Luego de este fin de semana largo se cierra la reserva de pingüinos de Punta Tombo porque finaliza la temporada, hasta setiembre/octubre que se vuelve a habilitar. El Subsecretario de Conservación y Áreas Protegidas de Chubut, Néstor García, adelantó que se está trabajando en un plan para regular el ingreso de turistas a la reserva que se produce una entrada masiva cuando llegan los cruceros con turistas extranjeros.
“Si bien el pingüino es muy resistente a la presencia humana, tenemos que ir mitigando su estadía”, reconoció García, quien además comentó los trabajos que se han realizado para concretar esta acción.
“Históricamente se llegaba con vehículos hasta el área, nosotros fuimos haciendo mediciones y logramos sacar los vehículos hasta lo que son las instalaciones fijas y lo que constituye ahora un sendero peatonal. Lo que analizamos del sendero peatonal es que lo ideal y conveniente es que sea elevado. Hay tres puentes que este año se van a unir y tratar de seguir el circuito elevado”.
“Otra medida de mitigación que estamos analizando es la posibilidad de que el centro de interpretación sea obligatorio. Hoy nadie lo tiene como obligatorio y ese es también un regulador de lo que pasa dentro de la colonia. Por eso una de las ideas que tenemos para disminuir el impacto dentro de la colonia es el Pase Verde. Más allá de que uno pague el ingreso al área, tiene que hacer todo el recorrido del centro de interpretación, ahí va a poder retirar el Pase Verde y eso recién lo habilita para hacer el recorrido dentro de la colonia”.
Según explicó el funcionario de turismo, “esto va a extender en el tiempo la presencia de gente en la colonia. Hoy todos quieren llegar, ir a la colonia y visitar el pingüino. La temporada de cruceros si bien es buena para la región, un poco nos complica en algunos sectores porque el espacio de tiempo de visita es extremadamente reducido. Si ellos tienen diez horas de estadía, tienen en Tombo cuarenta minutos de visita y todos en el mismo horario”.
“Por eso estamos trabajando para disminuir otros ingresos. El del crucero es sumamente difícil demorarlo porque tienen horarios contados. Entonces con los otros ingresos que se juntan a este hacen un volumen mucho más alto, tratar de retenerlo un poco más tiempo dentro del centro de interpretación y el restaurant para que permitan al crucerista hacer la visita a la colonia prácticamente más solo y no con todo el conjunto de gente”, detalló García.
“El crucerista llega a las ocho de la mañana y a las cuatro de la tarde ya está subiendo al barco para regresar a las ocho de la noche o a veces a las seis de la tarde, es decir que no tienen ni medio día en tierra. Van en masa a Punta Tombo y eso es lo que tenemos que regular con el turista particular y el de agencia, regular los horarios”, aseguró el funcionario.
García calificó lo que ocurre en la reserva con cada llegada de un crucero como “un cuello de botella”.
El mismo se produce “entre las 10.30 y las 13 horas. Por eso yo diría que es mucho más disfrutable ir a media tarde. El mediodía no es el mejor momento de visita porque el sol está fuerte y la colonia está haciendo actividad. A media tarde se avistan más pingüinos, tipo tres y media cuatro de la tarde porque a las 18 horas cierra”.
Lo que ocurre con el crucero es que hay “muchísima gente que entra de golpe junto a la otra gente y ahí es donde tenemos que mitigar en los horarios pico. Los días fuera de cruceros es normal el ingreso de turistas a la reserva”, reconoció García.