«Se trata de la segunda campaña en la zona, ya que en octubre del año pasado hicimos la primera parte del trabajo», comentó a EL CHUBUT el jefe del proyecto, el geólogo Leonardo Darío Escosteguy, quien desde hace 20 recorre la Patagonia y otros sectores del país con el mismo objetivo.
Es un trabajo amplio que abarca un área de aproximadamente 12 mil kilómetros cuadrados y que les llevará más de 20 días de trabajo.
«Serán 23 días a partir del 27 de marzo, donde recorreremos a caballo con baqueanos las distintas zonas e iremos parando en distintos puestos, como puede ser Gendarmería, casas particulares o en la nada misma», comentó Escosteguy.
Si bien el trabajo de estos geólogos invita a la envidia por los maravillosos paisajes que decoran su lugar de tareas, no es fácil pasar las noches «en el medio de la nada», quizá con condiciones meteorológicas adversas y sin las comodidades de la vida cotidiana.
«Es geología pura, lo hago por pasión, no por dinero, tuve la suerte de poder elegir esto», aseguró Escosteguy orgulloso de la profesión que eligió y de la fortuna de poder desarrollarla en el Segemar, a la que definió como su «segunda casa».
«Es muy bueno vivir en la naturaleza con poco e intercambiar con gente de campo, puesteros aislados o en alguna veranada, enriquece mucho», remarcó.
Las tareas que ejecutan los profesionales del Segemar se encuentran enmarcadas en un amplio programa que contempla la realización de cartas geológicas a diferentes escalas, aplicándose normativas y procedimientos de control y supervisión para asegurar la calidad de la información generada.
Cabe destacar una «hoja geológica» es un mapa que representa básicamente los diferentes tipos de rocas que afloran en la superficie, sus composiciones, edades y características generales. Con el mapa y otros datos adicionales, se puede saber cómo se disponen las rocas en profundidad, y cómo fue la historia geológica de la región.
Por esta razón, el mapa geológico es la base que permite aprovechar mejor los recursos minerales, fuentes de energía como el carbón o petróleo y orientar la actividad agrícola.
También posibilita establecer dónde pueden ocurrir procesos naturales como deslizamientos de tierras, terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, y minimizar el impacto de catástrofes naturales.
«Una hoja geológica es una herramienta básica del conocimiento geológico; los geólogos debemos reconstruir pieza a pieza, un gran rompecabezas que nos permite ver lo que la tierra es hoy, recordar lo que fue ayer y predecir el mañana», explicó Leonardo Escosteguy a EL CHUBUT.