Eugenia López es aún recordada por el comercial en el que hablaba con su papá por teléfono. A 25 años habló con Teleshow y contó qué está haciendo ahora y por supuesto, recordó su trabajo en la tele.
«Confusión», es el nombre de la publicidad que hizo famosa a Eugenia López, hace 25 años. En el comercial de mayonesa, la nena hacía las veces de intérprete entre su mamá y su papá, que estaba del otro lado del teléfono. Su voz dulce, su cara angelical y su inocencia hicieron que un cuarto de siglo después la gente la siguiera recordando, a pesar de que ya no la reconozcan por la calle.
En aquel momento Eugenia tenía cinco años, hoy tiene 30 y es licenciada en Ciencias Biológicas egresada en la Universidad de Buenos Aires y realizó un máster en Neurociencia y Educación en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Nada más lejos de la actuación, actualmente trabaja en el Centro Cultural de la Ciencia, que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
«En el colegio me cargaban y me decían Hellmanns», contó Eugenia a Teleshow y recordó: «Era chica, la pasé muy bien grabando, me acuerdo que el director, Martín Lobo, era un genio y me tenía una paciencia infinita, y todos los del equipo también, todo me divertía».
El comercial tuvo una repercusión impresionante y la gente comenzó a reconocerla por la calle, cosa que, confiesa, le daba vergüenza: «Me escondía un poco, me acuerdo que si nos paraban en la calle a veces mi mamá decía ‘si, se parece a la nena de la propaganda, pero no es'».
Por su trabajo en el comercial fue invitada a varios programas, como El show del clio, donde admite que «hacía lío y molestaba a todos». A 25 años, sigue sorprendiéndose por el hecho de que la gente se acuerde de ella: «Me impresiona y a veces me pasa algo bizarro con la publicidad».
Fue elegida para ser la cara de la marca de mayonesa un poco por casualidad, ya que iba frecuentemente a los castings, pero más para acompañar a su hermana mayor, Lala, que otra cosa: «Me tomaba todo con mucha naturalidad. Me resultaba raro verme». Más tarde se fue a vivir con su familia a Montevideo y se fue alejando del el mundo de los castings y los escenarios.
Sin embargo, aunque no se dedicó más a la actuación, continuó ligada a los medios, combinando su espontaneidad ante las cámaras con su profesión. En el 2014 condujo junto con Juan Braceli (Cocineros Agentinos), el programa Ciencia a la carta. En el ciclo se juntaban a comer para descubrir el lado científico de la cocina, como los procesos químicos de los ingredientes y sus propiedades biológicas. Se emitió por TECtv, el canal del Mimisterio de Tecnología, de Televisión Digital Abierta.
«Lo que más me interesa en este momento es la educación y la comunicación de la ciencia. Por eso también a veces aparezco en TECtv. Si bien no soy actriz, nunca estudié actuación en serio, salvo algún que otro taller, me divierte aparecer en programas de tele y me parece que es un excelente lugar para poder comunicar la ciencia y que más gente, chicos, adolescentes y adultos se interesen por ella», contó Eugenia.
También participó del programa de Roberto Pettinato, Un mundo perfecto, donde con un colega realizaba divertidos experimentos. Además, hizo para el canal del Ministerio el micro Científicos al Banquillo, en el que respondía un divertido ping pong de preguntas y respuestas.
¿Qué es lo que la apasiona de su trabajo actual? «Creo que la manera de pensar científicamente es necesaria para cualquiera, para hacernos más libres, para tomar decisiones basadas en evidencias, y para divertirnos, ¡hacer ciencia, dudar y curiosear en general es muy divertido!». El Centro Cultural de la Ciencia está abierto al público los días viernes, sábados y domingos de 13.00 a 19.30.
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