La Fiscalía venezolana, de línea oficialista, abrió este martes una investigación contra el líder opositor Juan Guaidó, al acusarlo de estar implicado en un «sabotaje» al sistema eléctrico que provocó el apagón que paraliza al país desde hace cinco días.
«Anuncio que se abre una investigación (…) en contra del ciudadano Juan Guaidó por su presunta implicación en el sabotaje realizada al sistema eléctrico de Venezuela», anunció ante la prensa el fiscal general Tarek William Saab.
El lunes el Parlamento de Venezuela, de mayoría opositora, decretó la suspensión del suministro de petróleo a Cuba, argumentando la «calamitosa situación» que representa el apagón que desde hace cuatro días mantiene colapsado al país.
La ordenanza aprobada por solicitud de Guaidó, presidente del Legislativo y autoproclamado mandatario interino de Venezuela, quien reclamó la declaración de la «alarma nacional» por la emergencia eléctrica.
Sin embargo, su aplicación resulta improbable debido a que el presidente socialista Nicolás Maduro cuenta con el apoyo de la Fuerza Armada, uno de cuyos generales dirige la alicaída industria petrolera, y controla prácticamente todas las instituciones.
Al defender las medidas ante el Congreso, Guaidó, que las propuso en su calidad de gobernante encargado, abogó por el «ahorro de combustible» en un momento en que Venezuela enfrenta un recrudecimiento de la carestía de agua, alimentos y acceso a la salud a raíz del apagón más largo de su historia.
«Se ordena la inmediata suspensión del suministro de crudo, combustible y sus derivados» a Cuba, dijo Guaidó, al convocar a manifestaciones en todo el país este martes para protestar contra Maduro, a quien culpa del colapso eléctrico por la «desidia y la corrupción».
Venezuela envía petróleo a su principal aliado regional a precios preferenciales y a cambio de servicios médicos, como parte de acuerdos firmados por el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
Estos envíos alcanzaron los 90.000 barriles diarios, pero se estima que esa cifra ha caído en un 40% por la crisis económica y política en Venezuela, que ha mermado su capacidad de producción de 3,2 millones de barriles diarios en 2008 a cerca de un millón actualmente.
Guaidó acusa a Cuba de injerencia y denuncia que elementos de la inteligencia cubana integran el aparato estatal venezolano. De su lado, La Habana intenta unir a la comunidad internacional contra una eventual intervención militar de Estados Unidos en Venezuela.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, criticó a Cuba este lunes asegurando que es «la verdadera potencia imperialista en Venezuela», luego que el presidente Donald Trump clamó recientemente que «los días del socialismo y el comunismo están contados» en Latinoamérica.
Guaidó, que ha nombrado a una decena de representantes diplomáticos, entre ellos al encargado de negocios en Estados Unidos -con cuyo gobierno Maduro rompió relaciones-, instó a esos delegados a que «realicen los contactos» con el objetivo de «coordinar la cooperación técnica internacional» para «la superación de esta calamitosa situación».
Venezuela vive desde hace más de un mes un pulso por el poder entre Guaidó y Maduro, cuyo cuestionado segundo mandato cuenta con el firme apoyo de Cuba, además del de Rusia y China.
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