En una escalada que pareciera no tener freno, el riesgo país sube 1% hasta los 837 puntos y marca un nuevo récord en cuatro años. Además, el índice Merval de la Bolsa porteña cae 2% en medio de un rojo generalizado en el panel líder.
Durante los feriados navideños, sin actividad en la plaza local, los principales mercados de referencia se derrumbaron en respuesta a las tensiones entre Donald Trump y la Fed tras la suba de tasas y a las proyecciones de desaceleración del crecimiento económico de Estados Unidos. La aversión al riesgo domina el globo. Hoy, los principales índices de Wall Street ensayan una moderada recuperación en una nueva jornada marcada por la volatilidad.
En ese marco y ante la creciente desconfianza en la capacidad de pago de la deuda soberana cuando se terminen los dólares del FMI, los bonos argentinos que cotizan en moneda dura queman las manos de los inversores especulativos, que se desprenden de ellos. En su mayoría caen entre 0,7% y 2%. Así, el riesgo país que mide el JP Morgan continúa su carrera alcista: sube otro 1% a 837 puntos, su máximo valor desde el 15 de octubre de 2014, en pleno conflicto con los fondos buitres.
«Argentina se está acoplando a la caída de Wall Street del lunes producto de la incertidumbre doméstica y la internacional. Los bonos continúan perdiendo terreno. Y el riesgo país es un termómetro que refleja la marcada desconfianza», señaló el economista Gustavo Ber en diálogo con este diario.
Para el analista, es difícil ver la luz al final del túnel. «Hasta ahora no hay nada que permita pensar que puede parar, no hay drivers desde el frente interno que puedan hacer que se recomponga el apetito inversor. La incertidumbre electoral está y va a estar y las dudas sobre la refinanciación de la deuda a partir de 2020 pos- FMI también. Encima, a este combo interno, se sumó toda la incertidumbre internacional repentinamente detonada este último trimestre, donde Wall Street acumula 20% de caída, una de las mayores de la historia».
Diario Jornada