Tras la fuerte demanda de clientes que desean experimentar con «chicas plásticas», se inauguró un local en la capital británica. La nueva tendencia preocupa al servicio tradicional.
Inauguraron un prostíbulo de muñecas inflables en Inglaterra. La propuesta surgió luego de analizar la fuerte demanda de clientes que pedían experimentar con este juguete sexual. El negocio ya había comenzado en Barcelona, aproximadamente hace un año atrás.
No sólo hombres pedían probarlas sino que también las muñecas eran compradas por las parejas de ellos, quienes se las ofrecían como regalos.
Sin embargo, acceder a uno de estos productos sexuales cuesta aproximadamente 2.800 dólares. Por lo tanto, decidieron abrir un prostíbulo.
Los cuartos del establecimiento situado en Gateshead tienen una cama de dos plazas, preservativos, lubricantes y la muñeca a elección.
El dueño de la empresa impulsora manifestó que la gente que se dedica al negocio del sexo tradicional está muy preocupada porque esto podría afectar el servicio convencional.
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