El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este domingo el estado de emergencia en California y ordenó que el Gobierno federal preste asistencia adicional debido al incendio que desde el 23 de julio afecta a la región y que ha obligado a las autoridades a evacuar a cerca de 38.000 personas.
Mediante esta directriz, Trump autorizó al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) a «coordinar todos los esfuerzos en las tareas de socorro», informó la Casa Blanca mediante un comunicado.
El número de fallecidos a causa del incendio forestal que se propaga con rapidez en el norte de California aumentó a cinco al confirmarse el deceso de dos niños pequeños y su bisabuela.
«Mis bebés están muertos», dijo Sherry Bledsoe en medio de las lágrimas luego que ella y algunos de sus familiares se reunieron con agentes de policía del condado Shasta.
Los dos hijos de Bledsoe, James Roberts, de cinco años, y Emily Roberts, de cuatro, quedaron atrapados junto con su bisabuela, Melody Bledsoe, de 70 años, cuando las llamas cubrieron la propiedad de la familia en una zona rural de las afueras de Redding el jueves.
Los tres se hallaban entre más de una decena de personas reportadas desaparecidas después que el feroz incendio avivado por los vientos tomó por sorpresa a los habitantes de la región y arrasó con varios vecindarios.
El jefe policial del condado Shasta, Tom Bosenko, dijo que espera hallar con vida a varias de esas personas. Los agentes han acudido a las viviendas de varios de los desaparecidos y han detectado que sus autos no están, un fuerte indicio de que lograron huir.
Por su parte, las autoridades han ordenado evacuaciones en el condado Napa, famoso por sus viñedos.
El Departamento de Bomberos de California afirmó que el fuego llegó a la región el sábado por la tarde y añadió que cerca de 100 acres han sido afectados en el área de Lake Berryessa en el condado.
El diario Napa Valley Register reportó que al parecer tres hogares han sido destruidos y que aproximadamente 80 viviendas están siendo evacuadas.
El fuego, iniciado el lunes por un vehículo en una zona de colinas forestales, se extendió a 328 kilómetros cuadrados (127 millas cuadradas). Avanzó por el suroeste de Redding, la ciudad más grande de la región, y se dirigió a las pequeñas comunidades de Ono, Igo y Gas Point, donde las altas temperaturas, los vientos y las condiciones secas complicaron las tareas para combatirlo.
Ahora es el incendio más grande entre los que continúan afectando California.
El avance de las llamas era tan veloz que los bomberos tuvieron que dejar de combatir las llamas para ayudar a la gente a escapar.
Dos bomberos murieron a causa del incendio, entre ellos un operador de buldozer que ayudaba en las labores de retiro de vegetación por zonas a las que se prevé que el incendio llegue. El sábado, las autoridades lo identificaron como Don Ray Smith, de 81 años y originario de Pollock Pines.
La otra víctima es Jeremy Stoke, inspector del Departamento de Bomberos de Redding. Los detalles de su muerte no fueron proporcionados.
Unas 38.000 personas han recibido la orden de evacuar, 5.000 inmuebles están en zona de riesgo y el fuego ha sido contenido en apenas un 5%.
Es muy probable que aumente la cifra más reciente de 500 inmuebles consumidos por el fuego.
Clarín con información de Agencia AFP