El viernes pasado siete jóvenes que se encontraban en la Cuatro Plazas de Mendoza y Provincias Unidas fueron víctimas de apremios ilegales por parte de agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) y el Comando Radioeléctrico. Tras escuchar sus testimonios y adoptar una serie de medidas de preservación de pruebas, la fiscal de Violencia Institucional Karina Bartocci ordenó la detención de seis suboficiales y dos cabos implicados en el violento hecho bajo la imputación de «apremios ilegales y falsificación de documento público».
Los ocho uniformados fueron citados en la oficina de Asuntos Internos y allí se les retiró el arma reglamentaria y la credencial. Según fuentes del Ministerio de Seguridad, «oficialmente pasarán a disponibilidad después de la audiencia imputativa. Eso implicará el cese de la función y la disminución del sueldo como lo dictamina la ley».
La tarde de ayer la Fiscal de la Unidad de Violencia Institucional Karina Bartocci dispuso la detención de los ocho policías involucrados. Sin embargo, «una agente de la PAT no pudo ser ubicada y estaría fuera de la provincia por lo que dispusieron su búsqueda y arresto».
La audiencia a la que serán llevados los policías está programada para hoy. Allí les imputarán los delitos de «apremios ilegales, falsificación de acta, incumplimiento de los deberes de funcionario y abuso de autoridad».
Si bien los jóvenes fueron llevados a la seccional 14ª, de Marcos Paz y Provincias Unidas, «por el momento no hay personal de esa seccional con pedido de detención aunque hay medidas en reserva que están en desarrollo a la espera de resultados para corroborar el rol de ese personal en el hecho», expresaron desde Fiscalía. Entre ellos secuestró el libro de guardia de la seccional y el registro de los GPS de los móviles que participaron del hecho.
Brutal ataque
Las siete víctimas no pasan de los 23 años. Ninguno tiene antecedentes penales y la madrugada del viernes estaban reunidos en las Cuatro Plazas de Provincias Unidas y Mendoza tras compartir un asado en la casa de uno de ellos cuando llegaron varios móviles del Comando Radioeléctrico y de la PAT. Sin ningún cargo y en medio de gritos, los agentes los patearon, les pegaron, los insultaron y tras obligarlos a subir a los móviles los dejaron en la seccional 14ª ubicada a sólo 100 metros del lugar. Allí estuvieron demorados más de 14 horas y en el acta 2316/18 escrita por un sumariante a las 5 de la mañana del viernes consta que no presentaban «peligrosidad» y que no encontraron entre sus pertenencias objetos fuera de lo común que motivaran su demora o detención.
Las víctimas de la violencia policial fueron Sasha V., de 23 años; Emanuel C., de 24; Cristian F., de 23; Nelson R.,de 21; Martín D., de 21; Alvaro G., de 22; y Valentina C., de 21 años, quienes subieron imágenes y sus testimonios a sus perfiles de Facebook.
Según la policía, un móvil del Comando observó en los alrededores de la plaza a una pareja a bordo de una moto a la que persiguió por unos metros. Luego los móviles se detuvieron en la plaza, los policías bajaron y comenzaron la brutal «paliza» contra los jóvenes mientras los insultaban. Después los llevaron a la seccional donde sufrieron más golpes, insultos, humillaciones y amenazas a las que, según denunciaron, los sometieron los siete efectivos que firmaron el acta.
De las declaraciones que los jóvenes realizaron en un Centro de Atención Territorial de Denuncias y fueron dadas a conocer por La Capital en su edición del domingo pasado, se desprende que estaban sentados en un banco tomando gaseosas. Emanuel y Valentina fueron a buscar más bebidas en la moto y un móvil los siguió sin hacer ningún tipo de seña para que se detengan. Emanuel dejó a Valentina e intentó irse porque no tenía carné habilitante para conducir. A él lo siguieron dos patrulleros y apareció otro que se detuvo frente a los chicos. A Sasha V. le cortaron con un cuchillo las rastas que tenía y a Valentina, la única mujer, la acusaron de «ser la puta del barrio y vender drogas».
La Capital de Rosario