El primer mandatario agradeció a su par ruso por la colaboración en la búsqueda del subamrino argentino y la definió como «una demostración de profundo afecto».
El presidente Mauricio Macri agradeció este martes a su par ruso, Vladimir Putin, la ayuda enviada para hallar al submarino «ARA San Juan», a la que definió como «una demostración de profundo afecto».
«Hemos hablado acerca de la situación del desaparecido submarino argentino. El pueblo ruso también ha vivido tales tragedias muy graves», sostuvo el mandatario anfitrión, tras la reunión bilateral que mantuvieron en el Palacio del Kremlin en Moscú.
Durante una declaración conjunta, Putin resaltó que el Gobierno ruso ha «respondido a la demanda del señor Macri de asistir en las operaciones de búsqueda y rescate» de la embarcación en la que viajaban 44 tripulantes.
«Hemos enviado un buque Yantar así como algunos aparatos de investigación Pantera y Falcon. Hemos realizado unas veinte sumersiones y hemos explorado el terreno del mar. Hemos brindado la asistencia para aclarar las razones y las circunstancias de esa situación», añadió el líder euroasiático.
En ese sentido, el argentino destacó la asistencia que aún brinda la Federación Rusa en el operativo que se lleva a cabo en el Mar Argentino: «Quiero agradecer lo que para nosotros claramente fue una demostración de afecto, de profundo afecto del pueblo ruso hacia el pueblo argentino, la ayuda que hemos recibido en la búsqueda del rescate de la tripulación del submarino ARA San Juan». «Realmente lo hemos valorado muchísimo», concluyó el líder del PRO.
El submarino desapareció el pasado 15 de noviembre tras partir de Ushuaia rumbo al Apostadero Naval de Mar del Plata. En el trayecto, los tripulantes informaron de un desperfecto, posteriormente subsanado, y luego se perdió todo contacto con las autoridades en el continente.
Organismos internacionales informaron que en la zona por donde navegaba el submarino se registró «un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión».
Semanas atrás, el analista acústico Bruce Rule de la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos había concluido que la nave sufrió «el colapso (implosión) del casco de presión» y estimó que sucedió «a una profundidad de 1.275 pies».
«La energía liberada por el colapso fue igual a la explosión de 12.500 libras (5.7 toneladas) de TNT a una profundidad de 1.275 pies. Esa energía fue producida por la conversión casi instantánea de energía potencial (presión del mar) a energía cinética, el movimiento del pistón de agua que ingresó al casco de presión de San Juan a una velocidad de aproximadamente 1800 millas por hora», había manifestado.
Ante esa información, el especialista había afirmado que «aunque la tripulación pudo haber sabido que el colapso era inminente, nunca supieron que estaba ocurriendo. No se ahogaron ni experimentaron dolor. La muerte fue instantánea».
Fuente: canal26.com