La recaudación tributaria se ubicó en 293.894 millones de pesos en julio, con una suba de 23,8 por ciento interanual. Así lo informó ayer la AFIP. Se trata del menor incremento interanual desde noviembre de 2017, cuando había subido al 23,1 por ciento. El freno de la economía, tras la corrida cambiaria, fue uno de los elementos para explicar la floja performance de los ingresos del Estado. El indicador de actividad económica del Indec registró una caída del 5,8 por ciento en mayo y adelantó el ingreso del mercado interno en una nueva fase recesiva. La desaceleración de los tributos incrementa la presión para cumplir con las metas de déficit fiscal.
En el detalle de la recaudación se precisó que el IVA anotó 91.454 millones de pesos, con un alza del 42,4 por ciento. El IVA DGI, relacionado al consumo interno, trepó 32,9 por ciento. Y el IVA DGA, ligado al comercio exterior, el 68,2. En parte esta suba se explicó por el avance de los precios, los cuales a principios de año subían al 22 por ciento y ahora lo hacen casi al 30 por ciento interanual. En contraste, la cantidad de productos vendidos se redujo respecto del año pasado.
En lo que refiere a Ganancias, se anotaron 59.703 millones de pesos, con un alza del 17,7 por ciento. La recaudación por comercio exterior, mientras tanto, se ubicó en 17.321 millones de pesos, al registrar un aumento del 24,9 por ciento interanual, y la seguridad social sumó 89.033 millones, con una suba del 21,2 por ciento. En todos los casos se registraron caídas en términos reales debido a que los tributos subieron menos que la inflación en el mismo período.
En la desaceleración de Ganancias influyó que el primer anticipo de personas “físicas” en 2017 se había dado en julio y este año será en agosto, al tiempo que hubo un alza en las escalas y deducciones personales para el período fiscal 2018.
En cuanto a los impuestos a los débitos y créditos en cuenta corriente, se registró una suba de 23,6 por ciento. En la AFIP argumentaron que julio de este año tuvo dos días hábiles menos respecto del mismo mes del año pasado. Aseguraron que homogenizando el efecto estadístico se habría anotado una suba del 36,6 por ciento.
La recaudación en el sistema de la seguridad social fue impulsada por el pago de la primera cuota del aguinaldo. No obstante, la suba del 21,2 por ciento en los tributos previsionales se ubicó casi 8 puntos porcentuales por debajo de la inflación, lo que indica una fuerte pérdida en términos reales. Los datos de estos aportes indican además que la remuneración bruta promedio de los asalariados aumentó el último año un 23,9 por ciento, cifra también por debajo de la inflación.
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