Como estrategia para impulsar la producción y venta de los autos propulsados por energías renovables, el Gobierno eliminó los impuestos de importación para híbridos, eléctricos y a hidrógeno. Los ejemplares homologados que pueden comercializarse en el país.
La medida busca sumar a Argentina al sendero por el que transitan varios países. Cada vez más, el rumbo de las industrias mundiales está signado por la necesaria búsqueda de alternativas más amigables con el medio ambiente. Se invoca, profundiza y exploran nuevas propuestas, que se rigen por una ideología eco-friendly. Implementan políticas con el incentivo a la motorización sustentable. Y el mundo automotor es uno de los escenarios a los que más corresponden.
Siguiendo esta línea y atendiendo el pedido de las automotrices y de la sociedad, el gobierno nacional concretó lo que se insinuaba desde hace tiempo: eliminar los aranceles aduaneros para vehículos de mecánica sustentable con el fin de motivar la expansión del campo automotor no tradicional. De tal modo, la baja de aranceles de importación para vehículos con energías alternativas disminuyó considerablemente. Hasta el momento del decreto pagaban un 35%, pero en la actualidad estos modelos sufrieron grandes reducciones. Por ejemplo, en el caso de los híbridos solo pagarán el 5% y hasta un 2%, en eléctricos o propulsados por hidrógeno.
El decreto firmado por la vicepresidente en ejercicio de la presidencia, Gabriela Michetti (Mauricio Macri está fuera del país), regirá durante los próximos tres años, aunque la reducción tendrá un tope máximo de 6.000 por año y solo pueden aplicarla las terminales automotrices radicadas en la Argentina: Agrale, FCA (Fiat y Chrysler), Ford, General Motors (Chevrolet), Honda, Iveco, Mercedes-Benz (incluyendo Smart), Nissan, PSA (Peugeot, Citroën y DS), Ralitor (JMC, DFM, Foton, Baic y Kandi), Renault, Scania, Toyota (incluyendo Lexus), Volkswagen (incluyendo Audi y Seat) y Zanella. En tanto, las compañías que están representadas por medio de importadores quedan excluidas del convenio.
Por supuesto, la resolución aclara que los vehículos deberán estar homologados por el INTI si quieren percibir el descuento. Hasta el momento sólo hay cuatro modelos autorizados: uno es el Toyota Prius, el único alimentado por energía alternativa, un híbrido equipado con un motor térmico de 1.8 litros y otro eléctrico cuyo precio actual (carente de beneficio alguno) es de $955.340. La expectativa está ahora en saber cuánto incidirán las medidas en el valor final.
Otro de los prototipos es la Volkswagen Touareg Hybrid, un SUV que fusiona un motor de combustión fósil con uno de propulsión eléctrica, que fue utilizado por Macri como vehículo oficial y que dejó de importarse por su alto valor de venta. La lista se amplía con el Nissan Leaf, uno de los pioneros en el desarrollo de un motor eléctrico para el segmento de los más chicos. Por último, está la Renault Kangoo Z.E., la variante sostenible del multipropósito de Renault, cuyo nombre resume las siglas de «zero emission» (cero emisiones) y que se comenzaría a comercializar antes de fin de año. En este último caso, aunque también es prematuro hablar de cifras, se estima que el valor podría rondar el doble de la Kangoo PH3 Sportway que se fabrica en Córdoba, actualmente a $323.000.
Además de estos ejemplares, los Volkswagen e-Golf y Golf Hybrid están en proceso de homologación. Al margen quedarán los citycars eléctricos, aquellos modelos con un peso inferior a los 400 kilos y una potencia de 15 kilowatts o menos. En definitiva, se presume que todos estos modelos podrían ser los primeros automóviles impulsados por energía renovable en venderse en el país, aunque los valores de mercado son una incógnita que se develará con el tiempo. De por sí, los vehículos eléctricos cuestan, sin aranceles, el doble o más que un vehículo convencional, ya que sólo sus baterías suelen tener un costo similar al resto del vehículo entero.