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El precandidato a senador, Ignacio “Nacho” Torres manifestó su apoyo al triunfo de Gustavo Valdés, en la provincia de Corrientes.

Torres, se expresó sobre la contundente victoria de Juntos por el Cambio en Corrientes: “Quiero felicitar a Gustavo Valdés y a todo su equipo por esta elección histórica que confirma la excelente gestión que están llevando adelante en su provincia” y continuó: “El triunfo de Juntos por el Cambio en Corrientes es un adelanto de lo que va a pasar en Chubut.

Por otro lado, se refirió al atentado que sufrió el diputado provincial del Frente de Todos Miguel Arias: “Lo que sucedió es una aberración que no distingue partidos políticos y esperamos que pronto se sepa quienes fueron los que cometieron este delito”.

“Este triunfo reivindica que vamos por el buen camino y que hay que ponerle un freno al kirchnerismo”, indicó “Nacho” Torres.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, prometió ser un «contrapeso» al Gobierno central del socialista Pedro Sánchez, luego de que su Partido Popular (PP) obtuviera una contundente victoria en los comicios regionales que hace soñar a la derecha con reconquistar el poder nacional en las próximas elecciones.

Tras una campaña basada en la estrategia de Díaz Ayuso de no aplicar las restricciones por coronavirus dictadas por el Gobierno central, apoyada por comerciantes, empresas y ciudadanos madrileños, su derechista PP arrasó en las elecciones autonómicas y quedó a un paso de la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid.

Los resultados abrieron un nuevo capítulo de la volátil realidad política de España a dos años de las próximas elecciones generales, al poner otra vez a los conservadores en carrera para arrebatar el poder a la coalición entre el partido socialista PSOE de Sánchez y Podemos, un partido ubicado más a la izquierda, que gobierna desde 2018.

El PP duplicó las bancas de su última elección

El triunfo en Madrid «va a ser un estímulo y un cambio de ciclo», dijo Díaz Ayuso a la emisora EsRadio, luego de que su PP cosechara el 44% de los votos en las elecciones de la región que incluye la capital de España, más que la sumatoria de votos que sacaron todos sus rivales de izquierda y centroizquierda.

«Seguiremos aquí siendo un contrapeso, el contrapoder que hace falta» a Sánchez, agregó la dirigente con proyección nacional, de apenas 42 años.

En lo que fue el tercer mejor resultado de la fuerza de derecha en Madrid, el PP se quedó con 65 de las 136 bancas de la Asamblea de Madrid, a solo cuatro de la mayoría absoluta y duplicando los escaños obtenidos en la anterior elección, en 2019.

Díaz Ayuso: abierta a alianzas

Los comicios debían celebrarse dentro de dos años, pero fueron convocadas de manera anticipada luego de que Díaz Ayuso rompiera su coalición con el partido liberal Ciudadanos con la esperanza de capitalizar en las urnas las simpatías ganadas por su oposición a las restricciones recomendadas por el Gobierno de Sánchez.

Si bien el resultado le permitiría formar un Gobierno sin el apoyo de otros partidos, dado que solo necesita la abstención del partido ultraderechista Vox para retener el poder, Díaz Ayuso reveló que está dispuesta a aceptar consejeros de otros partidos.

«Quiero a los mejores, vengan de donde vengan, con el criterio claro de unas políticas sensatas. He tenido consejeros de Ciudadanos que han merecido la pena y, si los encuentro en Vox, contaré con ellos», aseguró en la entrevista radial.

Vox ya anticipó que no pedirá entrar al Gobierno a cambio de su apoyo.

Los perdedores

Ciudadanos quedó afuera de la Asamblea al no poder superar el umbral del 5% de los votos, pero Vox mantuvo posiciones e incluso sumó un escaño más, para un total de 13.

Por contra, los partidos de la coalición progresista de Sánchez sufrieron un duro revés a pesar de la implicación personal del presidente del Gobierno y de su socio Pablo Iglesias, líder de Podemos.

Iglesias, que había dejado su cargo de vicepresidente para liderar la candidatura de Podemos en Madrid, anunció su retirada de la política luego de que la alianza integrada por su partido sacar solo 10 escaños.

Los socialistas, que habían sido la formación más votada en 2019, obtuvieron 24, por lo que se vieron superados incluso por Más Madrid, una escisión de Podemos fundada hace apenas dos años que sacó 26 escaños.

¿Vuelve la derecha?

Aunque sea difícil extrapolar al resto de España lo ocurrido en este distrito controlado por los conservadores desde 1995, los resultados hacen soñar a la derecha con reconquistar el poder central.

Tanto Díaz Ayuso -que probablemente aspire ahora a la presidencia del PP de Madrid- como los estrategas del partido, esperan que el triunfo en la capital sea un escalón para un cambio de mando a nivel nacional de la mano de Pablo Casado, el líder del partido.

La atención está puesta ahora en la orientación que tome el PP a nivel nacional luego de un triunfo que deja atrás el retroceso que había sufrido tras una serie de escándalos de corrupción en la cúpula del partido que socavaron su base electoral y provocaron una fuga de votos hacia Ciudadanos y Vox.

La agrupación enfrenta un debate interno entre quienes, como Díaz Ayuso, quieren profundizar la batalla ideológica contra el progresismo para recuperar los votos de Vox y quienes pretenden mantenerse más cerca del centro del espectro político.

Todos contra Sánchez

Casado celebró en Twitter la victoria y dijo que «uniendo el voto del centro derecha derrotaremos a Sánchez y recuperaremos el futuro de España».

«La libertad ganó hoy en Madrid pero mañana ganará en toda España», agregó.

Editoriales de los principales diarios españoles reflejaron el cimbronazo político provocado por las elecciones de Madrid.

La incidencia definitoria de la pandemia

El diario conservador El Mundo dijo que en las elecciones se enfrentaron «dos modelos de país» y celebró los resultados como «una masiva aprobación de las políticas de Díaz Ayuso bajo el flagelo de la pandemia».

El diario El País, de centroizquierda, dijo que los madrileños respaldaron la respuesta de Día Ayuso al coronavirus pero también «su enfoque económico ultraliberal, sus políticas polarizantes y sus fuerte tono demagógico».

«La votación refuerza el giro a la derecha del centro de gravedad conservador y da nueva energía a la colisión de polos que está sacudiendo a España», agregó El País.

El base argentino Facundo Campazzo aportó siete puntos en la victoria de Denver Nuggets (36-20), como visitante sobre Houston Rockets (14-42) por 128 a 99, en una nueva jornada de la fase regular de la NBA.

El partido se jugó en el estadio Toyota Center de Houston, y el equipo visitante se llevó un triunfo muy cómodo, con la siguiente progresión: 35-28, 69-49, 100-79 y 128-99

El cordobés Campazzo, de 30 años, fue suplente y estuvo en la cancha 25 minutos y 49 segundos, lapso en el que sumó siete tantos (2-4 en triples y 1-2 en libres), más dos rebotes, tres asistencias y un robo.

El cordobés Campazzo, de 30 años, fue suplente y estuvo en la cancha 25 minutos y 49 segundos, lapso en el que sumó siete tantos (2-4 en triples y 1-2 en libres), más dos rebotes, tres asistencias y un robo.

En los Nuggets se destacó el pivote serbio Nikola Jokic, con un «doble-doble» de 29 puntos y 16 rebotes, y alero Michael Porter acumuló 21 tantos y cinco rebotes, mientras que en Houston, último en el Oeste y con cinco derrotas seguidas, el mejor fue el canadiense Kelly Olynik, quien finalizó con 23 puntos y seis rebotes.

+ Otros marcadores del viernes: Utah Jazz 119-Indiana Pacers 111; Detroit Pistons 110-Oklahoma City Thunder 104;¨Philadelphia Sixers 106-Los Angeles Clippers 103, Washington Wizards 117-New Orleans Pelicans 115 (en tiempo extra).

Brooklyn Nets 130-Charlotte Hornets 115; Chicago Bulls 115-Memphis Grizzlies 126; Toronto Raptors 113-Orlando Magic 102; San Antonio Spurs 106-Portland Blazers 107; Minnesota Timberwolves 119-Miami Heat 111 y Dallas Mavericks 109-New York Knicks 117.

+ Partidos para este sábado: Los Angeles Lakers-Utah Jazz, Washington Wizards-Detroit Pistons, Chicago Bulls-Cleveland Cavaliers, Boston Celtics-Golden State Warriors, Milwaukee Bucks-Memphis Grizzlies y Phoenix Suns-San Antonio Spurs.

En la Conferencia Este Philadelphia Sixers es el puntero con 39-17, seguido por Brooklyn Nets 38-18, Milwaukee Bucks 35-20, Atlanta Hawks 30-26 y Boston Celtics 30-26, en el Oeste es líder Utah Jazz con 42-14 y luego se ubican Phoenix Suns 40-15, Los Angeles Clippers 39-19, Denver Nuggest 36-20 y Los Angeles Lakers 34-22.

Boca Juniors intentará reponerse del inesperado traspié que sufrió la semana pasada en Santa Fe, cuando reciba este sábado a Atlético Tucumán en un partido válido por la fecha 10 de la Zona B de la Copa de la Liga Profesional, en el que presentará un equipo con al menos cinco variantes, en buena parte debido a su inminente debut en la Copa Libertadores.

El encuentro entre «Xeneizes» y tucumanos se jugará este sábado a partir de las 18:00 en «La Bombonera», será arbitrado por Jorge Baliño y televisado por la señal Fox Sports.

Boca tiene 13 puntos en su grupo, que lidera Vélez Sarsfield (19), y viene de caer ante Unión (1-0) en Santa Fe, mientras que el «Decano», con 12 unidades, superó en Tucumán al equipo de Liniers por 2-0 el lunes pasado.

En Boca, el entrenador Miguel Ángel Russo hará una variante obligada que será la salida del colombiano Jorman Campuzano, quien acumuló en Santa Fe su quinta tarjeta amarilla y deberá purgar un partido de suspensión, mientras que moverá otras piezas un poco por bajo rendimiento y otro porque el miércoles visitará a The Strongest, de Bolivia, en la altura de La Paz, por la primera fecha del Grupo C de la Libertadores.

Los que saldrán del equipo serán Esteban Andrada, Marcos Rojo, el peruano Carlos Zambrano y el colombiano Edwin Cardona, mientras que ingresarán Agustín Rossi, Lisandro López, Alan Varela, Cristian Medina y Mauro Zárate.

En tanto, se especuló durante toda la semana con la salida del colombiano Frank Fabra, quien además de estar en bajo nivel, debe cumplir tres fechas de suspensión en la Copa tras haber sido expulsado en la derrota ante Santos en las semifinales, y la intención es darle rodaje a su reemplazante natural, Emmanuel Más, para que adquiera ritmo ante los tucumanos y pueda desenvolverse mejor ante The Strongest, aunque esto no está definido.

En el caso del arquero, la intención de Russo es que Andrada ataje en la Libertadores y Rossi en la Copa de Liga, mientras que el regreso de Lisandro López se debe a que el peruano Zambrano fue aislado por contacto estrecho con un positivo de coronavirus.

En cuanto a Campuzano, en Santa Fe llegó a las cinco tarjetas amarillas, deberá cumplir una fecha de suspensión, y por eso ingresará Varela, mientras que Rojo tuvo una dolencia muscular menor pero será preservado para jugar el miércoles en Bolivia, así ingresará Medina y el equipo dejará de usar una línea de cinco defensores para pasar a una de cuatro.

En cuanto a Cardona, será titular en la Libertadores y por esa razón su lugar ante los tucumanos lo ocupará Mauro Zárate, de muy buenas actuaciones en los partidos ante Independiente y Defensa y Justicia, mientras que frente a Unión ingresó los últimos 15 minutos.

Boca necesita quedarse con los tres puntos y la cantidad de cambios que hará Russo no debería influir en su rendimiento habida cuenta de que varios de los que ingresarán, como Lisandro López o Zárate, podrían ser titulares.

En la delantera Russo intentará una vez más con la dupla entre Carlos Tevez y el colombiano Sebastián Villa, quienes serán acompañados por Zárate, especialista además en pelota parada merced a su notable pegada.

En cuanto a Atlético Tucumán, el entrenador del equipo, Omar De Felippe, recuperará a dos jugadores titulares que no estuvieron frente a Vélez: Guillermo Acosta y Ramiro Carrera.

En el caso de Acosta, cumplió una fecha de suspensión y regresará en lugar de Abel Bustos, mientras que Carrera superó un cuadro de anginas y jugará por Ramiro Ruiz Rodríguez.

El resto del equipo mantendrá la misma idea, con Javier Toledo como delantero más adelantado y el exBoca Oscar «Junior» Benítez recostado sobre la banda izquierda.

Boca se quedó con el primer título de la era profesional en el fútbol femenino en una final para el recuerdo: goleó 7 a 0 a River en la cancha de Vélez. El equipo dirigido por Christian Meloni cumplió los pronósticos que lo daban como vencedor y celebró ante su máximo rival.

No hubo paridad. El Xeneize fue superior de principio a fin y demostró una vez más que es muy difícil que otro equipo le arrebate el dominio en el corto plazo. Desde el comienzo de la actividad en 1991 el club cosechó 25 títulos.

Boca no le dio respiro al Millonario: se fue al entretiempo con un contundente 5 a 0 de ventaja. Los goles los hicieron Clarisa Huber, Yamila Rodríguez, Lorena Benítez, Fabiana Vallejos y Andrea Ojeda. En el complemento convirtieron una vez más Ojeda y Vallejos.

Si bien este fue el primer Superclásico de la era profesional del fútbol femenino, Boca y River tienen su historia. En los últimos 10 años se enfrentaron 25 veces, con 15 victorias para Boca, dos para River y ocho empates. Además, son los equipos más ganadores de los últimos 20 años: de los 41 títulos amateurs disputados desde 1991 hasta hoy, Boca tiene 24 y River, 11.

En el campeonato Transición, Las Gladiadoras de Boca llegaban invictas a la final con cuatro victorias en la zona A (4-0 a Excursionistas, 2-0 a SAT, 2-0 a Gimnasia (LP) y 8-0 a Huracán), una goleada ante Platense por 8-0 en los cuartos de final y un triunfo de 2-0 sobre San Lorenzo en las semifinales.

River, el equipo que conduce Daniel Reyes, ganó invicto la zona D de la fase de grupos (con triunfos ante Lanús 6-0, Racing 3-1 y Villa San Carlos 5-0), eliminó a Independiente por 5-0 en los cuartos de final y a la UAI Urquiza por penales 3-1 después de igualar 2-2 en los 90 minutos, por las semifinales. Pero hoy su rival fue demasiado.

A mediados de 2019, tras años y años de olvido dirigencial, los planteles femeninos de la primera división del fútbol argentino firmaron sus primeros contratos profesionales. De a poco, las instituciones fueron regularizando las situaciones personales de las jugadoras.

El presidente de Boca, Jorge Ameal, publicó en Twitter tras la victoria: “¡Somos campeones otra vez! Felicitaciones Gladiadoras por la goleada, por el primer título en la era profesional y por el corazón y la pasión para hacer realidad cada sueño… Son verdaderamente un orgullo xeneize”.

Las 22 jugadoras que fueron titulares en esta histórica final
Boca Juniors: Laurina Oliveros; Julieta Cruz, Florencia Quiñones, Noelia Espíndola y Eliana Stábile; Lorena Benítez, Clarisa Huber, Fabiana Vallejos; Carolina Troncoso, Andrea Ojeda y Yamila Rodríguez. DT: Christian Meloni.

River Plate: Florencia Chiribelo; Laura Felipe, Andrea López, Daniela Merelles, Bettiana Sonetti; Melina Moreno, Vanessa Penuna, Justina Morcillo; Carolina Bizamberri, Lourdes Lezcano y Lucía Martelli. DT: Daniel Reyes.

Fuente: TN

River Plate vence por 2 a 0 a Palmeiras en Brasil al cabo del primer tiempo de la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores, con los goles de Robert Rojas a los 29 minutos y Rafael Santos Borré a los 44, ambos de cabeza, y mantiene vivas las esperanzas de dar vuelta la serie en busca de la final tras perder por 3-0 en la ida en cancha de Independiente.

El encuentro es vibrante y ya se fueron al descanso ambos equipo. Se espera un segundo tiempo donde River busque el ansiado 3 a 0 e igualar las condiciones con el Palmeiras, para buscar su paso a la final de la Libertadores.

En su segunda presentación en lo que va del año tras su regreso al boxeo a los 45 años, Sergio Maravilla Martínez consiguió un nuevo triunfo por nocaut técnico en el noveno round ante el finlandés Jussi Koivula en un combate realizado este sábado en la ciudad de Torrelavega, España.

El argentino, excampeón mundial superwelter y mediano, se impuso con superioridad desde el comienzo de la pelea hasta que un corte en el ojo izquierdo de Koivula motivó la detención del combate.

Maravilla Martínez, radicado en Madrid, reapareció el 21 de agosto pasado y le ganó por nocaut técnico en el séptimo round al español José Fandiño, también en Torrelavega, pero en el estadio El Malecón.

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Fuente: 442

Como todos y todas saben, no concurro a actividades públicas u homenajes que tengan que ver con aquel 27 de octubre. Tal vez sea un mecanismo inconsciente de no aceptación ante lo irreversible. No sé… Ya saben que la psicología no es mi fuerte. Pero además resulta que mañana también se cumple un año del triunfo electoral del Frente de Todos. ¿Qué increíble, no? Que la elección presidencial en la que volvimos a ganar haya coincidido justo con el 27 de octubre. Licencias que se toma la historia.

Cuando Néstor asumió la presidencia en el 2003, el país había sufrido, dos años antes, una crisis sin precedentes hasta ese momento. Todavía recuerdo aquella magnífica entrevista que Torcuato Di Tella le hiciera y que se publicó como libro bajo el título “Después del derrumbe”. Perfecta metáfora. El 10 de diciembre de 2019 a la Argentina otra vez la habían derrumbado, pero nadie esperaba, ni siquiera podía imaginar, lo que iba a venir apenas unos meses después.

El freno a la economía y la incertidumbre generalizada sobre que va a pasar con nuestra vida son agobiantes. No esta explicado en ningún libro ni hay teoría que lo resuelva. No hay soluciones. Es permanente ensayo y error. O mejor dicho: brote, contagio y volver otra vez para atrás. Aquí y en todas partes. Así y todo el tiempo. Sin embargo, aún en este marco de incertidumbre por la pandemia global y a casi un año de gobierno, sí podemos llegar a algunas certezas, al menos en el campo de la política.

Primera certeza

Durante mucho tiempo se sostuvo que uno de los problemas centrales durante mis dos mandatos como presidenta eran las formas: “no escucha”, “es confrontativa”, “no dialoga”, “no habla con los periodistas, “no responde preguntas”. Aún recuerdo un programa de televisión que armó un “coro de periodistas” que gritaban “queremos preguntar”. Por supuesto, nunca creí que ese fuera el problema. Como dice Máximo y conté en Sinceramente: “¿Y vos que creías? ¿Qué lo de las AFJP, las retenciones, YPF, paritarias libres y juicios de lesa humanidad eran gratis?”.

Sin embargo, no pocos dirigentes en el peronismo pensaban que efectivamente el problema eran las formas y no el fondo. Es más, muchos también le agregaban las cadenas nacionales y las características de mi retórica (por decirlo de un modo elegante). Y la verdad es que ese fue también uno de los motivos que culminó en mi decisión del 18 de mayo de 2019. Es que en política no solamente es lo que uno cree, sino lo que ve e interpreta el conjunto. Y resultaba esencial la construcción de un gran frente político y social que permitiera ganar las elecciones presidenciales con la convicción de que un nuevo mandato del macrismo arrasaría definitivamente con la posibilidad de un modelo de desarrollo argentino con inclusión social y razonable autonomía.

El 10 de diciembre de 2019 asumió como presidente de todos los argentinos y todas las argentinas Alberto Fernández. Fue Jefe de Gabinete durante toda la gestión de Néstor y durante los primeros meses de mi primer mandato. Luego la historia es conocida por todos y todas: se fue del gobierno y se convirtió en un duro crítico de mi gestión. Justo es decirlo, no fue el único. Sin embargo, la experiencia macrista en el gobierno y la relación de fuerzas que surgió en el peronismo luego de las elecciones parlamentarias del 2017, nos impuso la responsabilidad histórica, a quienes expresábamos la voluntad popular, de generar las condiciones para que el 10 de diciembre de 2019 alumbrara un nuevo Gobierno.

Sus características personales y su experiencia política al lado de Néstor, signadas por el diálogo con distintos sectores, por la búsqueda de consensos, por su íntimo y auténtico compromiso con el Estado de Derecho -tan vulnerado durante el macrismo-, su contacto permanente con los medios de comunicación cualquiera fuera la orientación de los mismos y finalmente su articulación con todos y cada uno de los sectores del peronismo que, dividido, nos había llevado a la derrota electoral; determinaron que junto a mí, como vicepresidenta, encabezara la fórmula del Frente de Todos que triunfó en las elecciones del 27 de Octubre, hace exactamente un año.

Así, en diciembre del año pasado asumimos después de cuatro años de gobierno de Mauricio Macri y nos encontramos otra vez con un nuevo derrumbe. Cuatro años en los que se volvió a endeudar al país a límites insostenibles, con el retorno del FMI a la Argentina que le sumó a la deuda de los privados 44 mil millones de dólares más. Cuatro años de tarifazos impagables en los servicios públicos, cierre masivo de PyMES, pérdida del salario y jubilaciones, etc, etc, etc. Todo ello resultado de aplicar las políticas públicas que los factores de poder económico y mediático reclamaron durante los 12 años y medio de nuestros gobiernos y que se comprobó, luego de Macri, sólo conducen al desastre generalizado. Pero lo peor estaba por venir: en los primeros meses del 2020 devino un hecho inédito, impensado e inimaginable. Ni siquiera fue un cisne negro, sino una pandemia incontrolable que no tendrá cauce -como lo comprobamos a diario en todo el planeta- hasta el surgimiento de una vacuna o de un tratamiento.

En este marco de derrumbe macrista más pandemia, quienes idearon, impulsaron y apoyaron aquellas políticas, hoy maltratan a un Presidente que, más allá de funcionarios o funcionarias que no funcionan y más allá de aciertos o desaciertos, no tiene ninguno de los “defectos” que me atribuían y que según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión. El punto culmine de ese maltrato permanente y sistemático, se produjo hace pocos días en un famoso encuentro empresario autodenominado como lugar de ideas, en el que mientras el Presidente de la Nación hacía uso de la palabra, los empresarios concurrentes lo agredían en simultáneo y le reprochaban, entre otras cosas, lo mucho que hablaba.

Primera certeza: Castigan al Presidente como si tuviera las mismas formas que tanto me criticaron durante años. A esta altura ya resulta inocultable que, en realidad, el problema nunca fueron las formas. En realidad, lo que no aceptan es que el peronismo volvió al gobierno y que la apuesta política y mediática de un gobierno de empresarios con Mauricio Macri a la cabeza, fracasó. Es notable, sobre todo en el empresariado argentino, el prejuicio antiperonista. Notable y además inentendible si uno mira los resultados de los balances de esas empresas durante la gestión de los gobiernos peronistas o kirchneristas -como más les guste-. Este prejuicio no encuentra explicación ni desde la política, ni desde la economía, y a esta altura me permito decir que ni siquiera desde la psicología… aunque ya les advertí que de eso no sé. Pero no quedan dudas que esta actitud incomprensible ha sido y es una de las dificultades más grandes para encauzar definitivamente a la Argentina.

Segunda certeza

Como se han quedado sin la excusa de las formas, tuvieron que pasar a un segundo guión: “Alberto no gobierna”, “la que decide todo es Cristina”, “rencorosa” y “vengativa”, que sólo quiere solucionar sus “problemas judiciales”.

Debo reconocer que son poco creativos. El relato del “Presidente títere” lo utilizaron con Néstor respecto de Duhalde, conmigo respecto de Néstor y, ahora, con Alberto respecto de mí. Después de haber desempeñado la primera magistratura durante 2 períodos consecutivos y de haber acompañado a Néstor durante los 4 años y medio de su presidencia, si algo tengo claro es que el sistema de decisión en el Poder Ejecutivo hace imposible que no sea el Presidente el que tome las decisiones de gobierno. Es el que saca, pone o mantiene funcionarios. Es el que fija las políticas públicas. Podrá gustarte o no quien esté en la Casa Rosada. Puede ser Menem, De La Rúa, Duhalde o Kirchner. Pero no es fácticamente posible que prime la opinión de cualquier otra persona que no sea la del Presidente a la hora de las decisiones.

En cuanto a lo de “rencorosa” y “vengativa”. A nosotros nunca nos movió el rencor ni la venganza. Al contrario, la responsabilidad histórica y el deber político para con el pueblo y la Patria guiaron todas y cada una de nuestras decisiones y acciones. No hay demostración más cabal de ello que haber decidido con el volumen de nuestra representación popular, resignar la primera magistratura para construir un frente político con quienes no sólo criticaron duramente nuestros años de gestión sino que hasta prometieron cárcel a los kirchneristas en actos públicos o escribieron y publicaron libros en mi contra. Deberán esforzarse mucho para encontrar en la historia argentina ejemplos similares.

Por último, eso de que “sólo quiere solucionar sus problemas judiciales” (SIC), a esta altura ya resulta inaceptable. Lo único que queremos es el correcto funcionamiento de las instituciones y que se garantice la aplicación de la Constitución Nacional y la ley a todos y todas por igual, sin doble vara ni privilegios. Resulta insoslayable señalar que utilizan el eufemismo “problemas judiciales” para ocultar lo que hicieron en Argentina y en la región con el Estado de Derecho: se lo llevaron puesto para proscribir a los líderes populares. Con la articulación de sectores del Poder Judicial, los medios de comunicación hegemónicos y distintas agencias del Estado, durante el gobierno macrista se perpetró una persecución sin precedentes contra mi persona, mi familia y contra muchos dirigentes de nuestro espacio político. De ello hoy dan cuenta las escandalosas revelaciones y el hallazgo de pruebas a la luz del día, acerca de las conductas de periodistas, fiscales, jueces, agentes de inteligencia, dirigentes políticos y hasta del mismísimo Presidente Macri involucrado personalmente en los mecanismos de espionaje, extorsión y persecución.

Sin ir más lejos, miren Bolivia. Nada menos que la OEA dirigió un Golpe de Estado diciendo que había habido fraude en las elecciones presidenciales del año pasado. El resultado de las recientes elecciones en ese país hermano, me eximen de mayores comentarios. Y después dicen que el Lawfare no existe.

Segunda certeza: en la Argentina el que decide es el Presidente. Puede gustarte o no lo que decida, pero el que decide es él. Que nadie te quiera convencer de lo contrario. Si alguien intentara hacerlo, preguntale que intereses lo o la mueven.

Tercera certeza

Cuando terminé mi gestión el 10 de diciembre de 2015 la Argentina estaba desendeudada, el FMI al que le debíamos desde el año 1957 era sólo un recuerdo de los mayores de 21 años, los pagos de la deuda reestrcturada en el 2005 y en el 2010 se llevaban a cabo con normalidad y sin recurrir a nuevo endeudamiento y el perfil de vencimientos para los años subsiguientes era más que sostenible. La desocupación era del 5,9%, los salarios y las jubilaciones -tomadas en dólares- eran las más altas de América Latina y la cobertura previsional había superado con creces el 90% de la población. La inflación, medida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no superaba el 25% anual.

Sin embargo, la restricción externa -léase: escasez de dólares o excesiva demanda de dicha moneda; según como se mire- que apareció luego de haber soportado 6 corridas cambiarias -la última durante el año 2011, en el que fui electa por segunda vez consecutiva Presidenta de la Nación- motivó la regulación cambiaria que los medios hegemónicos bautizaron “cepo”. Dicha regulación establecía un tope para la compra de dólares para ahorro que era de USD 2500 por mes. Si, tal como se lee: USD 2500 por mes. Si la analizamos con perspectiva, la restricción no sólo era razonable, sino que daba cuenta del nivel del poder adquisitivo de ciertos salarios de la época. Muchos compraban dólares y muchos compraban el tope mensual. ¿Quién podría hoy acceder a esos USD 2500 para ahorrar mes a mes? Casi nadie. Sin embargo, por haber establecido dicha restricción cambiaria, nuestro gobierno fue atacado día a día por los medios hegemónicos. Un ataque sistemático que hasta incluyó movilizaciones convocadas por la oposición política y fogoneadas por aquellos mismos medios.

Así las cosas, el 10 de diciembre de 2015 asumió Mauricio Macri como Presidente de la Nación. De allí en adelante, las políticas de la República Argentina giraron 180 grados y se inauguró una gestión de gobierno conducida por empresarios que receptó en sus políticas públicas todas y cada una de las demandas de los distintos factores de poder económico de la Argentina, incluido su alineamiento acrítico en materia de política exterior. Apenas asumió liberó la cuenta capital, eliminó la regulación cambiaria -levantó el “cepo”- y decidió la apertura indiscriminada de importaciones dando inicio al período de endeudamiento más vertiginoso del que se tenga memoria y que culminó con un inédito préstamo para los argentinos y para el mismísimo FMI de 44 mil millones de dólares, destinado a financiar la campaña electoral para la reelección de Mauricio Macri como presidente.

Macri terminó su gobierno con una deuda impagable, con el FMI instalado otra vez en nuestro país, con una desocupación rondando los dos dígitos, con salarios y jubilaciones por el piso, con tarifas dolarizadas e impagables y con una inflación muy superior al 50%. Sin embargo, a pesar de los miles de millones de dólares ingresados al país como deuda, Macri tuvo que reestablecer el denominado “cepo” cambiario pero con una restricción mucho mayor: sólo podían comprarse para ahorro USD 200 por mes -menos del 10% de aquellos tan cuestionados USD 2500-. Después de cuatro años, el gobierno de los empresarios y de la derecha argentina, disparó al infinito el problema de la restricción externa, al endeudar a la Argentina como nunca nadie lo había hecho antes.

Hoy, luego del derrumbe macrista y en plena pandemia, y pese a no tener obligaciones de pago en moneda extranjera en lo inmediato gracias a la reestructuración de deuda llevada a cabo por el Gobierno, con superávit comercial y mayor nivel de reservas en el BCRA que cuando terminó mi gestión, continuamos con la restricción externa de esa moneda -o faltan dólares o hay demasiada demanda- a la que se suma una más que evidente extorsión devaluatoria.

Es que la Argentina es el único país con una economía bimonetaria: se utiliza el peso argentino que el país emite para las transacciones cotidianas y el dólar estadounidense que el país -obviamente- no emite, como moneda de ahorro y para determinadas transacciones como las que tienen lugar en el mercado inmobiliario. ¿Alguien puede pensar seriamente que la economía de un país pueda funcionar con normalidad de esa manera?

El problema de la economía bimonetaria no es ideológico. No es de izquierda ni de derecha. Ni siquiera del centro. Y no hay prueba más objetiva de esto que la alternancia de modelos políticos y económicos opuestos que se operó el 10 de diciembre de 2015. Todos los gobiernos nos hemos topado con él. Unos intentamos gestionarlo con responsabilidad, desendeudando al país en un marco de inclusión social y desarrollo industrial. Otros de orientación inversa -como el de Mauricio Macri- siempre han “chocado la calesita” con endeudamiento y fuga. Pero lo cierto es que ese funcionamiento bimonetario es un problema estructural de la economía argentina.

Tampoco es una cuestión de clase: los dólares los compran tanto trabajadores para ahorrar o para hacer una diferencia que mejore el salario, como empresarios para pagar las importaciones necesarias para hacer funcionar su empresa, para ahorrar y también, bueno es decirlo, para fugar formando activos financieros en el exterior, siendo esta última actitud una de las que más han contribuido a las crisis cíclicas de la Argentina.

Tampoco es producto de las experiencias hiperinflacionarias de la Argentina. Circula en redes un pequeño video de un reconocido humorista ya fallecido, sobre la pasión nacional por el dólar. El video data de 1962: Arturo Illia no había asumido como Presidente y Raúl Alfonsín estaría todavía de pantalones cortos en Chascomús. La coartada de la “hiper” para explicar el problema es también insuficiente. Basta recordar a Perón Presidente en la década del ’50 preguntando: “¿Alguien vio alguna vez un dólar?”

Tercera certeza: la Argentina es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías. Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla.

En este 27 de octubre, quiero agradecer a todos y cada uno de los argentinos y las argentinas, las muestras de reconocimiento, cariño y amor hacia quien fuera mi compañero de vida.

Y especialmente a Alberto, tanto por la decisión de repatriar la figura de bronce de Néstor que alguna vez emplazamos en la sede de la UNASUR en Quito, allí en la exacta mitad del mundo, como la de su nuevo emplazamiento en el hall del Centro Cultural Kirchner. Sinceramente, es una caricia al alma.

Néstor amaba ese lugar. Cuando lo recorrimos juntos el 24 de mayo del 2010 en el marco de los festejos del Bicentenario para inaugurar la primera parte de la obra que culminaría en el centro cultural más grande de Latinoamérica, me comentó que a ese lugar su padre -a quien adoraba- lo llevaba cada vez que venía a Buenos Aires. Es que el abuelo de mis hijos era empleado del Correo, llegando a ser su tesorero allá en Santa Cruz. Néstor me contó que le enseñaba con orgullo la grandiosidad del lugar, como si fuera suyo, una característica de los empleados del Correo Argentino… Orgullo de pertenecer. Mientras me contaba se le vidriaban los ojos, como cada vez que se acordaba de su padre. Sí, definitivamente es un buen lugar para él.

El británico Lewis Hamilton (Mercedes) retomó su dominio en la Fórmula 1 al ganar un accidentado Gran Premio de la Toscana, en el circuito italiano de Mugello, que le permitió queda a una victoria del récord de triunfos en la máxima categoría que ostenta el alemán Michael Schumacher.

La competencia, válida por la novena fecha y que tuvo público reducido en las tribunas, tuvo múltiples accidentes, fue relanzada tres veces y contó con dos banderas rojas, que de todas formas no pusieron en jaque la victoria de Hamilton, escoltado por el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) y el anglotailandés Alexander Albon (Red Bull).

Hamilton, que venía de no subirse al podio por una sanción la semana pasada en Monza, se mantiene como líder indiscutido del Mundial de pilotos, con seis triunfos, seguido por Bottas muy por detrás. Además, el británico, séxtuple campeón mundial, quedó a un triunfo de igualar el récord de victorias en Fórmula 1 que tiene el alemán Michael Schumacher, con 91.

Para darle marco a lo que ocurrió en Mugello, que por primera vez recibió a la máxima categoría automovilística, basta con marcar que apenas doce vehículos cruzaron la bandera a cuadros.

«Fueron como tres carreras en un mismo día. Fue realmente duro. Realmente es increíble tener 90 victorias», admitió el británico, que en el podio ratificó su lucha contra el racismo, al lucir una remera que decía «Arresten a los policías que mataron a Breonna Taylor».

De hecho, desde la largada ya fue caótica la situación, cuando a una mala salida de Hamilton, se sumó un primer accidente que sacó de la carrera a Pierre Gasly -ganador en Monza- y el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), el único que pudo hacerle frente en la temporada al Mercedes.

Se impuso por puntos en fallo unánime de los jurados en la pelea central del festival, organizado por Dream Box, que se desarrolló en las instalaciones del club Huracán. Le ganó al neuquino Emanuel Bastías.

El boxeador trelewense, Maximiliano Robledo, representante del Centro de Entrenamiento y Desarrollo Deportivo (CEYDDET), hizo su debut como boxeador profesional, este viernes por la noche, con un triunfo por puntos frente al neuquino de Plottier, Emanuel Bastías.

Fue una pelea que estuvo pactada a la distancia de cuatro rounds de tres minutos por uno de descanso. Se desarrolló en las instalaciones del gimnasio “Atilio Viglione” de Huracán. Y las tarjetas de los jurados lo vieron ganador al pupilo del gimnasio Dream Box de manera unánime: 38-37, 39-36 y 38-36.

Al término de la contienda, y ni bien el árbitro Néstor Burgos levantó sus brazos para coronarlo como vencedor, ante el aplauso de los presentes, el joven profesional destacó: “La verdad que estoy muy contento porque llegué bien preparado, gracias al excelente trabajo del equipo, y creo que gané de manera justa”.

Maximiliano Robledo realiza su preparación física bajo las órdenes de Ruperto “Peto” Ruíz en las instalaciones del Centro de Entrenamiento y Desarrollo Deportivo de Trelew, que se encuentra ubicado en el Natatorio Municipal.

La velada de guantes contó con seis peleas amateurs y una profesional, que significó el debut del joven trelewense, que podría volver a presentarse en el venidero mes de diciembre.