«Ni una menos, vivas nos queremos», cantaron en la ciudad de Esperanza entre lágrimas y abrazos
Este lunes la ciudad de Esperanza se movilizó en multitud, en medio del luto, para pedir justicia por el femicidio de Agustina Imvinkelried. En cada pancarta, entre cantos y bajo la lluvia miles de personas gritaron su nombre seguido de «¡Presente!».
La concentración comenzó minutos antes de las 20 en la plaza San Martín y minutos después comenzaron a marchar primero por Castellanos, para luego tomar la calle 103 para seguir dando la vuelta a la plaza. Más de cinco cuadras de cola se dirigieron hacia la comisaría golpeando palmas, para pasar por la fiscalía y luego retornar por calle Sarmiento hasta la puerta de la municipalidad.
Allí se dio comienzo a un discurso liderado por las representantes feministas de las organizaciones que luchan por los derechos de la mujer en esa localidad: Se dice de mi y La Descolonizada; quienes convocaron a la marcha como partícipes del movimiento Ni Una Menos.
Entre las pancartas y los cantos se podían distinguir mensajes como «De camino a casa queremos ser libres, no valientes»; «Acompañamos a la familia de Agus Q.E.P.D.» y «Por las que salieron a bailar y no volvieron».
Al mismo tiempo desde el escenario exigieron políticas públicas «que están fallando bastante en esta localidad de parte del Estado. Necesitamos que se trabaje en conjunto con las organizaciones de mujeres. Queremos educación sexual integral para construir nuevas masculinidades».
Y apuntaron también contra los medios de esa localidad por «tratar el caso como un simple homicidio y no como lo que es: un femicidio. Así lo dijo la fiscal».
Hubo un momento de tensión entre las mujeres del colectivo Ni Una Menos y unas participantes que fueron a increparlas en el mismo momento que el cura de la Basílica de Esperanza, Ernesto Agüera, salió a dar notas a los medios periodísticos en la vereda de la municipalidad, en medio del acto que se llevaba a cabo, frente al escenario mientras las organizadoras hablaban.
Las mujeres que se manifestaron disconformes gritaron en contra de los pañuelos verdes por el derecho a decidir (por el aborto legal, seguro y gratuito) de muchas de las mujeres que participaron de la marcha. Además, se mostraron molestas por los cantos a favor de la educación sexual integral y las acusaron «de hacer política».
Al respecto, desde Ni Una Menos respondieron que «fueron 24 horas de angustia hasta que se supo que la mataron. Nos criticaron por hacer un acto político, sin reconocer que todo acto es político. Lo personal es político. Y hay una diferencia entre lo político y lo partidario. Agustina es una muerta política porque este es un Estado ausente, carente de políticas públicas para garantizar la vida y los derechos de las mujeres. Eso es un femicidio».
Por último, cuando desconcentró la mayoría de los manifestantes, compañeros de la secundaria de Agustina pegaron sobre las paredes de la municipalidad carteles que hicieron para pedir justicia.
Marchas
Los mismos reclamos se realizaron en las plazas centrales de distintas ciudades de la provincia. En Santa Fe se hizo una manifestación en la Plaza 25 de Mayo como también se repitió el pedido de justicia en Rosario, Rafaela, San Vicente y otras localidades.
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