Por Fiorella Lotti
La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular teme que la medida sea una política de “flexibilidad laboral” similar a la de los 90. El problema estructural es otro.
Frente al anuncio oficial del plan Empalme, Juan Martín Carpenco, integrante de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), dijo a NOTICIAS: “Siempre hubo una línea de atacar nuestro trabajo. Dicen que nosotros queremos institucionalizar la pobreza, ir contra el modelo sindical histórico, que no estamos de acuerdo con el empleo formal, pero eso es una pavada absoluta.
Cualquier política que busque generar empleo formal para nosotros está bien, pero sabemos que esto que están anunciando no funcionó en el pasado y no va a funcionar ahora”. Y advirtió: “El problema es la falta de empleo asalariado, que no tiene que ver con la falta de financiamiento de las empresas sino con un tema estructural, que es que no se necesitan las mismas manos para hacer distinto trabajo. Y nos prende una alarma que quizás todo esto que se anunció tenga mucho que ver con la política de flexibilidad laboral del 90”.
¿Por qué hace esta comparación? Carpenco argumenta que el empleo formal no es comparable con la economía popular, que no son dos modelos alternativos. “Nuestro miedo es que los trabajadores formales ‘desciendan’ a los derechos de la economía popular. No entendemos para qué va a servir este programa, si las empresas efectivamente se pondrán en campaña y contratarán compañeros pobres o si realmente van a dejar de pagarle bien a los profesionales que tienen trabajo formal y tomar a nuestros compañeros, que por estar en situación de vulnerabilidad, van a tener que asumir responsabilidades que no les corresponden”, declaró.
La iniciativa, que tiene como objetivo principal transformar en trabajo formal los subsidios que hoy se dan en forma de planes asistenciales a través del Ministerio de Trabajo, fue anunciada por el presidente Mauricio Macri el 1º de mayo y hoy se comunicó en el Boletín Oficial.
Con respecto a la afirmación del Presidente sobre que desde agosto pasado se crearon “82 mil puestos de trabajo formales“, Carpenco aseguró: “Son 6 millones de personas, o sea, 82 mil empleos tranquilamente pueden ser efecto rebote de una economía que cayó a un fondo que hace mucho no se veía”. Y arremetió: “Durante el kirchnerismo se recuperaron 6 millones de puestos de trabajo y nuestros compañeros siguen estando donde estaban. Estamos hablando de una problemática estructural que ninguna política cosmética va a solucionar”.
Carpenco remarca la importancia del apoyo de las centrales sindicales a la marcha del Día del Trabajador. “No nos es grato que haya seis movilizaciones, sino que necesitamos esta unidad como política principal del movimiento de los trabajadores”.