La Intendenta recibió al joven deportista de Rawson que el fin de semana pasado ganó por KO en una pelea televisada a todo el país. «Gracias a ella pudimos mantener a flote la carrera», dijo Castillo sobre el acompañamiento de la mandataria municipal.
La intendenta Rossana Artero recibió al joven boxeador rawsense Walter «Pachu» Castillo luego de su espectacular victoria del fin de semana pasado en Escobar, donde en una pelea televisada para todo el país noqueó en el primer round al púgil de Tandil Marcelo Sosa. Fue la primera pelea televisada para Castillo, quien de esta manera llegó a 11 peleas invicto en el campo profesional.
El boxeador capitalino, de 24 años, se expresó muy agradecido con la intendenta Artero por el apoyo que le viene dando desde el inicio de su carrera, hace seis años.
«Estuvimos hablando con la Intendenta y queríamos agradecerle porque ella me viene apoyando como hace seis años, desde el principio. Gracias a ella pudimos mantener a flote la carrera», dijo Castillo después de la reunión realizada en el despacho municipal.
«Sabíamos que era una pelea importante para nosotros, primera vez en televisión, y traer un triunfo que hizo mucho ruido, hizo que la Intendenta nos quisiera recibir», agregó el deportista quien es entrenado por Raúl «Pampa» Ducid, director de la Escuela Municipal de Boxeo.
Destacó que después de la pelea «en las redes sociales me saludó mucha gente. Me mandaron mensajes personas de otras provincias y me llena de orgullo que me estén conociendo a nivel nacional. Fue una gran experiencia para mí y creo que a través de esta pelea se me abrieron grandes puertas. Por eso agradezco a la Municipalidad, a la gente de Rawson y a toda mi familia que viene ayudándome un montón».
Acerca de cómo surgió el combate comentó: «Venía de una lesión y en ese momento me llamaron dos veces, pero no estaba preparado. Cuando estuve bien, nos pusimos en contacto y nos dieron fecha faltando dos semanas. Esta era la pelea que teníamos que ganar».
Por último enfatizó: «Un total agradecimiento a toda la gente de Rawson. Me sentí muy acompañado. Desde el día que partimos a Buenos Aires la gente estaba alentando mucho, se organizaba para ver la pelea en familia. Me llenó de orgullo y fue parte de la motivación en la concentración, además del acompañamiento de la familia: viajamos con mi papá, mi mamá, mi señora, una tía mía y mi abuela que se fueron en micro y toda la familia estaba pendiente. También me estuvieron apoyando todos mis compañeros del Club de Boxeo Rawson que se juntaron a verme y para ellos también fue la victoria».