Vivió un episodio violento con su pareja a principio de año e hizo la denuncia. Con el correr del tiempo volvió a vivir con él. La investigación continuó hasta la presentación de la acusación pública, esto ayudó a la víctima a fortalecerse para poner fin a la relación. A pedido suyo se dispuso una exclusión del hogar y prohibición de acercamiento. Este martes, en juicio abreviado, el agresor fue condenado a la pena de un año de prisión en suspenso, con prohibición de acercamiento y contacto hacia la víctima por el mismo plazo. El acuerdo, presentado por la fiscal María Bottini y la defensora Paola Bagnato, fue homologado por el juez Ricardo Rolón y quedó firme luego de que las partes renunciaran a los plazos legales.
El hecho que dio pie a la intervención de la Fiscalía, fue calificado como lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género y amenazas con arma. El agresor había tomado un cuchillo para amenazar a su pareja antes de propinarle un golpe en el rostro.
Por qué las víctimas regresan con el agresor
La violencia de género toma la dinámica de un círculo o espiral. Hay fases que se suceden y se repiten, normalmente intensificándose la violencia desplegada luego de la acumulación de tensión. Las mujeres sumidas en relaciones violentas sienten que no pueden salir del círculo. Esa sensación es producida por el discurso y las acciones del agresor.
El primer paso para salir es realizar la denuncia. El lugar ideal para formularla es la Comisaría de la Mujer, pero también puede hacerse en la Comisaría común o en el Juzgado de Paz. Ante un episodio de violencia, llamar inmediatamente al 101.
Las fases del círculo de la violencia son las de acumulación de tensión, explosión violencia y manipulación afectiva, conocida también como “luna de miel”. Mientras la mujer inmersa en el círculo de la violencia, no logra salir, cortar con ese círculo, no ceder ante la manipulación afectiva, volverá a darse una nueva fase de acumulación de tensión y otra de explosión, las que cada vez se tornarán más violentas.
La violencia de género es la que se ejerce sobre la mujer, por su condición femenina. Se manifiesta como violencia física cuando es dirigida al cuerpo de la mujer, generándole dolor, daño o riesgo de daño y cualquier otro tipo de agresión física. La violencia psicológica es aquella que causa daño emocional y está dirigida a disminuir la autoestima de la víctima, busca degradar o controlar las acciones de la mujer a través de amenazas, acoso, humillación, manipulación y/o aislamiento de sus círculos afectivos.
La violencia sexual se produce cuando es vulnerado el derecho de la mujer a decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva. La violencia económica, pretende disminuir los recursos económicos o patrimoniales de la mujer. En tanto que la violencia simbólica es la que se ejerce a través de mensajes estereotipados que transmiten dominación, desigualdad y discriminación y que toman como natural la subordinación de la mujer en la sociedad.
La violencia de género es resultante de la cultura machista y se produce en distintos ámbitos: en el hogar, en el ámbito institucional, en el trabajo, a través de los medios de comunicación, en el ámbito de la salud sexual y reproductiva y también obstétrica.