No le dejaron ni los calzoncillos. La víctima fue un turista que se alojaba en el hotel Gran Madryn, sito en la calle Lugones.
Ladrón atrapado
Cuando llegó el móvil policial, el inquilino del hotel les confirmó que el detenido habría entrado en la habitación 307, donde además, el delincuente había dejado sus antiguas prendas para vestir la ropa que le intentó robar al turista. Al momento de ser detenido, hubo que llevarlo a una sala para que se saque la ropa robada.
Quedó preso hasta ir hoy ante el juez penal en turno.
Diario Jornada