Hasta fines del año pasado, la red del Banco Nación estaba conformada por 13 sucursales y 2 «oficinas de representación» a lo largo de 11 países. Esos números se redujeron agresivamente, pasando a 10 sucursales y solo una oficina.
De acuerdo a información publicada hoy por el Cronista Comercial, la entidad presidida por Javier González Fraga determinó el cierre de las sucursales radicadas en Panamá, Gran Cayman y Santiago de Chile, de las las Oficinas de Representación de Caracas (Venezuela) y Porto Alegre (Brasil) y de la Subagencia de Río de Janeiro (Brasil)
Es decir, en total, cerraron sus puertas 6 filiales en el exterior: 3 sucursales, dos oficinas de representación (cuyo propósito principal es de comercio exterior » , no atención de clientes del banco) y una subagencia. El banco sigue con filiales externas abiertas en Uruguay, Bolivia, Paraguay, Estados Unidos (Miami y Nueva york), China y España.
Las razones de los cierres
Las razones dadas por parte del Nación van desde comerciales, al operar en un déficit (para las oficinas de Brasil), reputacionales (como el caso de las sucursales de Panamá y Gran Cayman) y de estabilidad (por la oficina de representación de Caracas).
La sucursal de Panamá fue abierta en 1977 durante la última dictadura cívico-militar, mientras que la de Gran Cayman fue puesta en marcha en 1981, con la principal actividad de financiación de transacciones de comercio internacional.
El análisis para determinar la viabilidad de las sucursales había empezado con la administración anterior de Carlos Melconian. Durante la misma, se determinó que la presencia en Chile era innecesaria, y por eso el 1° de marzo se decidió el cierre de la sucursal en Santiago.
A nivel local, el Nación tiene «634 sucursales, 60 anexos operativos, 3 agencias móviles, 18 puestos de promoción y 3 dependencias en empresas clientes, lo que hace un total de 718 bocas de atención distribuidas a lo largo y a lo ancho de la geografía argentina», según la página web del banco.
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