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Graciela Sosa, madre de de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado a golpes en la puerta de un boliche de Villa Gesell, contó que ella y su marido, Silvino, recibieron un llamado del papa Francisco, quien les dio su «bendición» y les aseguró que va a acompañarlos «siempre».

“La verdad que no lo esperábamos. Yo por lo general me levanto tarde porque la noche suelo tomar una pastilla para que se me pase más rápido esta tristeza», contó la mujer a varios canales de televisión, al relatar el llamado que Francisco realizó el fin de semana al celular de su marido. «Suena el teléfono de mi marido y atiende él, salía medio entrecortado. Ahí le dijo que era el Papa», detalló la mujer, quien añadió que «fue un día muy bendecido para nosotros, nos emocionamos mucho».

“Nos dijo que él estaba presente con nosotros. Primero, nos pidió disculpas, pero que estaba muy cerca de nosotros, que nos va a acompañar siempre, que el dolor es muy grande”, contó. El Papa, trascendió, había accedido al número de teléfono a través del Colegio Marianista de Caballito, donde había cursado su secundaria el joven Fernando Báez.
“Nos dio su bendición y que pronto volvería a llamarnos”, dijo la mujer.

El sábado pasado, al cumplirse dos semanas del crimen, la familia y los amigos del joven asesinado participaron participaron de una misa celebrada en su memoria, algo que, contó la mujer, la reconfortó por la cantidad de gente que asistió. «Siento esa fuerza que me transmiten todos para seguir adelante y luchar y pedir justicia por Fernando. Me siento muy acompañada».

Fuentes del Vaticano señalaron que el llamado papal fue «un gesto” que quiso dar la máxima autoridad de la Iglesia católica “ante las situaciones de violencia”.

Por su parte, la testigo también identificó a Ciro Pertossi (19) como uno de los dos principales agresores del estudiante de Derecho y dijo que junto a Thomsen (20), ambos imputados como coautores del homicidio, “le pisaban y pateaban la cabeza” a la víctima.

La chica de 17 años declaró ayer ante la fiscal a cargo de la investigación, Verónica Zamboni, y contó que la madrugada del 18 de enero último estaba con una amiga en un bar ubicado al lado del boliche Le Brique, y que al ir a saludar a un patovica que conocía, vio cómo sacaban del local bailable a “dos grupos de chicos”.

En la declaración testimonial, a la que Télam tuvo acceso, la adolescente señaló que al grupo “más alborotado” lo sacaron por la puerta de emergencia, que efectivos policiales intentaron calmarlos y los llevaron para el lado de avenida Buenos Aires.

En cuanto al otro grupo, dijo que “dos chicos cruzaron para el quiosco de enfrente” y que uno de ellos era Fernando, a quien en ese momento no conocía.

La testigo afirmó que Báez Sosa hablaba con su amigo mientras se acomodaba la camisa, que se la habían arrancado, y en ese momento “cruzaron dos chicos que le pegaron una patada de atrás, detrás de los cuales venían dos o tres más”.

“Fernando cayó al piso y le empezaron a pegar entre esos dos, y luego vinieron un par más a pegarle. Empezaron a pegarle en la vereda y como que lo fueron arrastrando para el cordón”, afirmó.

Tras ser consultada por la fiscal Zamboni, la adolescente refirió que se trataba de Thomsen y Pertossi, a quienes podría reconocer en caso de volver a verlos.

La chica aseguró que en ese momento quiso interceder porque vio que Fernando “ya estaba mal, como que le estaban pegando a una bolsa de papas”, pero que finalmente lo siguieron golpeando varios minutos más.

También señaló que durante la agresión, “apareció otra persona” que creía “que no pertenecía al grupo de agresores y gritó ‘dale, matalo, golpealo’; ante lo cual Thomsen se incorporó, lo miró, y mientras levantaba la víctima del cuello le dijo: ‘quedate tranquilo que me lo voy a llevar de trofeo’”, frase que le “quedó grabada” a la testigo.

Tras ello, Thomsen “lo arrastró hacia el cantero, lo apoyó de costado y le pegó una patada en la boca, y ya no hubo más reacción (de Fernando)”, aseguró la joven.

De esta manera, apuntó a Thomsen y Pertossi como “los que más pegaron”, ya que “le pisaban y pateaban la cabeza” al joven, pero agregó que “los otros le pegaban piñas por todos lados”.

La testigo dijo que luego “apareció una chica que le hizo RCP” a Fernando, mientras ella se alejó y empezó a llorar por la desesperación.

De acuerdo a su declaración, tras la golpiza, los agresores “se pararon, se acomodaron y se fueron caminando hacia calle Buenos Aires”, donde se toparon de frente con un grupo de policías, con los que llegó a ver que “hablaron un poco” y que luego “se dirigieron hacia la zona del pinar”.

Tras un ataque de nervios, la testigo dijo que se fue a su casa y que se enteró del crimen «por las noticias”.

Luego, contó que días después fue a una marcha con velas a la puerta del boliche Le Brique, recibió amenazas por Instagram y que ahora le teme «a los relacionistas públicos y tarjeteros” del local bailable.

Por su parte, el abogado de los diez rugbiers detenidos, Hugo Tomei concurrió a la fiscalía de Zamboni y al retirarse aseguró a la prensa que pedirá que declaren sus defendidos, aunque fuentes judiciales informaron que el pedido aún no se hizo de manera formal, por lo que aún no hay fecha para las indagatorias.

Tomei dijo que esperaba que la fiscalía recolecte la mayor cantidad de elementos probatorios para que los imputados puedan prestar declaración «a la mayor brevedad posible» y aseguró que «no hay contraposición de intereses entre ellos, porque cada uno va a contar lo que vivió desde su lugar».

Thomsen y Pertossi quedaron alojados este jueves en el penal de Dolores junto a Juan Pedro Guarino (21), Alejo Milanesi (20), Lucas (18) y Luciano (18) Pertossi, Matías Benicelli (20), Enzo Comelli (19), Blas Cinalli (18), y Ayrton Viollaz (20).

Los diez están detenidos por el crimen de Báez Sosa, cometido el 18 de enero último frente al boliche «Le Brique», en pleno centro de Villa Gesell, donde la víctima fue atacada a golpes de puño y patadas en plena vía pública.

Los diez rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa quieren declarar, están esperando que la fiscalía definan cuáles son los roles de cada uno y algunas medidas de prueba que todavía no llegaron, cuando la fiscal tenga todo ese material van a declarar, todos expresaron esa voluntad de hacerlo.

Hugo Tomei, representante de los 10 rugbiers imputados, lo confirmó al ingresar a la fiscalía N°6 y adelantó que va a presentar recursos contra las declaraciones de los testigos, ya que encuentra contradicciones.

El abogado aportó que los testigos se contradicen, que no es consistente lo que cuentan, unos dicen que vieron al grupo de rugbiers pero al momento de marcar el lugar físico donde se encontraban cuando ocurrió la pelea, es imposible que hayan tenido visibilidad clara de la golpiza que terminó con la vida de Fernando.

Los diez rugbiers implicados pasaron este miércoles sus primeras horas en la alcaldía de Dolores, después de habitar comisarías de Villa Gesell y Pinamar. Allí permanecerán al menos hasta se defina la situación procesal de cada uno de ellos.

Días atrás se conoció otro video que mostraba cómo el personal de seguridad del local sacaba a los rugbiers a la calle por una puerta lateral, en el que Máximo Thomsen (20), imputado como coautor del crimen de Fernando, forcejeaba mientras lo retiraban del lugar. En las imágenes, tomadas por una cámara de seguridad dentro del lugar, se pudo ver cuando los jóvenes son echados por una puerta que da a la avenida 3, donde luego se desató el ataque al joven de 18 años.

En otra grabación se vio cómo retiraron a Fernando del local nocturno tras la pelea que mantuvo con el grupo de rugbiers.

Además de Thomsen, por el crimen de Báez Sosa están presos Luciano Pertossi (18), Ayrton Viollaz (20), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20), Blas Cinalli (18) y Juan Pedro Guarino (19), ), Enzo Comelli (19), Ciro Pertossi (19) y Lucas Pertossi (20).

Se trata de Marcos Acevedo, un taxista que estaba dentro de su auto en la entrada del boliche Le Brique la noche del ataque.

A más de diez días del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, el testimonio de un nuevo testigo podría definir la suerte de los rugbiers imputados. Se trata de Marcos Acevedo, un taxista que, según su relato, estaba dentro de su auto en la entrada del boliche Le Brique, donde sucedieron los hechos. Esa noche, el conductor vio cómo un hombre de seguridad sacó a Fernando por la puerta principal. “Se notaba que era un chico calmo, tranquilo. Desde adentro del auto vi cómo trataba de explicarle al muchacho de seguridad que él no tenía nada que ver y que quería ingresar nuevamente al boliche. Cuando no logra su cometido, se retira”, explicó el testigo en declaraciones al canal de noticias TN.

Minutos más tarde, Acevedo vio cómo fueron sacados los rugbiers “forcejeando y alterados” desde la puerta lateral del local bailable. De acuerdo a su relato, por la ubicación de su auto, tenía vista a las dos salidas del lugar. “En ese momento se pusieron a discutir con los patovicas para ingresar nuevamente. Al no poder hacerlo, escucho que dicen ‘hay que ir a c***lo a palos’”, detalló. “Cruzaron la calle corriendo y cuando miro a mi izquierda, veo que se dirigen directamente a ese chico, a Fernando. Después, lo conocido por todo el mundo y lo que se vio en los videos”, agregó.

El taxista contó además que vio cómo un chico de camisa blanca le daba, “como mínimo, cuatro golpes de puño en la cara”. En este sentido, afirmó: “Fernando queda desvanecido. Me daba cuenta por sus brazos, no lograba defenderse ni taparse la cara”. Y sumó: “Cuando él estaba ensangrentado en el piso y le deja de pegar el chico de camisa blanca, quedó tendido y trató de apoyar el brazo izquierdo y levantar la cabeza. En ese momento, vino otro muchacho de camisa azul y le pegó una patada en la cabeza tremenda. Para mí, el golpe letal es ese. La patada en la cabeza fue criminal”.

Su testimonio, presentado por el defensor de los padres de Báez Sosa, Fernando Burlando, se da luego de que los imputados fueran sometidos a cuatro ruedas de reconocimiento y trasladados al penal de Dolores desde Pinamar. Allí, los jóvenes Luciano Pertossi (18), Ayrton Viollaz (20), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20), Blas Cinalli (18) Juan Pedro Guarino (19), Máximo Thomsen (20), Enzo Comelli (19), Ciro Pertossi (19) y Lucas Pertossi (20) estarán aislados del resto de los reclusos.

Según pudo saber PERFIL, permanecerán bajo estricta vigilancia y control hasta que el juez dicte la prisión preventiva, en caso de corresponder, y en tal caso los imputados serán asignados a otra unidad conforme se resuelva oportunamente. El crimen de Fernando Báez Sosa ocurrió el sábado 18 de enero, alrededor de las 4.50, a la salida del boliche “Le Brique”, en la avenida 3 y Paseo 102, en pleno centro de Villa Gesell. El joven estudiante de Derecho fue atacado a golpes de puño y patadas por parte del grupo de rugbiers que le provocaron la muerte. Tras la brutal golpiza, una chica de 17 años llamada Virginia intentó practicarle al adolescente Reanimación Cardio Pulmonar, pero no logró salvarle la vida.

Están acusados de ser coautores o partícipes necesarios del homicidio de Fernando Báez Sosa, que fue asesinado a golpes el 18 de enero pasado. Tras las amenazas de los otros internos del penal de Dolores, dormirán en un cuarto aislados del resto de la población carcelaria.

Los 10 varones de entre 19 y 21 años que están acusados de ser coautores o partícipes necesarios del crimen de Fernando Báez Sosa serán trasladados al penal de Dolores, provincia de Buenos Aires.

Después de pasar 10 días en la DDI de Villa Gesell y en Pinamar, los rugbiers del Club Nautico Arsenal Zarate serán trasladados al penal de Dolores, pero dormirán en un cuarto aislados del resto de la población carcelaria.

Lo que es más, en el penal equiparon el cuarto con cuchetas, colchones y un inodoro encerrado en una casilla de madera para garantizar la privacidad de los rugbiers, algo más de lo que pueden esperar otros internos.

Otra vez, los diez acusados del cobarde ataque que le costó la vida a Fernando Báez Sosa llegaron con sus remeras sobre la cara a la Jefatura Distrital de Villa Gesell para una nueva rueda de reconocimiento por el crimen. Otros tres testigos amigos de la víctima deberán reconocer a quienes golpearon a Baéz Sosa y a quienes permitieron que suceda como partícipes necesarios, con Verónica Zamboni, la fiscal del caso, presente en el lugar.

Los diez acusados de Zárate llegaron desde la Comisaría 1° de Pinamar, donde permanecen juntos desde fines de la semana pasada. Sus padres los visitan allí, les llevan bolsos de ropa y comida. Marcial Thomsen, padre de Máximo, imputado como coautor del homicidio, declaró al salir de una visita “Están destrozados, es una pesadilla total. No hicieron ningún plan para matarlo, eso es una locura”.

Se espera que el abogado Fernando Burlando llegue esta mañana a la Jefatura Distrital. Pablo Ventura, el joven falsamente acusado por los detenidos y liberado por falta de mérito, permanece vinculado a la causa y es parte de las ruedas. No es trasladado con el resto y llega al lugar solo cuando llega su turno. Hasta ahora, ningún testigo lo marcó.

Las medidas de seguridad en torno al procedimiento se vuelven más estrictas. La semana pasada,un video del interior de la rueda fue filtrado y llegó a los medios. La fiscal Zamboni ordenó prohibir a los policías que participan de la rueda el uso de celulares, según confirmaron fuentes cercanas al expediente a Infobae. A pesar de esta decisión, todavía no se tomaron medidas contra el personal. La fiscal Zamboni da por hecho que fue tomado por un efectivo dado el ángulo de las imágenes, y no por uno de los “extras”, los falsos imputados que se mezclan con los verdaderos en la rueda.

Con el devenir de los días, varios alrededor del expediente suponen una teoría que no parece tan inverosímil: ¿se fractura la unidad entre ellos? Hay varios imputados que no fueron reconocidos por los testigos de manera concluyente, como Juan Guarino, Blas Cinalli y Alejo Milanessi.

El viernes por la mañana, se conoció un sugestivo audio de Lucas Fidel Pertossi, primo de Ciro, acusado de ser partícipe necesario del crimen. “Cada uno sabe el rol que tomó en la pelea y que se haga cargo”, dijo. ¿Comenzó una grieta entre ellos? Los diez habían mostrado un frente unificado en Tribunales, todos con los mismos abogados defensores, negándose a declarar en su indagatoria. Hay fuentes del caso que pintan una escena tras la detención: Máximo Thomsen en un supuesto rol de líder, ordenando al resto.

Sin embargo, el hermetismo en el grupo es grande, pero no total. Según Fabián Améndola, abogado de la familia de Fernando Báez Sosa, “trascendió que alguno habría manifestado que no había participado porque se habría ido antes del local”.

Cuando aún continúan las repercusiones de la terrible noticia del homicidio de un joven en manos de un grupo de rugbiers, una vecina de Puerto Madryn compartió su relato en las redes sociales en el cual da a conocer una situación de mucha violencia que le tocó vivir a su hijo de 16 años.

“Basta de violencia. El 14 de diciembre Valentín, mi hijo de 16 años, fue a un egreso en el Club Madryn. En un momento desde atrás y sin aviso recibe golpes de puño de un violento de 17 años, sin aviso y sin motivo alguno. La golpiza brutal le causó doble quebradura de mandíbula, intervención, dolor, pérdida de 7 kilos por tener que alimentarse con una sonda, boca bloqueada y lo más desesperante y traumático: un ‘no entender porqué le pasó esto’. Este individuo le truncó sus planes del verano; entrenar, trabajar y pasarlo bien con sus amigos en la playa, ya que había rendido sus materias perfectamente para estar libre y disfrutar.

Esta publicación tiene como único fin informar a todos los padres y chicos de las cosas que pasan en esta ciudad y de las que la gente prefiere no hablar… claro… hasta que les toca vivirlo en carne propia.

¿Por qué lo publico? Porque no hay ningún derecho a que te hagan esto con un hijo. Porque la impotencia es tan grande que no se puede explicar y básicamente porque deseo profundamente que ni este violento ni ninguno más destruya a una familia otra vez.

Por último no puedo ni quiero dejar de mencionar que el violento, golpeador y cobarde es jugador de Rugby. Y lo escribo porque parece ser que la gente con los acontecimientos de estos últimos días (en Punta del Este, en Villa Gesell y demás) parecería estar interesada en defender o defenestrar a ese deporte. Lamentablemente los casos son muchos, demasiados. A mí sinceramente poco me importa qué deporte practican estos salvajes pero sería bueno que haya una reflexión”

El intendente de la localidad balnearia de Villa Gesell, Gustavo Barrera, decretó una prohibición al consumo de bebidas alcohólicas en la calle, playas y otros espacios públicos, y la resolución, que prevé multas de hasta 34.000 pesos, entrará en vigencia una vez que sea aprobada por el Concejo Deliberante, donde cuenta con quórum propio.

El decreto con fecha de hoy, al que tuvo acceso Télam, especifica en su primer artículo que se prohíbe «el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, playa, espacios públicos, interior de estadios polideportivos, u otros sitios de igual naturaleza, cuando se realicen en forma masiva actividades deportivas, culturales, educativas y/o artísticas»

Asimismo, el documento establece que «se extiende la prohibición al expendio de bebidas alcohólicas mediante máquinas expendedoras automáticas (?) y al consumo de bebidas alcohólicas dentro de vehículos automotores, públicos y/o privados, aun cuando quien consumió no fuere el conductor y se halle o no circulando»

Según la normativa, las multas por violaciones a lo dispuesto serán de hasta cinco mil mult (unidad de medida del municipio que equivale a 6,89), por lo que, de máxima, se deberán abonar 34.450 pesos.

Voceros del municipio explicaron que el intendente Gustavo Barrera deberá enviar el decreto con su firma al Concejo Deliberante gesellino -en el que cuenta con quórum propio- con un pedido de sesión extraordinaria.

Una vez recibida la resolución por el presidente del Concejo Deliberante, tendrá un mínimo de 48 horas hábiles para habilitar la sesión, por lo que el documento podría ser tratado recién a partir del próximo viernes por la tarde.

Con la sesión extraordinaria habilitada el decreto se pondrá a referendo de los concejales y será aprobado sin inconvenientes, quedando firme la resolución firmada por el intendente del municipio.

 

El “detenido número 11” que estuvo tres días preso, salió de la cárcel tras comprobarse que no participó del asesinato de Fernando Báez Sosa. Su abogado dijo que podrían iniciarle acciones legales al rugbier que lo acusó ante la Policía.

Pablo Ventura (21), el joven liberado en la causa en la que se investiga el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, habló este miércoles públicamente por primera vez tras salir de la cárcel y, aunque escuetamente, dio detalles de lo que le tocó vivir en los últimos días.

«Todavía no caigo. No lo puedo creer. La verdad fue muy difícil, pero ya me siento mejor, por suerte. Estoy más tranquilo. Un poco angustiado, pero nada más. Ahora voy a tratar de a poco de ir volviendo a la normalidad», contó Pablo, en declaraciones a C5N.

Consultado sobre su relación con los diez rugbiers detenidos, explicó: «Los conozco de vista, de la ciudad. Nada más. No los odio».

Además, dijo que la noche del crimen estuvo «en la casa de un amigo, tranquilo»: «Cuando llegó la Policía no entendía nada. No sabía qué pensar».

Ventura, quien en la tarde del martes fue dejado en libertad por orden de la Justicia, afirmó que lo trataron «muy bien» mientras estuvo detenido y que se está apoyando en sus amigos y familiares. «Las personas que me conocen saben cómo soy», agregó.

Además, le mandó un mensaje a su madre, quien a diferencia de su papá no pudo viajar a la Costa para acompañarlo: «Le quiero decir a mi mamá que la extraño mucho y que gracias por todo el apoyo. Tengo unos padres de fierro».

A su lado, su padre, José María, dio detalles sobre su liberación: «Ayer (por el martes) lo vi realmente mal, mal en serio. Estaba totalmente quebrado. Yo le decía que no tuviera vergüenza, que se sintiera orgulloso, porque toda la sociedad lo estaba apoyando. Recién se pudo dormir a las 3 y media de la mañana. Pero acá estamos, dando la cara».

Por qué lo involucraron

José María contó además que su hijo «tuvo algún conflicto» con uno de los 10 acusados en el pasado, aunque se trató de un episodio «muy estúpido y hace muchísimos, muchísimos años». Fue por esa razón, según cree, que los rugbiers dieron el nombre de Pablo a la Policía cuando los detuvieron.

«Es increíble. No sé por qué tanta bronca. No se entiende la saña. En Zárate hay pica entre el remo (Pablo practica ese deporte) y el rugby, pero no se peleó con ninguno de ellos. Pero después de pensar durante toda la noche, llegué a una conclusión: estos chicos, cuando los allanan, no sabían que habían asesinado a una persona, entonces tiraron el nombre de Pablo Ventura como haciendo un chiste. Estoy seguro de que fue así, porque no tiene sentido. Después me vengo a enterar que cada pavada que hacían lo tomaban para la joda y usaban ese latiguillo. Los chicos estos ni siquiera tenían la dimensión de lo que había pasado», planteó.

Por otra parte, José María valoró la tarea de la Justicia y de la Policía, al asegurar que «se tomaron su tiempo y actuaron como corresponde».

«Poniéndome en el lugar del fiscal y pensándolo fríamente, yo hubiera hecho exactamente lo mismo. Quería estar seguro, porque había un asesinato de por medio. Y si me ponía en el lugar de la familia de la víctima, también hubiera querido que se supiera la verdad. Mi hijo estuvo realmente muy contenido», contó.

Otra causa para los rugbiers

Jorge Santoro, el abogado de la familia Ventura, adelantó que, una vez que Pablo «salga libre de culpa y cargo» y «sea desvinculado totalmente de la causa», iniciarán «acciones por la vía civil por daños y perjuicios» contra los rugbiers que le dieron su nombre a la Policía.

«Esto afectó la dignidad y el proyecto de vida de Pablo. No se puede hacer algo así. No nos tenemos que olvidar de que hay una criatura asesinada brutalmente por estos inadaptados y violentos, que no tenían necesidad de hacer semejante barbaridad», señaló.

En tanto, el letrado argumentó que «no tiene sentido hacer participar a Pablo de la rueda de reconocimiento», como había trascendido en las últimas horas, aunque se quedará en la Costa si la Justicia lo solicita.

Por último, Santoro calificó de «muy apresurado lo del fiscal» general de Dolores, Diego Escoda, quien horas atrás había hablado de «un auto que habría salido clandestinamente de Villa Gesell hacia Zárate la noche del crimen».

«Esa información la tendría que haber dado después de verificar los dominios del vehículo que él creyó que había salido ‘clandestinamente’. De todas las formas, salvo ese barquinazo, no tenemos dudas de que Pablo va a ser totalmente liberado de la causa. Con los testigos, las pruebas que se vieron, las pericias de los teléfonos, más que se cayó esa versión del auto clandestino, eso bastó».

Marcelo Urra, el apoderado del Club Náutico Arsenal de Zárate, admitió este martes tener conocimiento de que varios de los rugbiers detenidos por el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell ya habían estado involucrados en otros episodios violentos. «Para ellos, era una práctica habitual golpear a una sola persona entre varios», aseguró.

El apoderado hizo estas polémicas declaraciones durante una entrevista con TN en la que informó la suspensión de cuatro de los rugbiers detenidos que al día de hoy seguían siendo socios activos de la institución.

Urra confirmó que la decisión de apartar a los jóvenes se debió a que «están involucrados en un hecho que afecta y mucho la imagen de lo que pregona el club». Sin embargo, la institución ya estaba al tanto del modus operandi bajo el que actuaban algunos de los agresores, pero jamás hizo nada al respecto.

«Tenemos conocimiento, porque en Zárate las cosas se saben, de que parte del grupo detenido había tenido problemas en salidas nocturnas, donde era una práctica habitual golpear a una sola persona entre varios», aseguró el apoderado.