La Delegación Rawson de la Policía Federal Argentina (PFA) fue asignada, por parte de la justicia, para que investigue el caso de una denuncia por presunta violencia policial por parte de efectivos de la comisaría Segunda de Trelew, perteneciente a la Policía del Chubut.
El personal de la PFA realizó diferentes pericias en el domicilio ubicado en Pasaje Salta Norte 363, en el barrio Don Bosco, donde tuvieron lugar los hechos denunciados el lunes, a la mañana, por parte del enfermero Leandro Ramírez, quien aseguró que un grupo de efectivos policiales atacaron a balazos su casa durante la noche del domingo y destruyeron su auto VW Vento estacionado dentro de la propiedad.
Tras la denuncia formal radicada por el damnificado, el Ministerio Público Fiscal, a través del fiscal Moyano, ordenó diversas medidas para avanzar con la investigación judicial. De este modo, peritos de la Policía Federal concretaron este martes diversas diligencias en la propiedad, la cual tiene la vivienda en el fondo del terreno.
En el lugar encontraron vainas servidas de 9 milímetros, el tipo de calibre que utilizan las armas reglamentarias de la policía provincial; además de postas de goma, y cartuchos de escopeta
Se presume que el personal de la Comisaría Segunda de la Policía del Chubut estaba en persecución de presuntos ladrones, y al llegar al lugar observan que alguien ingresa a la vivienda, y sin más trámite inician una balacera contra la vivienda.
La propiedad cuenta con un sistema de vigilancia interna con al menos cuatro cámaras que permitió dejar todo registrado. El que ingresa a la casa es su propietario, el enfermero Ramírez, que recibió numerosos balazos de goma en su humanidad. En el interior de la vivienda había tres menores en el momento del hecho
La Policía Federal determinó que además la Policía del Chubut utilizó las armas reglamentarias ya que en las paredes del interior de la casa hay plomos incrustados y hallaron afuera vainas servidas de 9 milímetros.
En el video del circuito interno de vigilancia se observa además como un efectivo al percatarse que había una cámara la destruye a piedrazos, y otros uniformados, destruyen el auto estacionado, para luego retirarse en los patrulleros.
Sobre esta actuación policial no quedó registro, no practicaron el acta que hubiera correspondido. La PFA secuestró ayer en la Comisaría Segunda los libros de ingreso de personal para identificar a todos los efectivos que estaban afectados a ese turno.
Diario Jornada / El Diario de Madryn