La foto de Aylan Kurdin, el niño que fue arrastrado por la corriente hasta la orilla en una playa de Bodrum luego de morir ahogado cuando junto a su familia huía de la guerra siria desde Turquía hasta Grecia, fue el despertador que trajo esta iniciativa a la luz, luego de que surgiera hace seis meses sin tener repercusión.
Es que allí en Trelew la comunidad sirio libanesa está realizando gestiones para poder darle albergue a 10 familias sirias que estén buscando refugio para escapar del conflicto que los mantiene en vilo, el cual en los últimos días, tras la foto del niño que dio la vuelta al mundo, concientizó sobre el terror que se vive en ese país, inmerso en una guerra civil.
Según explicó Gustavo Chaina, quien es conocido en la zona del valle por ser el ex policía que escribió el libro «Amargo Botín», mediante el cual reconstruyó un asalto al cajero del Ministerio de Economía de Rawson donde fueron asesinados dos policías en 2007, la iniciativa surgió hace seis meses y ya fue presentada a la embajada de Siria en Argentina y al Gobierno de la Provincia, que en la última semana luego de las repercusiones que tuvo el conflicto pidió más detalles del proyecto.
«Es algo que se está hablando con el Gobierno Provincial; en el valle es un engranaje que no está muy aceitado; el municipio no tiene un protocolo de emergencia para contener a refugiados y el gobierno provincial se ha puesto a entera disposición de nosotros», explicó Chaina, presidente de la Fundación Cultural Los Cedros a El Patagónico.
«Muchas personas ofrecieron ayuda, pero somos realistas; por lo pronto no estamos necesitando nada porque no tenemos el aval del gobierno», agregó.
UNA FORMA DE AYUDAR
Más allá de este primer avance, por el momento es todo un sueño a concretar, con un objetivo muy grande: contener a diez familias tipo, es decir padre, madre y dos hijos en edad escolar, ofreciéndoles todo lo que tiene Argentina; desde las vacunas en la parte sanitaria, hasta la educación y herramientas para poder progresar, tal como hicieron quienes escaparon de distintas guerras a fines del siglo XIX e inicios y mediados del XX.
La idea de Chaina y el resto de los que colaboran en el proyecto es que se enmarque dentro del Programa Siria, establecido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto a través de la Dirección Nacional de Migraciones, el cual comenzó a regir en octubre de 2014.
De esta forma, a los refugiados se les daría un documento provisorio por dos años con la posibilidad de renovarlo otro más. «Es un proyecto social y cultural donde tratamos de rescatar que mantengan su cultura, su familia y garantizarles una salida laboral. El primer trimestre tiene que ver con la adaptación; después los oficios de los cabeza de familia y empezar a exteriorizar el trabajo que hacen para que se puedan mantener por sus propios medios», explicó Chaina, quien espera que se pueda avanzar en las gestiones.
«Con la foto de Aylan explotó todo. Es una imagen que te hace reaccionar y te hace actuar; por eso esperamos que tome el auge que tiene que tener y podremos concretarlo», señaló.
El Patagónico