A pesar de los datos económicos que pre-anuncian otra suba en los índices de pobreza y una merma en el empleo, Macri intentará relanzar su gestión cuando el viernes pronuncie su discurso ante la Asamblea Legislativa.
Pese a las datos económicos que pre-anuncian nueva una suba en los índices de pobreza y que hoy exponen una merma en el empleo por la crisis de empresas de distinto volumen, el presidente Mauricio Macri intentará relanzar su gestión cuando el viernes pronuncie su discurso ante la asamblea legislativa en el que intentará exponer lo que considera son mejoras institucionales en lo que va de su mandato, en la lucha contra la corrupción e insistirá en la necesidad de modificar los convenios colectivos para incrementar el empleo, una vieja obsesión oficial que el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, blanqueó esta semana ante los poderosos sindicalistas del Transporte.
Macri retomará el lunes la actividad oficial luego de la gira oficial por el sudeste asiático. Y desde el martes comenzará con los ensayos para su discurso en el Congreso del 1ª de marzo en la inauguración de las sesiones ordinarias. Como siempre lo asesorarán Julieta Herrero, directora de Discurso y la fonoaudióloga Micaela Méndez -quien la acompañó al presidente en su periplo asiático- y los funcionarios de Jefatura de Gabinete que colaboran en la redacción de la alocución: el filosófo Alejandro Rozitchner y el secretario de Comunicación Estratégica, Hernán Iglesias Illa.
El gobierno intentará mostrar algunos logros en la modernización del estado y en la seguridad -en este aspecto la estrella de Patrcia Bullrich intentará brillar con números en la lucha contra el narcotráfico, por caso, para posicionarse como supuesta candidata a vicepresidenta-, en obras de infraestructura -cloacas, red de agua y autopistas- y el desafío de bajar el costo laboral para incentivar proyectos productivos. Aunque la lluvia de inversiones no cayó en estos poco más de 3 años de Cambiemos, el Ejecutivo insistirá que hay que mejorar las variables productivas para incentivar la creación de empleo de calidad.
Esto es, bajar el costo laboral con acuerdos productivos tipo Vaca Muerta o la modificación llana de convenios colectivos, que encuentra la resistencia de los gremios. Pese a todo, Sica, con la asistencia del secretario de Empleo, Lucas Aparicio -un ex funcionario de Guillermo Dietrich y ex dirigente de UPCN-, mantuvo una reunión en la sede de La Fraternidad con los que gremios que integran la CATT (sindicatos del transporte). Mientras degustaban la cena, les dijo que el Ejecutivo no insistirá este año con una nueva la reforma laboral pero sí en la necesidad de modernizar los convenios colectivos de trabajo.
Sica se mueve con ambición, “firme y con entusiasmo”, según definió un estrecho colaborador presidencial, e intenta copar todas las negociaciones: desde un subsidio para la planta carbonífera de Río Turbio posando en una foto junto a Alicia Kirchner hasta el cara a cara con los jefes sindicales. Ese protagonismo, se descuenta en despachos oficiales, le ocasionará roces dentro del gabinete.
El Indec informó esta semana que en enero la canasta básica aumentó 3,8% por lo que una familia tipo necesitó $26.442 para no ser pobre. A estos datos se sumaron el pedido, que luego no fue rubricado por Trabajo, por parte de la embotelladora de Coca Cola para ingresar a un procedimiento preventivo de crisis, una muestra más de la caída del consumo.
Finalmente la firma, con laudo del gobierno, desestimó ese procedimiento y acordó con el gremio de aguas gaseosas 32 despidos garantizando el pago de la indemnización convencional. Este combo preanuncia un alza en los índices de pobreza que el organismo estadístico difundirá el 27 de marzo.
En modo campaña, otra idea que subyace del discurso presidencial es que, pese al ajuste para llegar al déficit cero de las cuentas públicas, ha llegado el momento de “apostar a la producción y crecimiento”. Con un margen de acción limitado, por el control monetario fiscal y monetario devenido del acuerdo con el FMI, el oficialismo intentará exponer políticas de este calibre, como la reciente reducción de aportes patronales para pymes y economías regionales.
Se descuenta que a lo largo de la campaña electoral el oficialismo confrontará con la casi segura candidatura de Cristina Kirchner, con quien intentará polarizar para llegar a un balotage, con temas como corrupción y transparencia. La ex presidenta deberá afrontar procesos judiciales en plena campaña como Hotesur y la investigación por el direccionamiento de la obra pública o el devenir de la causa de los “cuadernos de la corrupción” que sigue arrojando novedades, como las declaraciones del ex contador de los Kirchner, Víctor Manzanares.
Con todo, el kirchnerismo logró que el PJ bonaerense aprobara -con la presencia de Máximo Kirchner, entre otros referentes de Unidad Ciudadana- las alianzas para constituir un frente electoral. Traducido: el peronismo bonaerense, con los intendentes del Conurbano a la cabeza, irán junto al espacio de Cristina a las Paso de agosto y las generales de octubre. Un proceso similar se llevará a cabo en los próximos días cuando el PJ nacional, que lidera José Luis Gioja, autorice al partido a anidar pactos electorales frentistas. Aunque aún se desconoce el nombre del nuevo sello, no se descarta un regreso del Frente para la Victoria.
Gioja, a punto de partir hacia Buenos Aires en un vuelo desde San Juan, se mostró confiado en un triunfo de lo que denomina el peronismo unificado. Aunque dijo que Cristina aún no confirmó su candidatura, sí admitió que ‘una dirigente con 30 puntos de intención de votos’ difícilmente se baje de la contienda electoral y más, como lo percibe, con un oficialismo en franca declinación producto de la crisis económica. “Macri apoyaba a (Carlos) Mac Allister en La Pampa y ya vimos como terminó”, azuzó.
Sus críticas también fueron hacia el peronismo federal conformado en Alternativa Federal. “(Juan) Manzur les había organizado un acto en Tucumán y ya dijo que la quiere a Cristina adentro (del frente electoral), lo mismo que Gustavo Bordet que les había puesto la Casa de Entre Ríos para un acto en Capital”, indicó. En la semana se confirmó que el PJ, con el kirchnerismo adentro, selló listas en Entre Ríos y Santa Fe, por caso.
El denominado peronismo alternativo, liderado por Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti, Sergio Massa y Miguel Angel Pichetto, no parece tomar vuelo. Apuesta, ahora, a la candidatura del ex ministro de economía, Roberto Lavagna, que busca mostrarse como una opción superadora de las grietas del PJ. Justamente el ex embajador ante la Unión Europea se mostró este fin de semana en San Juan con el gobernador Sergio Uñac -que hace equilibrio en su provincia con el poder de Gioja y el kirchnerismo-y Urtubey.
Hasta el cierre de listas, previsto para el 22 de junio, todo puede pasar. Incluso son sugestivos los diálogos del entorno de Massa con dirigentes de Unidad Ciudadana.
En el PJ huelen sangre y creen que pueden vencer al macrismo que no logra hacer pie en la economía y tiene a vastos sectores de la clase media desilusionados. “Estamos sentando las bases para el crecimiento y que no haya vuelta atrás”, explicó un funcionario de Balcarce 50. Con matices, es el mismo discurso pronunciado desde 2016 a la fecha.
Con la campaña en marcha, en el oficialismo comienzan a aflorar tensiones electorales. A la citada por este diario confrontación entre el ministro Alejandro Finocchiaro y el concejal Migue Saredi para dirimir la candidatura a intendente de La Matanza, se han sumado diferencias internas en otros distritos. No es el caso de Gladys González, senadora, que busca ganar la intendencia de Avellaneda donde protagoniza actos con ministros, como Carolina Stanley. Si se tomara licencia en la cámara alta durante la campaña, el Ejecutivo deberá negociar quién irá en su lugar. El jefe de asesores de Presidencia, José Torello, es el histórico “senador suplente” del PRO. Pero la blonda ex interventora del gremio SOMU por ahora no piensa renunciar.
En Córdoba no se llegó a consenso y la fórmula conformada por Mario Negri y el árbitro Pro Héctor Baldassí irá a internas el 17 de marzo -no hay Paso en la provincia mediterránea- contra los “rebeldes” Ramón Mestre y Rodrigo de Loredo, familiar de Oscar Aguad y quien tuvo que renunciar a Arsat luego del decreto antineopotismo.
‘Es la única fórmula que no está cerrada. En Casa Rosada claramente empujan a Negri-Baldassi”, como candidatos a gobernador y vice, admitió una fuente de Balcarce 50 consultada. Neuquén marcará el segundo test electoral del año: habrá elecciones a gobernador el próximo 10 de marzo. Debido al crecimiento del kirchnerista Omar Rioseco, que apunta a vencer al actual mandatario Omar Gutiérrez, se especuló con la declinación de la candidatura de Horacio “Pechi” Quiroga, intendente capitalino y postulante de Cambiemos. Sin embargo, en el gobierno lo descartaron y valoraron que el radical lanzó esta semana su propuesta de seguridad con un “discurso bien fuerte contra el narcotráfico”. Es que la provincia patagónica “tiene el consumo más alto de cocaína per capita”.
En Santa Fe sí se confirmó la fórmula de José Corral y la glamorosa diputada rosarina Anita Martínez, en una foto con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. El titular de la cartera política sigue sonando para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desde diciembre aunque en su entorno lo han relativizado porque más allá de la eventual postulación de Macri, su elección depende de factores externos.
El vice de Interior, Sebastián García de Luca, nexo del Ejecutivo con las provincias y los dirigentes de Cambiemos del interior, sonó como candidato a diputado nacional para, eventualmente, ser el reemplazante de Emilio Monzó en la jefatura de la cámara baja. Sin embargo, el viernes pasado la Casa Rosada hizo trascender que el elegido para ese cargo sería Cristian Ritondo, ministro de Seguridad bonaerense, y quien “le manejaba la Legislatura” a Macri cuando era alcalde porteño.
diariopopular.com