Las encuestas señalan en los comicios una clara ventaja para el Fidesz, el partido conservador nacionalista del primer ministro, Viktor Orbán, que en la campaña electoral prometió seguir con sus políticas antimigratorias.
Orbán y su gobierno centraron su campaña en mensajes populistas y alarmistas sobre los peligros de una posible ola migratoria de musulmanes al país, mientras que un diario opositor reveló en los últimos días varios supuestos escándalos de corrupción en el entorno más inmediato de Orbán.
Las últimas encuestas daban al Fidesz un apoyo del 45%, seguidos por la extrema derecha Jobbik, con una intención de voto del 20%, y la coalición del socialdemócrata MSZP y el centro-izquierdista Diálogo (Párbeszéd) con una 19%.
Orbán aseguró hoy tras emitir su voto que «la Unión Europea no está en Bruselas. La UE está en Berlín, Budapest, Praga y Bucarest», en aparente referencia a sus roces con las instituciones europeas en los últimos años, por ejemplo por una polémica ley de medios o una reforma constitucional.
«La alta participación es un buena noticia para aquellos que quieren cambios, porque sabemos que ellos son la mayoría y la pregunta era si irían a votar o no», aseguró por su parte el candidato de la coalición izquierdista, Gergely Karácsony.
Según los analistas, una alta participación podría ayudar más a los partidos de la oposición, que han hecho todo lo posible para movilizar a sus simpatizantes.
Los votantes emiten hoy dos votos: uno a los candidatos de las 106 circunscripciones del país y otro a las listas cerradas de los partidos, con lo que se eligen otros 63 diputados del Parlamento unicameral.
Los 10.285 colegios electorales estarán abiertos hasta las 17.00 GMT, cuando comenzará el escrutinio de los votos y se espera que la NVI publique los primeros resultados oficiales antes de las 22.00 GMT, informó la agencia de noticias EFE.
Télam / EFE