Arce, del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), fue golpeada y humillada públicamente por una turba de vecinos.

Tanto la oposición como el oficialismo se culpan mutuamente de la violencia. El ex presidente Carlos Mesa, quien resultó segundo en las elecciones, acusó a los cocaleros de Cochabamba, partidarios de Morales, de causar los disturbios. El ministro Zavaleta, por su parte, denunció que los comités cívicos de Santa Cruz, Cochabamba y Potosí han trasladado grupos de choque a La Paz para enfrentarse a las fuerzas de seguridad. Según dijo, “no son muchos” pero están “provocando deliberadamente a la Policía”.

Zavaleta ha responsabilizado al líder del comité cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, del derramamiento de sangre. “El llamado que ha hecho a radicalizar sus medidas, a tomar instituciones y arengar enfrentamientos va a traer consecuencias”, advirtió. “Toda esa sangre que está corriendo en Cochabamba es exclusiva responsabilidad del señor Camacho”, sostuvo.

Camacho, un dirigente de derecha que no participó en las elecciones, se convirtió en los hechos en un referente del bando opositor. Encabezando las protestas, busca poner en jaque a Morales al insistir en entregarle una carta de renuncia para que la firme. La oposición exige la dimisión de Evo y la convocatoria a nuevas elecciones, mientras el presidente responde que las elecciones fueron limpias y que se deben respetar los resultados.

La Organización de Estados Americanos (OEA) realiza una auditoría para estudiar las denuncias de fraude, y sus resultados estarían la semana próxima. Sin embargo, la oposición rechaza esa supervisión al considerar que el organismo fallará a favor de Evo.

En el marco de este clima de incertidumbre se multiplicaron los llamados a pacificar el país. Los obispos bolivianos iniciaron gestiones preliminares con las autoridades para establecer un diálogo. “Ya se ha tomado contacto con el gobierno, estamos esperando la respuesta”, dijo el arzobispo de Sucre, Jesús Juárez.

Naciones Unidas, en tanto, expresó su “profunda consternación e indignación ante los altos niveles de violencia registrados el día de ayer”, a la vez que exigió a la Policía, al Ministerio Público y al órgano judicial que “investiguen, procesen y sancionen a las personas responsables de estos atroces crímenes”.

El organismo internacional lamentó el “trato inhumano” a la alcaldesa del municipio cochabambino de Vinto, la oficialista Patricia Arce, e instó a todos los actores políticos a “reducir de manera inmediata las tensiones políticas y desestimar completamente cualquier manifestación violenta”, informó Clarín.

Una gran cantidad de automóviles se observan sobre Ruta 3, en el ingreso a la ciudad, debido al corte que llevan adelante docente en la zona de acceso desde zona norte a la ciudad. En ambas manos se impide el tránsito.

Los docentes de las Regional Sur de TECH permanecen apostados en la Ruta 3, a la altura del Carrero Patagónico, allí impiden el paso de vehículos tanto de zona norte como desde el centro de la ciudad.

El reclamo de los docentes es por los descuentos masivos de días de paro, y la medida se extendió tras conocerse la detención del secretario general de ATECH, Santiago Goodman, durante incidentes en Casa de Gobierno.

Sobre la Ruta 3, en el ingreso al centro de Comodoro, hay largas filas de automovilistas que esperan poder transitar sobre ambas manos. Hay importantes demoras y malestar de los comodorenses, ante la decisión de los docentes de permanecer con el corte hasta que liberen a Goodman.

Se escuchan bocinazos en el lugar, gente que viajaba en el colectivo se bajó y decidió caminar, mientras una interminable fila de autos espera poder transitar por la zona.

«Es bastante incomodo; se entiende lo que está pasando, pero es un dolor de cabeza para todos”, manifestó un automovilista que espera poder pasar hacia el centro de la ciudad.

Otro de los vecinos manifestó su malestar y enojo por la situación.“¿Por qué no aplican la Constitución? Esto los generan los políticos de toda clase: peronistas, radicales. Deberían empezar a usar las leyes”, expresó.