El presidente Mauricio Macri avaló un cambio profundo de la política militar de la Argentina y, desde ahora, las fuerzas armadas podrán ser utilizadas en forma «disuasiva o efectiva» ante agresiones externas de cualquier tipo, no solo provenientes de un Estado sino también ante cualquier peligro que amenace la soberanía e independencia política de la Argentina.
El Gobierno confirma que decidió movilizar efectivos del Ejército y la Armada a la frontera norte para dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad en la lucha contra el narcotráfico.
Así, los militares realizarán tareas de seguridad de los radares de la Fuerza Aérea para captar vuelos ilegales y de las centrales hidroeléctricas, entre otras tareas. Y además, realizarán tareas de transporte de tropas y logística en helicópteros.
«La idea es blindar la frontera norte para frenar el avance del narcotráfico», revelaron altas fuentes oficiales a este diario. Estas medidas permitirán que algunos gendarmes dejen esas tareas y puedan ser movilizados a los centros urbanos para combatir la inseguridad.
La decisión se tomó entre el presidente Macri, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los Ministros de Defensa, Oscar Aguad, y Seguridad, Patricia Bullrich.
Este cambio, que será publicado en los próximos días en el Boletín Oficial, prevé modificar algunos artículos de las leyes de Defensa y Seguridad Interior vigentes, más concretamente, el decreto 727 que impulsó la ex ministra de Defensa kirchnerista Nilda Garré.
Así se impulsará, entre otros cambios, una “reestructuración operativa” de la Policía Federal, la Gendarmería, la Policía de Seguridad Aeronáutica y la Prefectura para sacar más efectivos de las oficinas y ponerlos en las calles de la Capital, el Gran Buenos Aires y otros populosos centros urbanos del país.
Semanas atrás, Macri anunció la necesidad de que las Fuerzas Armadas brinden «apoyo logístico a las fuerzas de seguridad», al encabezar el acto por el 208° aniversario del Ejército. Al día siguiente, el CELS y un grupo de intelectuales asesorados informalmente por Garré y su sucesor en Defensa, Agustín Rossi, salieron a afirmar que el Gobierno quería usar a los militares para la “represión interna”, lo que preanuncia el intenso debate que generará cualquier paso en esta dirección.
Sin embargo, durante las gestiones de Garré y Rossi, con el operativo “Escudo Norte”, efectivos del Ejército patrullaron la frontera acompañados por un gendarme, haciendo tareas de seguridad interna.
Ahora, la administración de Macri apuntará a que las fuerzas armadas actúen en la resolución de conflictos externos en toda su gama, desde la crisis hasta la guerra o el conflicto armado internacional. Y que la denominada «agresión de origen externo»se contemple para el ataque de un agresor externo contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de nuestro país.
Así, las Fuerzas Armadas participarán de la custodia y protección de objetivos estratégicos.
Por esa razón, el Gobierno modificará el Artículo 1° y el Artículo 3° del Decreto N° 727/2006 para que las Fuerzas Armadas, en tanto instrumento militar de la defensa nacional, sean empleadas «en forma disuasiva o efectiva ante agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política» de la República Argentina según informaron a Clarín fuentes que trabajaron en los decretos que firmará esta semana el presidente Macri.
Clarín