Se trata de Marcelo Crovato que pasó casi cuatro años con arresto domiciliario en Venezuela. En las últimas horas del sábado Crovato logró escapar al país vecino, Colombia, y llegó hasta Bogotá según confirmaron fuentes diplomáticas a La Nación.
El argentino, que trabajaba como abogado en la ONG local Foro Penal, había sido detenido el 22 de abril de 2014 luego de arribar al domicilio de un cliente para representarlo legalmente tras un allanamiento efectuado por la policía en Chacao, Caracas. Sin embargo, la Policía no contaba con una orden de arresto, ni lo sorprendieron cometiendo un crimen, que son los únicos dos motivos legales para arrestarlo conforme a la ley venezolana.
En ese contexto, fue acusado por la Fiscalía General de delitos de «atentado contra la seguridad de la vía pública, instigación a la desobediencia de leyes, intimidación pública y asociación para delinquir».
Por este motivo, pasó diez meses en la cárcel. Allí su salud sufrió un fuerte deterioro y por lo tanto se le otorgó casa por cárcel, que no es libertad.
Durante los meses que pasó en prisión se le negó repetidamente la atención médica, debiendo exigirla con una huelga de hambre, según publicó ese mismo medio gráfico.
El juez le concedió a Crovato el arresto domiciliario hasta el juicio, a causa de los reclamos masivos exigiendo su liberación, su huelga de hambre y considerando la gravedad de su enfermedad, cáncer de piel.
Según relatan en una página de Facebook que creó su familia, su caso era atendido por la Relatoría de Detenciones Arbitrarias de la Organización de las Naciones Unidas, la Comisión interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Comisión Dominica de Justicia y Paz, Amnistía Internacional y Humans Rigth Watch, entre otras organizaciones.
En un comunicado, AI indicó que: «Marcelo Crovato debe ser liberado. Lleva ocho meses en detención preventiva, sin que se haya presentado evidencia sólida de los delitos por los que se le acusa».
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