Luces de alarma se encendieron en un reconocido estudio de arquitectura de la Comarca, cuando la intendencia de El Hoyo, ante un importante proyecto industrial y turístico para la zona, (aparentemente el desarrollo de una bodega); aplicó una tasa solamente para derechos de construcción, que indignó al inversor frente a la falta de criterio para alentar inversiones productivas en el lugar.
El inversor decidió por el momento “suspender el proyecto”, se sumó al fastidio, cuando se lo puso al tanto de cuanto se le cobra a la bodega que hoy está trabajando en el lugar, por servicios municipales como alumbrado, limpieza y otros, que ni siquiera se le brindan.
Como contracara; en la otra “punta” de la comarca, el inversor recibió el ofrecimiento de tierras a costo fiscal, extensiones fiscales y demás beneficios, buscando facilitar la instalación del emprendimiento, en dicho lugar.
El empresario, “no es cualquiera”, el hombre puso a Chubut en la “mapa” del vino en Argentina, con un vino premiado que es orgullo para los chubutenses, lo que no es poco; tal como señalara Infobae en reciente nota sobre las provincias productoras, hoy Chubut está presente, y se abre camino para futuras exportaciones.
¿Porque es importante la industria Vitivinícola? no solo por la cantidad de gente que emplea, sino porque, fundamentalmente, es madre de industrias, por ser amigable con el medio ambiente, colaborar en el desarrollo de la industria mecano metalúrgica, la construcción, el turismo, las exportaciones y generar otros tantos puestos de trabajo.
Lo cierto es que las grandes provincias productoras de Argentina, se disputan por el desarrollo de proyectos de enoturismo y más que hacer huir al inversor lo atraen con distintos beneficios fiscales y financieros. Y esto es lógico; porque miran más allá de lo que significan estos proyectos.
La provincia de Neuquén sin duda, es un ejemplo a seguir. Hace 20 años atrás, era un negocio inexistente; hoy supera a Río Negro que posee bodegas de más de 100 años (como Canale).
Neuquén no ahorró esfuerzo en el desarrollo de la vitivinicultura con beneficios fiscales, créditos del banco oficial orientados al capital de trabajo, la construcción de bodegas; y en menos de 20 años, colocó a la provincia en un lugar privilegiado dentro del sector en el país, con desarrollo industrial, turístico, e importantes exportaciones.
¿Por qué en El Hoyo esto no es posible? lamentablemente, la ausencia de una mirada de progreso para el lugar, dificulta que inversores de empresas amigables con el medio ambiente y que posicionan a la región, duden de invertir en la zona y terminen llevando a otra ciudad, un emprendimiento que beneficiaría en gran manera al lugar. Se pierden fuentes de trabajo, y lo que es peor, sientan antecedentes para el arribo de otros empresarios que, directamente, buscarán otras tierras para anclar sus inversiones.