Varios comerciantes locales conversaron con El Cordillerano a raíz de la fuerte competencia que existe cuando los usuarios deciden ir de compras a Chile. No es ninguna novedad que por estos días la ventaja comparativa de precios juega favor de los negocios trasandinos.
El viejo “deme dos” de otras épocas en Miami (EEUU), se vuelve a reeditar de alguna manera en Osorno, Puerto Montt u otras localidades del otro lado de la frontera. La máxima preocupación la tienen los comerciantes de las calles Mitre y Onelli; y en el caso de la Mitre, al “compre chileno” se suma el cierre de la reconocida arteria por la obra de modernización (ver nota aparte).
La cuestión es que en el gran “shopping trasandino” se consigue mercadería mucho más económica, incluso si los residentes barilochenses pagan aquello que hay que abonar al fisco argentino, los artículos son más baratos.
Ropa, celulares, televisores, computadoras y hasta pasajes para ir al viejo mundo se mantienen a valores más económicos que si se adquirieran en esta ciudad.
A modo de ejemplo se puede citar que un par de zapatillas de primera calidad, en Chile, la más cara, puede costar alrededor de $2.500, en un negocio deportivo local -la misma- se compra entre $4.000 o $4.500. Ventaja apreciable a favor del bolsillo del comprador.
Además los argentinos que traspasan la frontera pueden traer sin el pago del impuesto pertinente, en base a una franquicia de 150 dólares, aquel producto que no supere dicho valor. De comprar algo más caro, se tiene que abonar al fisco argentino un 50% más, pero aún así la mercadería resulta más económica.
“Con nuestros precios no podemos competir, a ello le tenemos que sumar los manteros que nos hacen una competencia desleal porque no pagan nada de nada en impuestos, la calle Mitre cerrada, ya perdimos la temporada invernal y no sabemos si todo esto (por la obra de la Mitre) estará terminado para el verano. Pareciera que hasta la Municipalidad nos patea en contra, que quieren que cerremos. Esto ya no se aguanta más, nuestros comercios están prácticamente en bancarrota, debemos cumplir con nuestras obligaciones, con nuestros empleados y nadie piensa en darnos una mano”, fueron algunas de las quejas que mantuvieron los comerciantes -café de por medio- con el cronista de El Cordillerano.
También indicaron que “ahora con este tema de la venta Puerta a Puerta que habilitó el gobierno nacional vamos a tener una competencia más fuerte aún, porque tenemos entendido que unos vendedores chilenos en sociedad con algunos argentinos, están habilitando comercialmente el
Puerta a Puerta para traer artículos chilenos, allí nos terminan de fundir del todo”.
En todo el país
Desde CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) se estima que la vuelta del servicio Puerta a Puerta (PaP) para las compras al exterior será perjudicial tanto para la industria nacional como para el comercio local, ya que en una amplia gama de productos se pueden conseguir precios hasta 67% más económicos que los que ofrece el mercado argentino en los fabricados en el país.
Ropa, juguetes, marroquinería, artefactos de iluminación y vajilla de cocina, son algunos de los rubros más afectados, donde el consumidor local puede comprar “made in China” por internet el mismo producto, con diferencias de precios de entre 62% y 67%.
Según se informó, la AFIP, el Ministerio de la Producción y la Dirección General de Aduana permiten nuevamente compras on line de hasta US$1.000 y con la posibilidad de realizar hasta cinco pedidos anuales. Es decir, se habilitarían US$5.000 por consumidor, lo que generará impacto sobre la economía local.
La medida llegaría en un momento donde los costos en alza de la producción local están deteriorando la competitividad de los productos nacionales, y en un mercado que consume bastante menos que el año pasado, los productos importados ganan participación en la venta. Pero con esta medida se perjudica no sólo a la industria sino también al comercio, que verá mermar sus ventas en una coyuntura donde de por sí se está vendiendo 10% menos en volumen que el año pasado.
De acuerdo con un relevamiento realizado por CAME en las páginas de compras directas a China y su comparación con el mismo producto de origen nacional, se observa lo siguiente: 1) Las diferencias, en aquellos productos que hay brechas, son muy importantes, aun pagando el impuesto de importación desde ese mercado, que asciende al 50%. 2) Por ejemplo, un vestido de gasa comprado directamente en China sale 67,3% menos que un vestido del mismo material, casi idéntico, de origen nacional ($700 el nacional vs $292 el chino). 3) Una cartera símil cuero de mujer, nacional, que sale $1.200 compite con una china idéntica, que se consigue mediante estos sitios a $458,4 incluyendo el 50% de impuesto. Es decir, comprando a China se ahorra casi el 62%. 4) Los juegos de ladrillos Legos salen: $458,6 comprados en China (incluyendo el impuesto) vs $1.200 el nacional, es decir, la brecha es de 62% también. 5) Un set de vajilla de cocina de plástico, de juguete, que sale $1.800 en el mercado local, se puede conseguir por 61,8% menos en el sistema Puerta a Puerta, al comprarlo al mercado chino por sólo $687,6.
Desde CAME indican que “no es el momento oportuno para habilitar este sistema de compras on line, que finalmente resentirá más la producción local, la venta comercial, y directa e indirectamente, terminara afectando más al consumo”.
Diferencias de precios por comprar Puerta a Puerta
El Cordillerano