El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió ayer movilizar a la Guardia Nacional en la frontera con México para frenar la entrada ilegal de inmigrantes.
La medida fue anunciada tras el rechazo de Trump a una caravana de migrantes centroamericanos en territorio mexicano que se proponía llegar a la frontera con Estados Unidos, objetivo que el grupo abandonó ayer.
En la Casa Blanca, la Secretaria de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, dijo que Trump “ha ordenado que el personal de la Guardia Nacional sea desplegado en la frontera sur”, y que el mandatario “firmará la Proclamación en esta misma jornada”.
“Esperamos que la movilización comience de inmediato”, dijo Nielsen, aunque aún se torne necesario firmar “memorandos de acuerdo” con los gobernadores de los Estados de la Unión que hacen frontera con México.
Este miércoles Nielsen dijo que había estado “en contacto con mis contrapartes en México” y aseguró que esos interlocutores “entienden el deseo de nuestra administración, así como la de ellos, para controlar el ingreso ilegal al país”.
Según la responsable, el ingreso ilegal de un millar de indocumentados por día –300.000- al año– es un nivel “inaceptable” para Estados Unidos.
En la víspera, durante una conferencia de prensa el presidente había llegado a mencionar la posibilidad de utilizar el Ejército en la frontera para impedirlo.
“Nuestro trabajo termina”
Sin embargo, el anuncio sobre la Guardia Nacional se formuló después que los responsables por la caravana “Viacrucis Migrante” anunciaran que el grupo terminaría su marcha en la Ciudad de México, desistiendo de llegar a la frontera.
“Nuestro trabajo termina en Ciudad de México y si otras personas necesitan acompañamiento, tenemos equipo de apoyo en la frontera, pero ellos tendrán que viajar por su cuenta”, dijo a la AFP Irineo Mujica, director de Pueblo sin Fronteras, que desde 2010 realiza este simbólico viacrucis para visibilizar el drama de los migrantes a su paso por México.
Decenas de migrantes centroamericanos que viajan en la caravana, detenida desde el fin de semana en la comunidad de Matías Romero del sureño estado de Oaxaca, se preparaban para seguir por su cuenta el recorrido, algunos de ellos con visas para transitar por México durante 30 días.
La caravana, que arrancó el 25 de marzo, provocó iracundas reacciones de Trump, que advirtió que “la gallina de los huevos de oro del TLCAN”, actualmente bajo tensa renegociación, estaba en juego y que militarizaría la frontera con México de más de 3.000 km.
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